The flashcards below were created by user
salem
on FreezingBlue Flashcards.
-
Por qué la materia "Evangelios Sinóptico y Hechos de los Apóstoles" habría que titularlo, más bien, "Introducción a la lectura de los Evangelios Sinópticos y de los Hechos de los Apóstoles"?
= hay que decir "Introducción"porque de los Evangelios conocemos hoy muchísimas cosas. Esto implica que hay que elegir: no se puede decir todo.
-
Primer tema de esta Materia
I. LOS EVANGELIOS EN SU CONTEXTO ORIGINARIO Y EN EL CONTEXTO ECLESIAL
-
Cuáles son los dimensiones que los Evangelios tienen?
= una dimensión histórica y una dimensión eclesial: son memoria histórica de las acciones de Jesucristo, el Verbo de Dios encarnado, y son enseñanza para los cristianos. En realidad, son más que enseñanza y son más que memoria histórica.
-
De qué se trata la dimensión histórica?
= se tratará del contexto en que vivió Jesús y en que vivieron los evangelistas. De esta manera se podrán entender mejor algunas de las razones del actuar de Jesús o de los apóstoles que se exponen en los evangelios. También se podrá ver el concepto en el que se debe entender en primer lugar su lectura.
-
De qué se abordará la dimensión eclesial?
= se abordará el lugar de los evangelios en la Iglesia: en la Iglesia primitiva, que los recibió, y, en consecuencia, en la Iglesia, hoy: Qué son realmente los evangelios: vidas de Jesús, de su obra, o un resumen del evangelio? Cómo se entendieron en la primera Iglesia? En qué son distintos, y en qué se parecen? Con compatibles unos con otros?, etc.
-
SITUACIÓN HISTÓRICA Y POLÍTICA
= En el cuarto evangelio se nos dice que la causa de la condena de Jesús estaba escrita "en hebreo, en latín y en griego"(Jn 19, 20). Estas tres lenguas representan las tres culturas que se daban en la Palestina del siglo I. La situación era el resultado de una serie de confluencias de orden histórico.
-
Herodes el Grande
= Jesús nació en tiempos de s "?". Sin embargo, con la muerte de Herodes(4 a C.), su reino quedó dividido entre tres de sus hijos.
-
Quiénes son los tres hijos de Herodes el Grande y recibió cada uno de ellos tras la muerte de su padre?
- = 1. Arquelao - recibió Judea y Samaria.
- 2. Herodes Antipas - le correspondió Galilea y Perea.
- 3. Filipos - se quedó con las regiones de Gualanitide, Traconitide, Batanea y Auranitide.
-
Quién es la hermana de Herodes el Grande y qué recibió ella?
= Salomé, hermana de Herodes el Grande, recibió los enclaves de Yammia y Azoto en la costa mediterránea y la ciudad de Fasael en el valle del Jordán. Otros territorios, como las ciudades de Hipos y Gadara con sus distritos, pasaron a engrosar la comarca de la Decapolis, a la que anteriormente pertenecieron, y, por tanto dependían directamente de la provincia imperial romana de Siria. Lo mismo ocurrió también con Gaza en la costa mediterránea.
-
Arquelao
= que llevaba el título honorífico de etnarca, era un hombre despótico como su padre, y fue mal recibido por el pueblo. La situación llegó a ser tan conflictiva que se hizo precisa la intervencion de las tropas romanas al mando de Quintilio Varo gobernador de Siria; el cual con no pocos esfuerzos penetró en Judea consiguiendo la pacificación. Por su parte, una legación de notables judíos, que había sido enviada a Roma, consiguió que el emperador depusiera al nuevo monarca, que justo en ese momento se encontraba en la ciudad para recibir oficialmente la confirmación de su título real. En consecuencia, a partir de entonces (6 d. C.) la tetrarquia de Arquelao pasó a ser directamente administrada por Roma. Judea pasó entonces a ser una provincia procuratoriana. Éstas eran provincias dependientes del emperador, gobernadas por un funcionario de clase media (lo que se llamaban "caballeros romanos"), con el titulo de prefecto o procurador.
-
Procurador
= no disponía de legiones a su mando, sino sólo de tropas auxiliares, y estaba obligado a reclamar el apoyo militar de las provincias imperiales vecinas en caso de emergencia, lo que daba a los legados de éstas una especie de supervisión y autoridad moral sobre los modestos gobernadores de las provincias procuratorianas. Así Judea dependía de la provincia de Siria.
-
Coponius(6-9 d. C.)
= el primer procurador de Judea. La sucesión hasta Poncio Pilato es la siguiente: M. Ambibulus (9-12 d. C.), L. Annius Rufus (12-15 d. C.), y Valerius Gratus (15-26 d.C.) al que sucedió Pontius Pilatus (26-36 d.C.)
-
Poncio Pilato
- = su gobierno en Judea estuvo marcado por peligrosos enfrentamientos con los Judios, a quienes ciertamente no tenía simpatía y en ocasiones parece incluso despreciar.
- = Con frecuencia buscó la provocación, ordenando a sus tropas el lucimiento de imágenes paganas en sus uniformes y cuarteles.
- = otro motivo de enfrentamiento con los Judios fue el empleo de los fundos del templo para costear una importante construcción hidráulica que surtia de abundante agua a éste.
- = solía resolver todos estos conflictos sangrientamente. Su modo de proceder, denunciado en Roma por los Judíos, acabó costandole el puesto.
- = Su tratamiento en los textos del Nuevo Testamento---excepto en algún caso aislado (CF. Lc. 13, 1)---no responde a estos datos que conocemos por la historiografia pagana. De hecho, en los relatos de la pasión parece como si quisiera salvar a Jesús frente a la cerrazón de la muchedumbre y las autoridades Judías. Pero no debemos olvidar que en los evangelios se privilegia una perspectiva teológica en la que para subrayar el rechazo del pueblo elegido a su Mesías se marca la declaración de inocencia por parte de Pilato. Con todo, si examinamos el texto de la Pasión detenidamente descubrimos enseguida que la indolencia con que se comporta Pilato no dice mucho a su favor.
-
Herodes Antipas
= gobernaba en el norte. Tetrarca de Galilea y Perea, gozó del favor de Roma, principalmente del emperador Tiberio, que veía en él un confidente para conocer y controlar a sus magistrados en la zona. De ahí, la tensa situación entre Herodes y Pilato a la que alude el Evangelio. Para adular a Tiberio ordenó construir la ciudad de Tiberiades a orillas del mar de Galilea, y otra llamada Livias en honor de la madre de Tiberio (y esposa de Augusto). Sin embargo, Herodes Antipas acabó provocando problemas a Roma al unirse ilícitamente con Herodias, la mujer de su hermano Herodes Filipo (distinto del tetrarca). La legítima esposa huyó desde la fortaleza de Maqueronte en la Perea, a las tierras de su padre, el rey de los nabateos. Éste, ofendido, declaró la guerra al tetrarca. El emperador acudió en su ayuda, ordenando la marcha de las tropas imperiales de Siria sobre Petra, la capital de los nabateos. El legado propretor L. Vitelio, al mando de estas tropas, acudió de mala gana, retrasando cuanto pudo la marcha. Estando en éstas falleció Tiberio, y las tropas romanas se dieron la vuelta. A partir de entonces los informes de los gobernadores romanos empezaron a tener en Roma más peso que los de Antipas. Al final Herodes Antipas acabó destituido y desterrado a las Galias en el año 39 d.C. Estos rasgos coinciden esencialmente con los que recogen los evangelios. El histrion caprichoso que es Herodes Antipas se descubre tanto en el martirio de San Juan Bautista (Mc 6, 14-29 y par ) como en su encuentro con Jesús (Lc 23, 6-12), o en los comentarios que realiza cuando tiene noticias de la actividad de Jesús (Mc 6, 14-16 y par).
-
Filipo
= el tercero de los tretarcas, del que sabemos muy poco. Duró en su puesto hasta su muerte acaecida en el 34 d.C. En el Nuevo Testamento aparecen otros dos Herodes: Herodes Agripa I (cfr Hch 12, 1-23) que era nieto de Herodes el Grande y sobrino de Herodes Antipas; y Herodes Agripa II (cfr Hch 23, 13-27), hijo de Herodes Agripa I.
-
2. Geografía Humana: Tierras, Riquezas, Lenguas
*********************
-
Qué es Palestina en los primeros años de la era cristiana?
= era una mezcla de pueblos y culturas diferentes, que de modo simplificado podemos dividir en dos: cultura judia y cultura griega.
-
La cultura griega en Palestina
era un especie de simbiosis de elementos helenísticos y semiticos, donde predominaba la lengua griega y la religión pagana. Era dominante en las regiones palestinas no incluidas en las tetrarquias, es decir, en parte de Fenicia, Filistea y la Decapolis. También se encontraba numerosas ciudades de mayoría griega en Galilea, Samaria, en la tetrarquia de Filipos y en la costa.
-
En la Decapolis, las principales ciudades griegas eran:
- Hipos, Gadara, Dion, Abila, Escitópolis, Pella, Gerasa y Filadelfia.
- (Se trataba de ciudades autónomas con sus correspondientes terrenos rurales dependientes del gobernador romano de Siria.
-
Cómo son las comunidades Judías en las ciudades de Decapolis?
eran poco numerosas--salvo Escitópolis que llegó a contar con una población de 13,000 judíos--, y por lo general enfrentadas al resto de la población. Entre estas ciudades destaca Gerasa, una de las ciudades verdaderamente importantes del imperio, pues ejercía el control sobre el comercio caravanero procedente de oriente a través del desierto.
-
Dentro del distrito de la Fenicia
destacan como ciudades helenisticas Ptolemais (actual Akko, antes San Juan de Acre), Dora y GEBA.
-
Dentro de la tetrarquia de Filipo
las ciudades más importantes eran en su mayoría paganas. La capital se llamaba Paneas, cuyo nombre cambió Filipo por el de Cesarea en honor de Augusto(cfr Mc 8, 27 y par ).
-
Julias
Otra ciudad importante que fue refundada por Filipo en honor de la hija de Augusto, sobre la Antigua ciudad o pueblo de Betsaida. Su población debió ser mixta judeo-pagana, conservando aún en buena medida su antiguo nombre. Por último hay que mencionar la ciudad de la Canata en la Auranitide.
-
Las regiones que tienen más presencia en el Nuevo Testamento
Galilea y Judea.
-
Galilea
Las grandes ciudades de Galilea eran paganas, aunque las colonias judías fueran más numerosas que las existentes en la Decapolis Y en la tetrarquia de Filipo.
-
Seforis
La más importante ciudad de Galilea y que durante muchos años sirvió de capital en el corazón de la Baja Galilea.
-
Tiberias
La otra gran ciudad de Galilea que fue fundada por Antipas en honor de Tiberio entre el año 20-23 d.C., y convertida en capital. Para su fundación Antipas recurrió a elementos no judíos, pues éstos en su mayoria se negaban a vivir en una ciudad edificada sobre tumbas, que contaminaban ritualmente a sus moradores. Sin embargo, en Galilea la presión cultural judía fue mucho mayor que en el territorio de Filipo. De hecho, surgió un movimiento migratorio de gentes procedentes de Judea, apoyado por las autoridades religiosas, con el fin de reafirmar el judaísmo en una región que tradicionalmentd habia sido muy pagana, ya desde los tiempos antiguos, pues Isaías se refiere a ella como "el distrito de los gentiles". Tampoco hay que olvidar el factor económico, pues la rica Galilea atraía a las gentes de la áspera montaña de Juda. Estos dos factores hicieron que la colonia judía fuera creciendo y en la época de la guerra contra Roma se pusiera del lado de los sublevados. De manera muy parecida, la región de la Perea fue judaizada con bastante intensidad. La única ciudad helenística de que tenemos noticias hasta ahora fue Livias.
-
Judea
La tetrarquia de Arquelao constituía en núcleo judío por excelencia. Hay pocas dudas sobre el carácter judío de la Judea. Sorprende, sin embargo, el número y la importancia de las ciudades helenísticas.
-
Samaria
En primer lugar una de las ciudades helenísticas que fue refundada por Alejandro Magno con veteranos macedonios de su ejército. Herodes le cambió el nombre por el de Sebaste (Augusta) en honor al emperador. Pese a su nombre, nada tenía que ver con la facción político-religiosa de los samaritanos, que vivían más bien en las aldeas de la comarca. Era una ciudad prácticamente pagana en su totalidad.
-
Cesarea del Mar
Una de las ciudades helenisticas en las que vivían también colonias judías importantes. Fue el gran puerto de Palestina y capital de los procuradores romanos cuando éstos se hicieron cargo del gobierno tras la destitución de Arquelao. Poseía una colonia judía, no mayoritaria pero si numerosa.
-
Otras ciudades helenisticas de la zona de Judea:
Apolonia, Antipatris y Fasael. Y en la costa al sur de Jope: Yammia, Azoto, Ascalon y Gaza.
-
Las lenguas de Palestina
La lengua de la población helénica era el "griego" en lo que se ha llamado dialecto "koine". Se trataba de la lengua "franca" de todo el Próximo Oriente, y era conocida y hablada por la mayor parte de la población, sobre todo en las ciudades. También entre los llamados griegos pero sobre todo entre los judíos se hablaba el "arameo", lengua semítica muy extendida por todo el Próximo Oriente, y que había llegado a ser el idioma oficial en el imperio persa. Es posible que algunas minorías judías, más puristas y conocedoras de la ley, siguieran hablando el "hebreo". En todo caso "el hebreo era leído" por muchos judíos piadosos. Por su parte el "latín" en esta región del imperio no pasó de ser la lengua oficial con escasisima incidencia en el uso cotidiano. En estas condiciones nos podemos preguntar qué lengua habló Jesucristo. La lengua hablada habitualmente por Jesús debió ser el "arameo" en el "dialecto galileo" (Mt 26, 73 y par) pero, por lo que se ha visto de la helenizacion de Galilea y por las condiciones personales de Jesús, es fácil que también entendiera o hablara el "griego", sin descartar que a su vez tuviera conocimientos del "hebreo", al menos leído.
-
3. SITUACIÓN RELIGIOSA: LAS CLASES y LOS GRUPOS RELIGIOSOS, LA SAGRADA ESCRITURA Y EL CULTO, LAS ESPERANZAS MESIÁNICAS
*******************
-
3.1. Clases y Grupos Religiosos Antes de la Destrucción del Templo
-------+-----------*&%%##€&*-------
-
La Pluralidad
Era la característica más importante del judaísmo antes de la destrucción del Templo en el año 70. Los grupos más significativos fueron los saduceos, los fariseos y los esenios; con todo, hay que mencionar también a los samaritanos, los zelotes y los herodianos.
-
Los saduceos
formaban una facción, muy extendida entre la clase sacerdotal. Eran aristócratas, sacerdotales y laicos, que por su riqueza y cargos mantenían una posición influyente. Sostenían una interpretación muy sobria de la ley mosaica, unida a una cierta apertura al helenismo. De las Sagradas Escrituras admitían sólo la "Tora o Pentateuco", subestimando a los profetas y escritos sapienciales, y no aceptando la tradicion oral. Tenían una concepción bastante materialista de la religión, rechazando la creencia en la otra vida, así como la existencia de los ángeles o la resurrección de los muertos (Mc 12, 18-27; Hch 23,8). Políticamente procuraban mantener buenas relaciones con los romanos, al tiempo que eran enemigos declarados de los fariseos. Con el fracaso del año 70, desaparecieron de la escena histórica. Respecto de Jesús, los evangelios nos los presentan como los principales adversarios en Jerusalén y los responsables más directos de la condena que lleva a ejecución la autoridad romana. También parece que se opusieron a la primera comunidad en Jerusalén y tuvieron su parte en la muerte del Santiago, el menor.
-
Los fariseos
constituían un grupo importante, que tenía prácticamente copados los puestos de escribas o doctores de la ley. Eran mucho más observantes que los saduceos y más estrictos en el cumplimiento de todos los preceptos; de hecho, están muy interesados por la observancia legal estricta, con la que buscaban sacralizar la vida cotidiana mediante las regulaciones de pureza ritual. Su teología era más espiritualista y admitían las realidades anteriores que negaban los saduceos. Consideraban vinculante tanto la Tora escrita como la oral. Llegaron a ser los líderes espirituales más apreciados por el pueblo. Fueron indiferentes en política, salvo cuando consideraron que corría peligro la observancia de la Tora. Cuando se vieron envueltos por la guerra judía, trataron de organizarla. Tras la catástrofe del 70, quedaron como la fuerza dominante en la comunidad religiosa judía. Jesús coincidia con ellos, más que con los otros grupos de su tiempo, en el ideal de santidad. Los evangelios son testimonio de ello. Sin embargo, no está ligado a ellos en la interpretación de la ley por vía de la "Tora oral" ni en los extremismos rituales. Éste es el horizonte de las controversias que se agravó en el judaísmo rabínico (heredero del fariseismo) y que polemizó con el cristianismo primitivo.
-
Los esenios
Procedían en su mayoría de la clase sacerdotal y de su círculo de influencias, aunque eran diametralmente opuestos a los saduceos. Consideraban que éstos detentaban injustamente los puestos de responsabilidad en el templo, incluido el cargo de Sumo Sacerdote, y su oposición era tan radical que tomaron la decisión de apartarse del templo y del culto que en él se celebraba. Poseían una teología próxima a la de los fariseos, y una preocupación por el cumplimiento de los mandamientos similar, pero haciendo más hincapié en el espíritu de la ley que en su cumplimiento literal. Muchos vivían en comunidad monacal, siguiendo una ascesis rigurosa y guardando el celibato; otros permanecían en el mundo y se casaban, manteniendo sólo cierta vinculación con la comunidad.Sabemos que junto al mar Muerto, en Qumran, existía un cenobio dedicado a los de "estricta observancia", mientras que en la propia Jerusalén existía un barrio, en el sur de la ciudad, donde habitaba la mayoría de los miembros "seglares" del grupo. Ahora que conocemos la literatura de las Comunidades esenias, apreciamos un cierto parentesco con la doctrina evangélica; principalmente con expresiones e ideas de San Juan. Pero las semejanzas se encuentran sobre todo en fraseología y en el dualismo ético y escatológico, y hay que situarlas más bien en una segunda o tercera generación cristiana. Por otra parte, algunos cree que San Juan Bautista pudo tener relación con la comunidad de Qumran e incluso pertenecer a ella.
-
Los samaritanos
formaban un grupo heterodoxo dentro del mundo judío, enemistado con todos los grupos anteriores. Tras la deportación de gran parte de los israelitas por parte de los asirios al caer Samaria en el 721 a. C. éstos promocionaron el asentamiento de población mesopotamica en las tierras de Israel.Esta población se mezcló con la población israelita remanente, dando lugar a una cultura mixta, donde la religión era un sincretismo entre elementos paganos y judíos. Cuando en el siglo VI a. C. los judíos regresaron del destierro, los samaritanos quisieron ayudar en la construcción del Templo, pero fueron rechazados por los judíos que pretendían preservar la religión nacional en su integridad. Como reacción contra el de Jerusalén los samaritanos construyeron otro Templo al Señor en la cima del monte Garizin (cfr Jn 4, 20), lugar de viejas resonancias histórico-religiosas para Israel desde los tiempos de Josué. Este Templo sería destruido por Juan Hircano en el 128 a. C. Los samaritanos aceptaban la Tora de la que tienen una versión propia, tenían sus propios sacerdotes y celebraban sus propios cultos al aire libre en el monte Garizin. Habitaban en pequeñas poblaciones rurales en torno a la ciudad de Samaria. Eran despreciados por los judíos y ellos reaccionaban obstaculizando todo lo que tuviera relación con el culto de Jerusalén (Lc 9, 51-56).
-
Los herodianos
constituían un grupo pro-romano, partidario de esta dinastía y de su política de buenas relaciones y de sometimiento a Roma.
-
Los zelotes
eran un grupo revolucionario opuesto al poder romano. Hoy día se duda de que en tiempos de Jesús se hubiera ya constituido este grupo, a pesar de que tradicionalmente se ha considerado su fundación en el año 6 d. C. por Judas el Galileo. Investigaciones más recientes afirman que su nacimiento debió ser poco antes de la guerra del 66 d. C., y por tanto inexistente en el momento de la muerte del Señor.
-
3.2 LA SAGRADA ESCRITURA
Es en la restauración, tras el exilio de Babilonia, cuando se empieza a forjar el judaísmo querige en tiempos de Cristo. Las tradiciones se recogen en torno a la Torá escrita. El puestofundamental concedido a Moisés por la tradición llevó a distinguir primero entre la Ley y losProfetas y luego entre la Ley, los Profetas y los demás escritos. Esta triple división ya estáatesiguada por ejemplo en el prólogo del Eclesiástico (hacia el 135 a.C.). Los textos sagrados, alser reconocidos como tales, eran guardados en el Templo. La Torá escrita, como conjunto de lasinstrucciones divinas, era interpretada y explicada en nuevas composiciones escritas (muchas decarácter apocalíptico), y mediante una tradición oral (Torá oral), que admitía gran diversidad yflexibilidad. Este hecho manifiesta dos cosas: por una parte afirma la fidelidad a los textoscanónicos, por otra asegura la vitalidad de la vida religiosa.
Tras la crisis del 70 el judaísmo rabínico fijó el canon de la Biblia hebrea que se rejudaizó al serinterpretada desde sus tradiciones orales. Cuando éstas comenzaron a fijarse por escrito, elsistema de la Torá dual derivó, de algún modo, en un doble canon. El cristianismo primitivomantuvo un canon bíblico más amplio, que reinterpretó tomando como clave hermenéutica elacontecimiento de Cristo.
-
En cuanto a la interpretación de la Sagrada Escritura, hay que retener estos términos:
Targum (im), Midrash (im), Halakhah (halakhot), Haggadah (haggadot), Pesher (Pesharim)
-
Targum (im)
es la traducción de la Biblia hebrea al arameo, que desborda la versión literalmediante retoques y paráfrasis complementarias. En este sentido es actualizante tanto en ladoctrina como en la moralidad o la espiritualidad. En el culto sinagogal, la lectura sistemáticade secciones de la Torá (seder) iba seguida de lecturas de los profetas (haftarot).
-
Midrash (im)
es la explicación de la Escritura. Deriva de derash (búsqueda). La literaturamidrásica se inicia ya en últimos libros del Antiguo Testamento. Lo que escribían nuevosautores se ponía de algún modo en relación con los libros ya recibidos en el canon: así nacenlos libros pseudepígrafos, las imitaciones, los apocalipsis o los trenzados de textosescriturísticos. La exégesis derásica trataba de lograr la actualización de la Escritura, mediantela halakhah, la haggadah o el pesher.
-
Halakhah (halakhot)
es la interpretación y aplicación de la Ley para precisar las normas devida. Se realiza no sólo mediante exégesis derásica de los textos de la Torá y el recurso a losejemplos bíblicos, sino también por la autoridad de la tradición, costumbres aceptadas,precedentes reconocidos o los maestros. Hicieron halakáh todas las sectas judías y de modoespecial Qumran y los fariseos.
-
Haggadah (haggadot)
es toda explicación de la Escritura queno sea haláquica. Abarca todos los ámbitos: lo doctrinal, moral, espiritual y pastoral. Va desdelas simples glosas a amplios desarrollos. Se realiza también mediante la relectura de librosbíblicos en nuevos escritos, como es el caso del Libro de los Jubileos, o el Libro de las16 Antigüedades Bíblicas del Pseudo-Filón.
-
Pesher (Pesharim)
es la interpretación del acontecerhistórico (pasado, presente y futuro próximo) como realización de la voluntad de Dios en lahistoria inmediata a la luz del anuncio de los profetas. Se considera una lectura inspirada delpleno sentido de las profecías.
-
Ejemplos en el NT. Los autores del N.T. utilizan la Biblia con procedimientos actualizantestargúmicos.
1. Mateo apuntala los acontecimientos de Jesús con citas del A.T.,dentro del esquema «predicción-cumplimiento». Mateo, el másjudeocristiano de los evangelistas, enseña la justicia superior que trae Jesús, desplazando elcentro desde la Torá a Cristo. De estos y otros ejemplos puede sospecharse que hay aportacionesmidrásicas en muchos relatos evangélicos; sin embargo, no puede afirmarse que sean en símismos composiciones midrásicas.
2. Lucas es quien más llamativamente contienematerial tipo pesher destinado a la teología de la Iglesia. En la Sinagoga de Nazaret (Lc 4,11-30)presenta a Jesús como iniciador del pesher cristiano, base del discurso misionero de apóstoles yevangelistas. Es el acontecimiento cristiano el que interpreta los textos. De la misma manera laspalabras de Jesús a los de Emaús (Lc 24,44-49) traza un programa del método de demostracióncristiana a partir de las Escrituras, del que el mismo Lucas da abundantes muestras en Hechos.
3. Hay secciones haláquicas en los evangelios (también en las cartas apostólicas) que reflejan lasituación de Jesús (cf. Mc 2,23-28), su doctrina como maestro y profeta y sus controversias condeterminadas interpretaciones de la voluntad divina, así como situaciones de controversia ycatequesis en las comunidades cristianas primitivas (cf. Mt 5,17-20).
-
3.3. LA APOCALÈPTICA
En este marco de la interpretación de la Escritura, es necesario hacer referencia a laapocalíptica. Como hemos apuntado antes, en ocasiones se ha dicho que apocalíptica y Torá oralconviven en el judaísmo del primer siglo y que el fariseísmo se decantó por la Torá oralmientras el cristianismo lo hizo por la apocalíptica. Pero, ¿qué es la apocalíptica?Cuando Israel se vio sometido a poderes extranjeros, confrontado con el sufrimiento del justo yel triunfo del impío, resultaba apremiante entender la relación entre las promesas divinas y lasrealidades históricas. La literatura apocalíptica responde a la inquietud del piadoso judío conuna respuesta divina a sus preocupaciones. Un apocalipsis es una obra literaria, que narrarevelaciones celestes a través de símbolos que suele interpretar un ser sobrehumano. Puedetratar tanto de un proceso histórico que –tras una última etapa de intensas tribulaciones–apunta a una pronta salvación escatológica, como de las realidades celestes en referencia anuestro mundo.
-
La apocalíptica judía
supone una visión de la historia mundana concebida como procesocerrado frente al Reino de Dios venidero. En su raíz están tanto la tradición profética –bastacon recordar muchos rasgos de la apocalíptica que ya están presentes en las visiones de Isaías,Ezequiel o Daniel– como la tradición sapiencial que, con sus especulaciones y su místicaquiere ofrecer un consuelo a los hombres piadosos. En temido de crisis, la apocalíptica es unaexhortación a la esperanza y, por tanto, a la perseverancia en medio de las dificultades.
-
Característica de la mentalidad apocalíptica
es el dualismo (que no es teológico ni metafísico,sino moral e histórico, y, en definitiva, escatológico). El rechazo radical del mundo presente seexpresa en el pesimismo apocalíptico, que culmina en la representación de la soberanía deSatán sobre un mundo moralmente degenerado y físicamente envejecido, hasta que unacatástrofe cósmica dé paso al mundo futuro. Aunque también aparece la idea de un preludio delfuturo trascendente en el mundo presente trasformado (milenarismo). Rasgo determinante deestas ideas es un providencialismo extremado: un determinismo (que salvaguarda la inalterable soberanía de Dios, cuya presciencia fundamenta el conocimiento apocalíptico). La mirada a lacreación y a la historia conducen a un universalismo. La apelación a la propia responsabilidadacentúa un individualismo.
-
Rasgos del género literario apocalíptico (y su llamativa mezcla de formas literarias)
son lapseudonimia (recurso literario muy difundido y que expresaba un sentido genuino de latradición), el lenguaje simbólico (necesario para describir realidades trascendentes, un presentecomprometedor y un futuro elusivo), un gran desarrollo de la narración de visiones (que tieneprecedentes bíblicos y depende mucho de Ezequiel o Daniel), que a veces implican ascensionescelestes. Uno de los rasgos más significativos es la mirada sobre la historia en forma futura (elautor real narra la historia pasada como predicción del remoto autor seudónimo).
-
Se ha discutido si la apocalíptica es la matriz del cristianismo, o bien lo que hay de apocalípticoen el N.T. son resabios judíos ajenos al Evangelio.
Lo característico de la escatología cristianaes la tensión entre el presente ya salvífico y la culminación futura. Es claro es que elcristianismo participa en cierta manera del mundo de representaciones de la mentalidadapocalíptica (dualismo escatológico y moral, algo de pesimismo, tiempo final, juicio); pero conun cambio radical de perspectiva debido a la fe en Jesucristo. El contraste queda claro en lacristología, que busca en el pasado el acontecimiento decisivo de la salvación. Ello permiterecobrar la visión de la historia y el mundo como el campo de la continua donación de Dios.También la tradición literaria apocalíptica es relativamente escasa en el N.T.
-
La tradición sinóptica
trasluce que Juan Bautista fue profeta mesiánico en el encuadre de unapredicación apocalíptica de juicio inminente (Mt 3,7-12; Lc 3,7-9.15-17). El discursoescatológico de Mc 13, apocalíptico en forma y contenidos, tiene mucho de correctivo de loscálculos apocalípticos. No hay que confundir con su final las crisis en el curso de la historia (Mc13,5-23). Su interés primordial parenético es llenar de sentido el tiempo presente, el de lamisión universal entre persecuciones y contradicciones (Mc 13,9-13), el del seguimiento delcamino de cruz de Cristo (cf. Mc 8,34-38). Da la alerta ante los riesgos de engaños (Mc 13,5b-6.21-22) e insiste en la perseverancia vigilante hasta el fin (Mc 13,13.33. 35.37) que trasciendenuestra historia (Mc 13,24-26).
-
3.4. LAS ESPERANZAS MESIÊNICAS.
Llamamos mesianismo a la esperanza de salvación escatológica, como realización de Dios pormedio de una figura salvífica. Lo distinguimos del «mesianismo» regio o real: la esperanza deun futuro mejor puesta en el rey o la dinastía, como instrumentos de Dios, para una salvaciónhistórica próxima o imprecisa. Si bien la transición del «mesianismo real» al escatológico esmuy fluida y se mantiene la ambigüedad en los intentos históricos para forzar su realización,ambos derivan del ideal de realeza del antiguo Israel. El Mesías es el rey ideal proyectado en elfuturo definitivo. Es posible también que la tradición sacerdotal y el comienzo de la dinastíahasmonea pudieron llevar a una conjugación del mesianismo regio con uno sacerdotal (en ladocumentación de Qumrán entran en escena el Profeta, el Mesías de Israel y el Mesías deAarón).
-
Dentro de las esperanzas mesiánicas, interesa detenerse en dos figuras:
el Hijo del Hombre y el Siervo del Señor
-
El Hijo del hombre
, originalmente símbolo del Pueblo de Dios (Dn 7)sufriente y vindicado, pasa a identificarse con su figura representativa (Henoc en lasSimilitudines). Como éste, es preexistente, reservado en los cielos hasta su manifestación al finde los días, como representante mesiánico de Israel para ejercer el juicio divino escatológico.En 4Esd y 2Bar queda identificado con el Mesías davídico.
-
El Siervo del Señor
de la segunda parte de Isaías, maestro y predicador, luz de salvación para todas las gentes, que sufre en propiciación por los pecadores, es un verdadero mediador de salvación mediante la conversiónreligiosa y moral. Es una figura que recapitula el entero movimiento profético.
-
En este cuadro histórico se sitúa la entrada en escena de Jesús.
Su conciencia de filiación divinay de ser el mediador definitivo de salvación es el punto de partida de la cristología. Jesús fue unmaestro de autoridad única y su enseñanza marca la vida cristiana y la misión de la Iglesia. Sealinea con los profetas, pero delimita su tiempo de cumplimiento del de preparación profética.Las gentes llegaron a reconocerle como profeta, como antes al Bautista. El cristianismo antiguo lo presenta como nuevo Moisés que sobrepuja al primero. Es el Profeta escatológico. Ya en vidase le aclamó como el Mesías, Hijo de David. Había combinado su mensaje con las expectativaspuestas sobre el Hijo del Hombre. Se había identificado con el destino de la figura derivada deDn 7. Ya en su vida terrena, había comenzado a realizar la misión del Siervo del Señor. El cristianismo primitivo recurrió, pues, a estas figuras proféticas para interpretar elacontecimiento de Jesús.
-
4. IGLESIA Y SINAGOGA DESPUÉS DEL AÑO 70
El año 70 de nuestra era, con la destrucción de Jerusalén y del Templo, fue un acontecimiento de más trascendencia de lo que puede parecer a primera vista para la historia del cristianismo.
-
La falta de tacto, o el despotismo y corrupción de los gobernantes romanos, combinados con la exacerbación de las pasiones nacionalistas y el fanatismo religioso de los judíos, ocasionó muchos motines y dos grandes sublevaciones: dos grandes guerras que acarrearon sucesivas catástrofes para la nación judía.
- La primera (66-73) llevó a la ruina de Jerusalén y, con la destrucción del Templo (a. 70), alfin de las instituciones sacerdotales.
- La segunda (132-135), ocasionó la exclusión de los judíos de Jerusalén y su pérdida del solar patrio. Tras las catástrofes, los fariseos lograron aglutinar a los judíos en torno a la Ley y sus propias tradiciones. Los rabinos de Jamnia después del 70, y los de Galilea tras el 135, llegaron a ser el foco espiritual del judaísmo; los cristianos interpretaron la tragedia como un juicio divino.
-
El pluralismo del judaísmo anterior al 70 d.C.
se bifurcó entre los ss. I y II. Por un lado culmina un proceso de formación del judaísmo, aglutinado en torno a la tradición rabínica, heredera de los fariseos, que fragua en el adoctrinamiento de la Mishna y el Talmud. Por otro, los creyentes en Jesucristo, al comienzo todos judíos, ganan crecientemente a paganos a su fe y se multiplican las comunidades cristianas. Judaísmo y cristianismo se remiten a las Escrituras. Tienen en común la Biblia hebrea (que es el A.T. para los cristianos). La diferencia esencial reside en que el judaísmo interpreta esta Biblia desde la tradición talmúdica y el cristianismo desde el N.T.
-
El acontecimiento de Cristo, entendido como cumplimiento y culminación de la Escritura,
se sitúa en el arranque de la tradición cristiana que fragua en el N.T. Los cristianos tienen como foco al Mesías, confesado en Jesucristo, entendido como la prometida y definitiva actuación del Dios salvador. Se entiende que no es la obediencia a la Torá, sino el reconocimiento de la actuación de Dios en Jesucristo lo que da acceso a la salvación. Para los judíos su centro sigue siendo la Ley, escrita y oral, como condensación de la fidelidad a las actuaciones decisivas de Dios en el pasado. La visión del Apóstol se extiende a todos los pueblos. La del rabino se queda en Israel. San Pablo no entiende su conversión como una apostasía del judaísmo, sino como reconocimiento de la actuación del Dios que había prometido la salvación también para los paganos y ha mostrado su voluntad de salvar no por las obras de la Ley sino por la fe en Cristo. Judeocristianos de las primeras generaciones se sintieron justificados para reclamar en exclusiva el nombre judío. Sin embargo, el desarrollo histórico llevó a que fuese la «Iglesia de los gentiles» la heredera de la reclamación de ser «el verdadero Israel».
-
4.1. LA DIASPORA
- En los escritos del Nuevo Testamento que siguen a los evangelios nos encontramos con un hecho que no pude dejar de llamar la atención: el contexto de los Hechos de los Apóstoles y las cartas no es el de Palestina sino el del Imperio romano. Ciertamente contribuyó a este hecho la destrucción de Jerusalén el año 70, pero antes que esto hay que llamar la atención sobre un punto: la cantidad de judíos –a los que se dirigía el evangelio en primer lugar– que estaban instalados a lo largo y ancho del Imperio: es lo que se denomina la diáspora.
- El origen de la diáspora probablemente hay que atribuirlo, por una parte, a la caída del reino de Judá en el siglo VI a.C., y al crecimiento demográfico; por otra parte, al carácter de imperio, establecido por el helenismo y después por los romanos, que favoreció también las migraciones.
-
Alejandría
fue probablemente el foco más activo de la diáspora judía. Allí los judíos contaban incluso con un estatuto jurídico peculiar (políteuma) que no estaba integrado en la polis griega.
-
En Roma
la colonia judía había engrosado repetidas veces por la llegada de cautivos judíos. Cuando san Pablo escribe la carta a los romanos ya había en la ciudad una comunidad cristiana notable.
-
En ciudades de Grecia
había también asentamientos judíos, que sirvieron de anclaje a la misión paulina. Corinto fue la primera de sus bases misioneras. Pablo era un judío de Tarso de Cilicia. En su viaje con Bernabé, ya predicó a judíos en diversas regiones de Asia Menor. Hizo de Éfeso su base en su segundo viaje como líder de la misión. Los judíos de Siria se mantenían en contacto con los de Palestina y Babilonia. Antioquía y Damasco fueron importantes centros judíos que tuvieron que sufrir también las repercusiones de la primera guerra judía. Antioquía de Siria fue, después de Jerusalén, el primer gran foco de expansión cristiana.
-
La tolerancia grecorromana del judaísmo como religio licita
motivó los privilegios y exenciones de la comunidad (exención de servicio militar y actos del culto oficial, cierto grado de jurisdicción civil y penal, etc. Conjunto de peculiaridades y prácticas chocantes (como la circuncisión y el reposo sabático) que dieron ocasión a violentas quiebras de tal tolerancia. Con todo, el estatuto jurídico de los judíos de la Diáspora se mantuvo en principio independiente de los avatares y ruina del Estado judío.
-
La organización interna de las comunidades judías
siguió el doble modelo del consejo de ancianos (presbyteroi) palestino y de la gerousía helenística, en los casos en que pudieron constituir un políteuma en la pólis helenística. Las simples congregaciones (synagogai) tenían un modelo más asequible, para la administración de la comunidad, en los collegia paganos. Celebraban sus reuniones religiosas en la proseukhe, bajo la dirección específica de un archisinagogo y su ayudante. Lo más distintivo de las congregaciones judías eran los ritos religioso-nacionales que delimitaban a sus miembros.
-
El judaísmo
era una religión misionera, pero los mismos ritos, sobre todo la circuncisión, fueron un freno a la misión judía universal, demasiado ligada al nacionalismo. Estas exigencias hicieron que junto a los conversos que la aceptaron (prosélitos), se constituyese una clase intermedia de semiconversos («adoradores» y «temerosos de Dios»), que resultaron particularmente receptivos a la misión cristiana. Los cristianos helenistas de Jerusalén fueron los que, forzados a la dispersión, se dedicaron a la misión fuera de Jerusalén (Hch 8,1-40). En un segundo estadio, comenzaron la de los paganos (Hch 11,20-21). Un tercer estadio lo marca la misión de Bernabé y Pablo (Hch 13-14) y la proseguida luego por Bernabé.
-
4.2. LA PRIMITIVA IGLESIA.
*********************
-
4.2.1 Circunstancias sociales
A cualquier observador imparcial no puede dejar de llamarle la atención la rapidez con la que se desarrollo el cristianismo. El cristianismo encontró en aquel primer siglo de nuestra era un mundo ávido de religión y de salvación. A ello, junto con la intervención especial de Dios tal como testimonian los escritos sagrados contribuyó en gran medida un conjunto de factores que no es posible pasar por alto.
-
A ello, junto con la intervención especial de Dios tal como testimonian los escritos sagrados contribuyó en gran medida un conjunto de factores que no es posible pasar por alto.
- a) En primer lugar la unidad política del gran Imperio, las fáciles comunicaciones por tierra y por mar, e incluso la lengua y cultura griegas dominantes en las ciudades helenistas, que crearon un nuevo tipo de civilización cosmopolita.
- b) La relativa tolerancia religiosa y la búsqueda de la salvación por parte de un pueblo en el que la vida moral decaía y en el que existía un vacío de valores que intentaban llenar diferentes propuestas religiosas. Entre éstas cabe destacar las religiones mistéricas, que ofrecían incluso una salvación que superaba el miedo a la muerte y una relación con un dios personal, y la gnosis, que destacó más tarde, en el siglo II. La fe cristiana rechazaba con decisión y energía todas las formas religiosas paganas. Mientras que estaba abierta a todos los hombres, se mostraba cerrada a cualquier intento de sincretismo religioso. En esto coincidía con el judaísmo.
- c) La red de sinagogas judías de la diáspora, dispersas por todo el imperio romano y fuera de él. Estas sinagogas eran el centro religioso y social de los judíos de la diáspora. En ellas se reunían para rezar y estudiar la Torá y las tradiciones de los padres. Es importante recordar que junto a los judíos –judíos de lengua hebrea y judíos de lengua griega o helenistas– se encontraban los —temerosos de Dios“ (paganos simpatizantes no circuncidados) y los —prosélitos de la justicia“ (paganos circuncidados).
-
Las circunstancias en las que el primer núcleo de los apóstoles predica en Jerusalén, y después rompe el cascarón para lanzarse a la misión universal,
son conocidas y se verán específicamente al tratar del libro de los Hechos. Sin embargo, puede ayudarnos a comprender el contexto de los evangelios algunas nociones en torno a la organización y funcionamiento de la primitiva Iglesia. Geográficamente es importante notar la importancia que ya en el libro de los Hechos tiene Antioquía de Siria (en Antioquía de Siria vivía ya a comienzos de la época helenista una comunidad judía, que contaba en el siglo I con 25.000 ó 40.000 personas). Tenía quizás una gerousía (es decir, un senado), constituida por el gerousiarca y por los representantes de las sinagogas. Mantenían contactos con Jerusalén, gozaban de notables privilegios y sus fiestas atraían a un gran número de paganos. En esta ciudad fue donde, según Lucas, habría comenzado la primera misión cristiana verdadera a los paganos. El impulso vino de aquellos —helenistas“que habían sido expulsados de Jerusalén tras la muerte de Esteban.
-
4.2.2. Organización
Los Doce y un círculo primitivo de apóstoles fueron los primeros testigos cualificados del Resucitado. Pronto el círculo se amplió con otros que colaboraron en la obra misionera. Se reconoció también como apóstoles a itinerantes carismáticos. Tras las primeras generaciones el apostolado itinerante se sustituyó por uno más sedentario. Se aprecia a los Doce como misioneros del mundo y se los valora como el eslabón entre Jesucristo y la Iglesia posterior. San Pablo no hace distinción neta entre los carismas del Espíritu para edificación de la Iglesia: los dones ocasionales y las funciones permanentes. La tríada primordial fueron los apóstoles, profetas y maestros. Todos los que intervienen en la fundación o crecimiento de las comunidades no son sino ministros de la fe. El tránsito entre las funciones carismáticas debió ser muy flexible. La función específica de los apóstoles itinerantes fue cayendo en desuso, aunque se mantuvo algún tiempo (Didajé). El profetismo específico fue perdiendo relevancia por el riesgo de contaminación con el de tipo pagano y acabó desprestigiado por la pretensión de profetismo por parte de gnósticos y sobre todo de montanistas. A diferencia de los profetas, y pese a los denunciados como maestros de error, los maestros siguieron desempeñando sus funciones y otras que ya no desempeñaban apóstoles y profetas. Los maestros gnósticos contribuyeron también al descrédito de la función; sin embargo, ésta se mantiene, aunque, más que como una función específica, como la común a pastores, catequistas y teólogos. La misión encuentra un nuevo cauce en la labor académica de filósofos cristianos.
-
Los que presiden la comunidad empiezan a recibir nombres específicos:
epíscopos y diáconos en comunidades helénico-cristianas y presbíteros en las judeocristianas y de la misión de Bernabé. Pronto se combina la terminología ministerial de presbíteros con la de epíscopos y diáconos. El término de esta combinación, reflejado en las Cartas Pastorales, es la distinción entre obispos, presbíteros y diáconos. El episcopado monárquico, que se remonta a los orígenes de algunas comunidades, está ya afianzado en tiempos de San Ignacio de Antioquía.
-
4.2.3. Confesión de fe
Núcleo del kérygma (la proclamación) primitivo fue el acontecimiento de Jesucristo como clave para un pesher cristiano de las Escrituras. Esta predicación trasmite las tradiciones de y sobre Jesús, que se desarrollan en las diversas formas de catequesis. El Evangelio empieza a fraguar por escrito sin que cese por ello la vitalidad de su tradición oral. Esta situación se mantiene hasta bien entrado el s II, cuando se hace cada vez más explícita la referencia a documentos evangélicos y otros escritos «apostólicos», de cuya común recepción se hacen conscientes las comunidades más conectadas entre sí.
-
Las confesiones de fe
se desarrollaron en formulaciones más amplias. La confesión trinitaria bautismal favoreció las de estructura ternaria. Unas sirvieron para presentar la regla de fe de la predicación apostólica frente a las tergiversaciones heréticas. Otras se formularon como credos declaratorios para la catequesis y el rito bautismal.
-
La tradición de fe
se trasmite por la autoridad del Señor y la acción del Espíritu. La transmisión se hace con atención al doble polo de la fidelidad y la actualización. Se buscan criterios para discernir la derivación auténtica. El de la simple genealogía de transmisores (Papías) es pronto abandonado por el abuso que comienzan a hacer de él los gnósticos. Los católicos la localizaron en la regla de fe de la predicación apostólica y los escritos integrados en lo que se delimitará como canon del N.T., que completa el del A.T. Los obispos como sucesores de los apóstoles son los garantes de la continuidad en la tradición.
-
Los cristianos
habían heredado del judaísmo helenístico el canon de la Biblia griega. Sin embargo hubo cristianos helenistas que chocaron con esta herencia judía. Se trató de superar las dificultades mediante el recurso a la interpretación alegórica. Marción y los suyos prefirieron rechazar el A.T. y con él al Dios de los judíos. En general los gnósticos optaron más que por el rechazo frontal por diversos modos de devaluación del uno y el otro. Entre tanto la Iglesia, que mantenía su fidelidad al A.T., había delimitado el canon de su propia tradición fijada en documentos cada vez más comúnmente aceptados. No debió resultarle difícil deslindarlos, como canon del N.T., de la exuberante literatura apócrifa. Lo que quedaba de válido en ella se reconocía ya integrado en el N.T. Fuera de éste quedaba demasiado contaminado por composiciones heréticas o se trataba de composiciones demasiado recientes, que no podían reclamar la apostolicidad. La antigüedad de la recepción, la coincidencia con otras comunidades y la coherencia con la regla de fe fueron los criterios decisivos de la recepción. La consiguiente devaluación de la literatura apócrifa acarreó la pérdida de muchos de estos escritos. Un número suficientemente significativo se mantuvo hasta nuestros días, en que descubrimientos ocasionales de algunos de ellos ha impulsado a algunos estudiosos a una revalorización histórica de esa literatura, desde el presupuesto de un pluralismo radical del cristianismo primitivo. Hay gente que intenta dar un vuelco a la selección hecha por las primeras generaciones cristianas.
-
La confesión de fe
tuvo que ser pronto precisada contra tergiversaciones heréticas con formulaciones que hacían la función de reglas de fe. Su contenido queda delimitado por las doctrinas de fe en que coinciden las iglesias de tradición apostólica. Garante de esta tradición es la cadena de obispos sucesores de los apóstoles (Hegesipo, Ireneo).
-
La regla de fe
pasa a ser un sumario explícito de la doctrina tradicional que se contrapone a los sistemas gnósticos, como única clave auténtica para la interpretación de la Escritura (Ireneo, Tertuliano). Los pastores cerraron filas contra las amenazas a la identidad cristiana.
-
La Iglesia en el N.T.
no es sólo un conjunto de comunidades sino una (cf. Mt 16, 18), como lo expresan también diversas imágenes (Templo de Dios, Cuerpo de Cristo, Esposa), que más allá de la realidad empírica remiten al misterio. El mismo pan eucarístico es símbolo de su unidad. San Ignacio la denomina katholiké ekklesía. Las comunidades dispersas realizan ampliamente la conciencia de su koinonía católica, mediante encuentros, correspondencia y sínodos. Escritura, Regla de Fe y Tradición fueron sus señas de identidad garantizadas por instancias sucesivas (obispo, sínodo local, concilio ecuménico) hasta acabar más tarde por descubrir todas las implicaciones del primado romano.
-
2. LOS EVANGELIOS EN LA IGLESIA
***************************
-
1. LOS EVANGELIOS EN EL MARCO DEL NUEVO TESTAMENTO
El momento culminante de la Revelación divina a la humanidad ha sido el de la Encarnación del Hijo de Dios. Jesucristo «lleva toda la Revelación a su plenitud con su presencia y manifestación, con sus palabras y obras, signos y milagros, y, sobre todo, con su Muerte y gloriosa Resurrección de entre los muertos y con el envío del Espíritu de la verdad» (Dei Verbum, n. 4). Con ello Cristo «realiza la obra de salvación que el Padre le encomendó» (Ibid). Esa obra salvífica del Señor –enseñada de viva voz por los Apóstoles y entregada de continuo en la Sagrada Tradición de la Iglesia– ha quedado consignada por escrito, bajo la inspiración del mismo Espíritu Santo, en los libros del Nuevo Testamento, en los que la palabra de Dios alcanza su culmen. Dentro de ese conjunto de libros, los evangelios ocupan el lugar preeminente. Para comprenderlo, vamos a examinar en esta lección diversas nociones que nos ayuden a introducirnos en su significado. Comenzamos con dos notas introductorias: el significado de la palabra evangelio y el contenido general común a los cuatro evangelios.
-
2.1 ORIGEN Y SIGNIFICADO DE LA PALABRA —EVANGELIO“
El Nuevo Testamento se abre con cuatro libros que denominamos de la misma manera: «Evangelio»; igualmente inspirados que los restantes libros de la Sagrada Escritura, son los más excelentes de todos ellos, «porque constituyen el principal testimonio de la vida y de la doctrina del Verbo hecho carne, nuestro Salvador» (Dei Verbum, n. 18) . Estos cuatro libros fueron designados con el título de «Evangelio» desde principios del siglo II. Por ejemplo, hacia el año 150, San Justino mártir les llama «recuerdos de los Apóstoles» o «Evangelios» (Apología I,66,3). Sin embargo, antes de esa época, la palabra «evangelio» no designaba un libro en el sentido en que se usó más tarde por los cristianos.
-
¿Por qué, pues, se les llamó «evangelios»?
La palabra «evangelio», de origen griego (euangélion), significa originariamente «buena noticia». También se empleaba en la antigüedad griega para indicar la recompensa que se daba al portador de esa buena noticia, o el sacrificio de acción de gracias que por ella se ofrecía a los dioses. Los romanos, por su parte, llamaron «evangelios» al conjunto de los beneficios que el emperador Augusto había traído a la humanidad. Entre los judíos el verbo «evangelizar», «anunciar el evangelio», alcanza un particular relieve cuando se emplea para hablar de los tiempos mesiánicos, en los que Dios salvará al pueblo: «¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que trae la buena noticia, que pregona la salvación!» (Is 52,7).
-
A quien se refiere cuando Nuestro Señor, desde el principio de su ministerio público, invita a creer en el Evangelio.
se refiere a la buena noticia del advenimiento del Reino de Dios que El anuncia, y que llega con El: «El tiempo se ha cumplido y está cerca el Reino de Dios; haced penitencia y creed en el Evangelio» (Mc 1,14). Esa buena noticia de la Salvación ha de ser proclamada en todo el mundo, y para ello envía el Señor a los Apóstoles (cfr Mc 16,18).
-
De esta forma, la predicación de los Doce acerca de Jesucristo y de su obra redentora
se llama también «el evangelio», que en la predicación apostólica versa sobre las palabras y las acciones de Jesús; pero sobre todo proclama que Cristo, con su Muerte y Resurrección, nos ha redimido de nuestros pecados, realizando las promesas salvadoras que Dios hizo en el Antiguo Testamento. Así, el Evangelio que los Apóstoles proclaman es el anuncio de la buena noticia, que es el mismo Jesucristo.
-
Sólo existe por tanto un Evangelio –«buena noticia»–:
el predicado por los Apóstoles que, a su vez, lo han recibido de Cristo y que lo proclaman con la fuerza del Espíritu Santo. San Pablo escribía: «Como ya dijimos antes, ahora os repito: si alguno os anuncia un evangelio diferente del que habéis recibido, ¡sea anatema!» (Ga 1,9). Hay, pues, que mantenerse firme en el Evangelio, que es inmutable, y no existe otro que lleve a la Salvación.
-
En resumen, la palabra «evangelio»
la usaron los cristianos, en primer lugar, para designar el anuncio gozoso de la Salvación realizada por Cristo. Cuando más tarde este anuncio fue puesto por escrito, se aplicó la palabra a los mismos libros que contenían el «evangelio» predicado. Así, pues, los cuatro primeros libros del Nuevo Testamento se llaman Evangelios, porque en ellos se nos transmite el «evangelio» que predicaban los Apóstoles, los cuales lo habían recibido de Cristo. Los Evangelios son así el «testimonio divino y perenne» (Dei Verbum, n. 17) del sentido de la vida de Cristo. Se escribieron con el fin de contribuir al cumplimiento del mandato de Señor de que el Evangelio –la «buena noticia»– llegara a todos los hombres. San Juan lo dice expresamente al final de su relato: «Muchos otros milagros hizo también Jesús en presencia de sus discípulos, que no han sido escritos en este libro. Estos, sin embargo, han sido escritos para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su nombre» (Jn 20,30-31). Con estos escritos Dios ha querido que conozcamos la solidez de la doctrina que hemos creído (cfr Lc 1,4). Con esa intención nos narran la verdad sincera acerca de Jesucristo –verdadero Dios y verdadero Hombre–, de sus palabras y de sus hechos (cfr Dei Verbum, n. 19).
-
2.2. CONTENIDO Y ESTRUCTURA GENERAL DE LOS EVANGELIOS
************************************************
-
En el discurso pronunciado por San Pedro en casa del centurión Cornelio se expone así la vida de Nuestro Señor:
«Vosotros sabéis lo ocurrido por toda Judea, comenzando por Galilea, después del bautismo que predicó Juan: cómo a Jesús de Nazaret le ungió Dios con el Espíritu Santo y poder, y cómo pasó haciendo el bien y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Y nosotros somos testigos de todo lo que hizo en la región de los judíos y en Jerusalén; de cómo le dieron muerte colgándolo de un madero. Pero Dios le resucitó al tercer día y le concedió manifestarse, no a todo el pueblo, sino a testigos elegidos de antemano por Dios, a nosotros, que comimos y bebimos con él después que resucitó de entre los muertos; y nos mandó predicar al pueblo y atestiguar que éste es quien ha sido constituido por Dios juez de vivos y muertos. Acerca de él testimonian todos los profetas que todo el que cree en él recibe por su nombre el perdón de los pecados» (Hch 10,37-43).
-
(Hch 10,37-43). Cual es la importancia de este texto?
- El texto deja al descubierto las principales características de los evangelios. Estos escritos tratan sobre lo ocurrido (es decir, acontecimientos históricos que tuvieron lugar), en Judea y Jerusalén, comenzando por Galilea (con ello se señala el lugar geográfico), después del bautismo que predicó Juan (con ello se señala el tiempo). Y las cosas que ocurrieron se especifican en concreto: la unción de Dios con el Espíritu Santo (Bautismo de Jesús), la actividad pública (pasó haciendo el bien y sanando…), la muerte, la resurrección y el testimonio de los apóstoles (—comimos y bebimos…“). Esta estructura general, se puede articular en diversas partes comunes a todos los evangelios, aunque con particularidades en cada unos de los textos:
- 1. En cuanto al comienzo: San Juan empieza remontándose hasta la eternidad del Verbo en el seno del Padre, y exponiendo la Encarnación del Hijo de Dios y su vida entre los hombres (Cfr Jn 1,1.14). San Lucas y San Mateo inician la narración evangélica con los relatos sobre el nacimiento, infancia y vida oculta de Jesús (Mt 1-2; Lc 1-2). San Marcos da comienzo directamente a su escrito con el anuncio de San Juan Bautista acerca de la necesidad de la penitencia para recibir al Mesías.
- 2. A continuación, los cuatro Evangelios pasan a exponer la preparación inmediata de Cristo para su ministerio público: bautismo de Jesús en el río Jordán con una clara revelación de la Santísima Trinidad; testimonio de Juan Bautista de que Jesús es el Cristo; los tres primeros Evangelios traen además el relato del ayuno y tentaciones en el desierto durante cuarenta días. Los Evangelios, al narrar estos acontecimientos, nos enseñan la incomparable superioridad de Cristo sobre Juan Bautista y todos los Profetas del Antiguo Testamento –Jesús es el Hijo de Dios–, así como el carácter divino de su misión –Jesús viene a instaurar el Reino de Dios– (cfr Mt 3,1-4.11; Mc 1,1-13; Lc 3,1-4.13; Jn 1,19-51).
- 3. La parte más amplia de los Evangelios está dedicada a mostrarnos cómo, efectivamente, Jesús pasó haciendo el bien: curaba a los enfermos y libraba a los poseídos del demonio, porque Dios estaba con El (Hch 10,38) predicaba y obraba milagros con poder divino (Hch 2,22). Por contraste, iba creciendo el odio de las autoridades judías contra El, que culminaría en su Pasión y Muerte. Esta sección de los Evangelios es la que recoge lo que se designa como «Vida pública del Señor». «Cristo instauró el Reino de Dios en la tierra y manifestó a su Padre y se manifestó a Sí mismo con obras y palabras» (Dei Verbum, n. 17) Los evangelistas relatan la constante predicación de Jesús, de la que podemos destacar los siguientes aspectos: el comportamiento que han de tener los discípulos –discurso del Monte–; las cualidades del Reino de los Cielos que El viene a establecer –parábolas del Reino–; el verdadero alimento del alma en el nuevo Reino –discurso del pan de vida–; etc. El Señor va corroborando su enseñanza y mostrando la veracidad de sus palabras con muchos milagros, entre los que sobresalen: la conversión del agua en vino en Caná de Galilea (Jn 2,1-11); la resurrección del hijo de la viuda de Naín (Lc 7,11-17)y la de la hija de Jairo (Mc 5,21-43), la curación de endemoniados (Mc 5,1-20), de leprosos y de otros enfermos (Mc 1,29-31 y par.; 2,1-12 y par.; 3,7-12 y par.); la multiplicación de los panes y de los peces (Mc 6,32-44 y par.) etc. Además de la predicación constante y de la realización de milagros, los Evangelios narran en esta etapa la elección de los Apóstoles (Mc 3,13-19 y par.). Ellos serán los testigos directos de los milagros, y a ellos explicará el Señor su doctrina con más detenimiento, hasta que, con la gracia divina, puedan reconocerle como el Mesías e Hijo de Dios, momento que marca un hito importante en el conjunto de la narración evangélica (cfr Mt 16,13-20; Mc 8,27-30; Lc 9,18-21; Jn 6,67-71).
- 4. A partir de aquí los Evangelios se centran en el camino que Cristo recorre hasta su Muerte y Resurrección en Jerusalén. En esta sección, que en el Evangelio de San Lucas adquiere una extensión mucho mayor (caps. 9-21), contemplamos cómo se va intensificando el endurecimiento y el odio de las autoridades judías hacia Jesús hasta decidir darle muerte (Mc 11,18 y par.; Jn 11,53); esto forma parte de los misteriosos planes de Dios, y Jesús profetiza hasta tres veces los acontecimientos finales de su vida en la tierra (Mc 8,31-33 y par.; Mc 9,30- 32 y par.; Mc 10,32-34 y par.; Jn 10,17-18). Al mismo tiempo manifiesta más claramente a los discípulos su divinidad (cfr Mc 9,2-10 y par.; Jn 12,28-30). De la actividad de Jesús en Judea inmediatamente antes de la entrada triunfal en Jerusalén (Mc 11,1-11 y par.; Jn 12,12-19) sobresalen, entre otras cosas, los milagros de la resurrección de Lázaro (Jn 11,1-45) y la curación del ciego Bartimeo (Mc 10,46-52).
- 5. Con la narración de los últimos días del ministerio en Jerusalén (Mt 21-25 y par.; Jn 12,12-50), finaliza en los Evangelios la vida pública de Cristo. Los evangelistas nos han transmitido las palabras y los hechos más significativos de la vida del Señor, y la explicación del porqué de su Muerte en la Cruz y de su triunfo glorioso, que constituyen el mensaje central del Evangelio predicado. Los relatos de la Pasión del Señor refieren la realidad de su Muerte y concluyen con el testimonio de los discípulos de haber visto a Cristo resucitado, de haber comido con El, escuchado sus palabras y tocado su cuerpo glorioso. Cristo resucitado, antes de la Ascensión a los cielos, envía a los Apóstoles a predicar el Evangelio y a bautizar a todas las gentes para la remisión de los pecados (Mt 28,18-20; Mc 16,15; Lc 24,47; cfr Jn 20,21-23).
-
2. CRONOLOGIA Y LUGAR CANONICO DE LOS EVANGELIOS
Tras estas nociones de carácter general, tratamos ahora de manera particular otros puntos que nos permiten profundizar en el ser de los evangelios. Al abordar la cuestión de la cronología y el lugar canónico de los evangelios, no nos interesamos primeramente en la fecha en que se escribieron los evangelios (asunto que se tratará más adelante), sino en otro matiz: en el hecho de que los evangelios, sin ser los primeros escritos del Nuevo Testamento que se compusieron (muchos escritos de San Pablo son anteriores, y el evangelio de San Juan es uno de los últimos escritos que se escribió), ocupan sin embargo el primer lugar en el Nuevo Testamento.
-
Desde este punto de vista, sí interesa señalar un punto importante:
los relatos evangelios surgen en el marco de la desaparición de los apóstoles. Los testimonios de la antigüedad cristiana, con ciertas vacilaciones de fecha, son unánimes en este punto. Sobre San Marcos, dice Papías, Obispo de Hierápolis, hacia el 125: —Marcos, que fue intérprete de Pedro, escribió exactamente pero sin orden todo cuanto se recordaba de lo que el Señor dijo e hizo“. Y Eusebio de Cesarea, que es quien recoge estas frases, comenta: —Marcos no había escuchado ni acompañado al Señor. Pero más tarde, como he dicho, acompañó a Pedro. Pero éste daba su enseñanza según las ocasiones y sin establecer un orden entre las sentencias del Señor, de modo que Marcos no cae en falta al escribir ciertas cosas tal como las recordaba. Sólo se preocupaba de una cosa: no dejar nada de lo que había escuchado ni decir ninguna cosa falsa“ (Historia Eclesiástica, 3,39,15). La ocasión del evangelio escrito parece ser la desaparición de Pedro: para que no se perdiera su mensaje, Marcos lo pone por escrito. En cambio, en otro momento, el mismo Eusebio recoge el testimonio de Clemente de Alejandría (180-211) que supone todavía la presencia de Pedro: —El evangelio según Marcos se empezó a escribir de la siguiente manera: en tiempos en los que Pedro publicaba la palabra en Roma y exponía el evangelio bajo la acción del Espíritu, aquellos que en gran número estaban presentes en aquella ocasión le pidieron a Marcos que, puesto que llevaba mucho tiempo acompañando a Pedro y se acordaba de las cosas que él había dicho, pusiera por escrito sus palabras; así lo hizo y les dio el evangelio a los que se lo habían pedido; cuando se enteró de ello Pedro, no dijo nada ni para impedirlo ni para promoverlo“ (Historia Eclesiástica, 6, 14,5-7).
-
Por tanto, de éstos, y de otros testimonios puntuales que se refieren a los cuatro evangelios canónicos , puede deducirse que los evangelios vienen a llenar el hueco que dejó la predicaciónapostólica. Por eso son canónicos, son norma, como lo era la predicación apostólica. El proceso por el que los evangelios se transformaron en canónicos pudo ser el siguiente:
- 1. En primer lugar conviene recordar que canon se puede entender en un doble sentido, como norma, y pasivo, como conjunto normativo. Para descubrir el lugar canónico de los evangelios es sumamente importante establecer en el punto de partida la noción de canon en sentido activo, es decir como norma.
- 2. La norma (el canon) es, en primer lugar, Jesucristo y su evangelio. Es canónica también la predicación apostólica en cuanto los apóstoles son testigos de la tradición de Jesús: el evangelio que predicaban es el que Cristo les mandó predicar. Pero es importante considerar que estamos en el periodo oral. En la misma generación apostólica, o en el momento inmediatamente posterior, aparecen escritos (cartas, evangelios, etc.) relacionados con los apóstoles a los que se les da la misma autoridad normativa que a las escrituras del AT o a la predicación apostólica. Hay por tanto un paso del canon vivo al canon escrito. Testigo de este paso es por ejemplo Ignacio de Antioquía (comienzos del s. II) para quien la autoridad es el evangelio de Jesucristo, no importa si es oral o escrito.
- 3. En el siglo II con la desaparición de la generación apostólica, estamos ya en el ámbito de lo escrito. Pero precisamente por eso se presenta una nueva cuestión: la aparición de muchos escritos que reivindican su carácter de evangelios (evangelio de los hebreos, de los ebionitas, de Tomás, etc) o de escritos apostólicos (cartas y hechos de diversos apóstoles). Ahora bien, en los grupos en los que se utilizan estos escritos se suele dar conjuntamente otro fenómeno que es la mutilación de la colección o de los escritos. Ejemplos: los gnósticos rechazan las pastorales; los ebionitas a Pablo y de los sinópticos a Mc y Lc; los montanistas exaltan Juan y Apocalipsis; mientras que los alogos los rechazan. El ejemplo más contundente es Marción que, del Nuevo Testamento, sólo recoge Lucas –sin aceptar Lc 1-2– y de San Pablo sólo 10 cartas (sin las pastorales). Con todo, el Diatessaron de Taciano (mediados del siglo II) nos indica que ya hay un corpus aceptado de los cuatro evangelios.
- 4. Por tanto, la cuestión es descubrir por qué se aceptaron esos cuatro evangelios (y paralelamente los libros del nuevo Testamento) y no otros. Es la cuestión que se desarrolla entre los siglos II-IV, conde pasamos ya definitivamente del canon activo al canon pasivo. Hay escritos que reproducen la predicación apostólica y otros que no. En lo que se refiere a los evangelios no hay excesivas dudas en cuanto a la canonicidad, pero los criterios que se siguen en todos los libros son los mismos que sirven para los evangelios. Puede decirse que son una mezcla de tradición y verificación, en tres aspectos:
-
Por tanto, la cuestión es descubrir por qué se aceptaron esos cuatro evangelios (y paralelamente los libros del nuevo Testamento) y no otros.
Es la cuestión que se desarrolla entre los siglos II-IV, conde pasamos ya definitivamente del canon activo al canon pasivo. Hay escritos que reproducen la predicación apostólica y otros que no. En lo que se refiere a los evangelios no hay excesivas dudas en cuanto a la canonicidad, pero los criterios que se siguen en todos los libros son los mismos que sirven para los evangelios. Puede decirse que son una mezcla de tradición y verificación, en tres aspectos: Origen apostólico, Sensus fidelium, Uso en la lectura pública.
-
Origen apostólico
Se debe mostrar que un libro se leía en público desde la era apostólica (por tanto que lo aprobaban quienes habían recibido la predicación apostólica) y que concordaba con los otros libros transmitidos desde entonces por los apóstoles.
-
Sensus fidelium
El criterio de la fe ortodoxa. Ningún evangelio –o escrito– podía ser aceptado como auténtico si tenía una interpretación contraria a la fe ortodoxa, especialmente en lo que se refería a la Encarnación y a la Pasión, Muerte y Resurrección del Señor que se realizó --según las Escrituras“.
-
Uso en la lectura pública
Un libro se demostraba autoritativo si por el uso que se había hecho de él había arraigado en la tradición porque se había demostrado eficaz en la edificación de la fe. Los ejemplos de acribia demuestran la utilización genérica de estos criterios. Así por ejemplo nos transmite Eusebio ( Historia Eclesiástica, 6,12.3-6) que Serapión, obispo de Antioquía visitó, por el año 190 Rhossos de Cilicia, donde la comunidad estaba en desacuerdo con la lectura oficial de un —evangelio de Pedro“. El Obispo aprobó la lectura sin leer el libro, pero más tarde, en Antioquía lo leyó y lo confrontó con los otros evangelios apostólicos y lo prohibió porque era herético. Por tanto, confrontó apostolicidad con ortodoxia y de ahí su conclusión. Otro ejemplo lo tenemos en Tertuliano (De Baptismo, 17,4-5). Cuenta cómo una obra ortodoxa —Hechos de Pablo“ compuesta por un sacerdote de la provincia de Asia para exaltar la figura del Apóstol fue aceptada en un primer momento por muchos. Pero, cuando el sacerdote admitió que la había compuesto, fue depuesto por haber querido hacer pasar por histórico lo que era producto de su fantasía. Tenía ortodoxia pero le faltaba apostolicidad. Finalmente, el ejemplo de la Didajé, o las epístolas clementinas, el Pastor de Hermas, etc., nos confirma que el criterio de uso público no bastaba. Tenía que ser de uso público desde la época de los apóstoles.
-
Con esto descubrimos también por qué han sido éstos los cuatro evangelios que han llegado hasta nosotros:
son de origen apostólico, son los aceptados en las iglesias, y son concordes unos con otros. Pero también hay un aspecto que no debe dejar de señalarse. Los evangelios pretenden reproducir el evangelio oral y tienen su origen en la predicación apostólica. De ahí la expresión de los Padres: hay un único Evangelio en cuatro evangelios. Es lo que veremos ahora.
-
Dice Ireneo a propósito de los autores de los evangelios:
- 1. Mateo publicó entre los hebreos en su propia lengua, una forma escrita de evangelio, mientras que Pedro y Pablo en Roma anunciaban el evangelio y fundaban la Iglesia. También Papías habla sobre Mateo: —Mateo puso por orden las sentencias (del Señor) en lengua hebrea; pero cada uno las interpretó como pudo“ (Historia Eclesiástica, 3, 39,16).
- 2. Fue después de su partida cuando Marcos, el discípulo e intérprete de Pedro, nos transmitió también por escrito lo que había sido predicado por Pedro.
- 3. Lucas, compañero de Pablo, consignó también en un libro lo que había sido predicado por éste.
- 4. Luego Juan, el discípulo del Señor, el mismo que había descansado sobre su pecho (Jn 13,23) publicó también el evangelio mientras residía en Efeso“ (Contra los herejes, 3,1,1). A propósito de este último evangelista, Juan, dice también Clemente de Alejandría: —Por su parte, Juan, el último, al ver que el aspecto material de las cosas ya había salido a la luz en los evangelios, movido por los discípulos, compuso un evangelio espiritual, llevado directamente por el Espíritu“ ( Historia Eclesiástica, 6, 14,5-7).
-
3. EL EVANGELIO Y LOS EVANGELIOS. EL GÉNERO LITERARIO EVANGELIO
**************************************************************
-
Las cuestiones tratadas en el apartado anterior nos llevaban a relacionar estrechamente el Evangelio predicado por Jesús, y después por los apóstoles, con las cuatro narraciones de losevangelistas. La fórmula patrística, un evangelio en cuatro evangelios, así lo evidenciaba.Propiamente el término es de San Ireneo cuando dice:
—puesto que existen cuatro regiones en el mundo en que vivimos y cuatro vientos cardinales; puesto que, por otra parte, la Iglesia se encuentra diseminada por toda la tierra y que la columna y el fundamento de la Iglesia es el Evangelio y el Espíritu de vida, es normal que esta Iglesia posea cuatro columnas que emitan por todas partes hálitos de incorruptibilidad o vivifiquen a todos los hombres. Por donde aparece que el Verbo artesano del Universo, que está sentado sobre los querubines y que todo lo mantiene, una vez manifestado a los hombres, nos ha dado el Evangelio cuadriforme, Evangelio que está mantenido, no obstante, por un sólo Espíritu. (...) Puesto que Dios, en efecto, todo lo compone con proporción, era necesario que la forma bajo la cual se presentaba el evangelio estuviera también perfectamente compuesta y armoniosamente dispuesta“ (Adversus Haereses, III,11,8-9).
-
Es indudable que detrás de las expresiones de San Ireneo late –junto con el exotismo de su formulación– una polémica contra aquellos escritos que pretenden ser evangelio de Jesucristo pero que no lo reproducen. Pero al mismo tiempo da por supuesta una cosa interesante para nosotros:
los evangelios son también Evangelio (o señalan al Evangelio). No son primeramente una historia de Jesús , sino las columnas del Evangelio o sus puntos de referencia. ¿Qué son pues los evangelios? Nos podemos aproximar a esta pregunta desde diversos puntos de vista, pero quizás el más significativo sea aquel que pretende señalar cuál es el género literario del Evangelio.
-
El género literario evangelio
En primer lugar hay que apuntar una noción metodológica: identificar o describir el género literario de un escrito no es situarlo meramente en una clasificación . El género literario es antes que nada una indicación de lectura; un —léase como... (libro de poemas, epopeya, tragedia, etc)“ . Al mismo tiempo hay que tener en cuenta que la identificación de un escrito con un género determinado no puede entenderse como algo rígido. La historia de la literatura, con la evolución de los géneros literarios, muestra que estamos ante una categoría algo más dinámica. Cada género se puede tipificar en una serie de rasgos pertinentes que están presentes en un momento determinado (narración/no narración, histórica/ficticia, acerca de ideas/acerca de acontecimientos, con marco cronológico/sin marco cronológico, etc.) a los que, más o menos, debe sujetarse el autor de un nuevo escrito si quiere que se le entienda como tal. Y se dice —más o menos“ porque no es necesario que se sujete a todos; es más, la evolución de los géneros se produce cuando en el proceso de sedimentación e innovación. Con estos presupuestos y en estas condiciones es fácil deducir la importancia que tiene catalogar los rasgos pertinentes de lo que denominamos evangelios. Entre otras razones porque los libros que denominamos así no tienen un subtítulo que nos diga a qué género pertenecen.
-
3.1. CARACTERISTICAS PARTICULARES DE LOS EVANGELIOS
- El punto de partida debe ser una aproximación somera al texto. Una simple lectura de los relatos evangélicos nos muestra enseguida que son una narración de la actividad pública (docente y taumatúrgica fundamentalmente) de Jesús, seguida de una narración más detallada del proceso que le llevó a la muerte.
- Pero cualquiera tiene esta afirmación por excesivamente genérica. Es mejor atender primero a ver cómo pudo entenderse el relato evangélico en el tiempo en el que se compuso. Tres son los marcos en los que se puede vislumbrar de alguna manera el contexto del evangelio: el marco hebreo, el marco grecorromano y la estructura fundamental de los mismos evangelios, la estructura narrativa fundamental de los evangelios.
-
Marco hebreo
Se trata de buscar en la literatura anterior y contemporánea a los redactores de los evangelios textos que puedan servir de falsilla. No hay ningún parangón exacto en textos del antiguo Testamento. Ciertos parecidos en la actividad taumatúrgica se pueden vislumbrar en los ciclos de Elías y Eliseo en el libro de los reyes. También hay algunos rasgos de la predicación que se asemejan a la actividad de algunos profetas escritores (Isaías, Jeremías, etc.). Con todo es claro que no existe una falsilla exacta en el antiguo Testamento para el texto. En cuanto a estas indicaciones genéricas sí habría que decir que el texto de los evangelios se presenta en continuidad con dos formas fundamentales del AT, la narración, histórica. Al mismo tiempo, esta primera constatación pone de manifiesto una cosa muy importante que es la novedad que supone Jesús para sobreponerse por encima de una tradición tan fuerte.
-
El marco grecorromano en el que nacen y se desarrollan los evangelios. Hay cuatro nociones que pueden ayudarnos a establecer este marco:
- 1. En primer lugar, las reacciones de los paganos (Celso, Porfirio, etc.) que se nos conservan en las Apologías. Por una parte estos detractores del cristianismo deploran el estilo pobre de los evangelios, que no les parece digno de una doctrina que pretende ser la verdadera. Por otra parte protestan de los intentos de explicación alegoristas con que los apologistas tratan de salvar las contradicciones históricas que se presentan en ellos (los testimonios de la resurrección, la convocación de los discípulos, etc). Esto nos indica por tanto que los cristianos reciben los evangelios como narraciones no-míticas, porque en ese caso les bastaría con defender las ideas y no los hechos. Los evangelios pertenecen a la narración de hechos históricos, aunque no tengan la acribia que necesita la Historia.
- 2. En segundo lugar podemos fijarnos en las denominaciones utilizadas por los cristianos. Los nombre más comunes son: 1) Logia Kyriaka, es decir, —cosas dichas por (sobre) el Señor“. Utilizado por Papías. El término deriva del Antiguo Testamento que tiene una presentación muy semejante para designar la actividad de los profetas. 2) Apomnemoneúmata tôn apostólôn, —Recuerdos de los apóstoles“. La usa Justino (Apología, 1,66,3; 67; Diálogo con Trifón, 100,4; 103,8; 106,1.3.4) y también Papías (el verbo) y Eusebio. Por el contexto en el que se utiliza no parece que la expresión deba entenderse como forma literaria análoga a las Memorias griegas. Es posible que subraye, en cambio, la apostolicidad de los escritos (autenticidad apostólica). 3) Euangelia, Justino (Apología, 66,3; Diálogo con Trifón, 10,2;100,1) es el primero que utiliza el término como sinónimo de recuerdos de los apóstoles. Lo utilizan también Ireneo, Clemente de Alejandría, etc. Lo notable del título es que sólo se utiliza para las narraciones sobre la vida del Señor y no para otros textos (hechos, cartas, apocalipsis) que también reproducen el Evangelio. 4) Hypomnema, --Comentarios“. El término hace referencia a los escritos en cuanto fuentes: una especie de cuerpo bruto que necesita ser ordenado.
- 3. En tercer lugar debe considerarse la única indicación expresa ofrecida por los mismos textos: el prólogo de Lucas. El prólogo del tercer evangelio, similar al de los historiadores helenistas, hace que su obra pueda entenderse como una —monografía histórica“. Frente al plan general de los otros evangelios sinópticos, Lucas tiene una cierta tendencia a acentuar características que le hacen similar a esas monografías (desarrollo conceptual, situación en el marco de la historia general, etc.). De esto puede deducirse que Lucas sí quiso, en cierta manera hacer una monografía histórica. En consecuencia puede concluirse que si en Lucas no falta la dimensión de evangelio, tampoco en los otros evangelios falta la dimensión histórica.
- 4. Finalmente, se puede ver también como marco el género biográfico propio al que remite indudablemente una lectura sencilla de los evangelios. Ahora bien, hay que precisar la concepción de género biográfico. Si se tiene un concepto amplio, entran dentro losevangelios; si se tiene un concepto estrecho, no. Por ejemplo, faltan en los evangelios tópicos clásicos de la biografía como el retrato físico, psicológico, moral, etc. Se parecen más bien al Pentateuco en el que la figura de Moisés es vehículo para otra cosa: la formación y el desarrollo del pueblo.
-
La estructura narrativa fundamental de los evangelios.
Una lectura detenida de los evangelios apunta a la importancia de ver la perspectiva con la que están narrados. Desde el punto de vista de la trama, el evangelio consta de dos partes: la predicación de Jesús –sobre todo en Galilea– y su muerte en Jerusalén. Las controversias con los fariseos son el nexo entre estas dos partes: se hace intenso al final lo que estaba incoado al principio. También hay que tener presente el punto de vista del narrador. El narrador del evangelio sabe ya el final. Sabe ya que Jesús es el Cristo y el Hijo de Dios. Y que vivió para predicar el evangelio y murió para resucitar. Y con su narración muestra cómo lo hizo; tal vez muestre también cómo los que lo vieron no lo reconocieron, a pesar de que estaba incoado en sus acciones. Finalmente, hay que tener presente el punto de vista del lector. La narración de los evangelios va conduciendo al lector a seguir los pasos de los discípulos que no reconocen a Jesús hasta que al final lo confiesan primero como Mesías y después como Hijo de Dios. Estas últimas notas son muy claras en Marcos, pero en cierta manera esta estructura del reconocimiento subyace en los cuatro evangelios.
-
3.2. RASGOS PERTINENTES DEL GÉNERO EVANGELIO
*********************************************
-
Con lo que hemos visto, especialmente con lo que hemos subrayado en cursiva a lo largo de los apartados parece que pueden quedar mas o menos claros una serie de rasgos pertinentes del género evangelio:
- 1. Es una narración de carácter histórico (no necesariamente del género Historia que sólo está incoado).
- 2. Que versa sobre la proclamación del Reino –con hechos y palabras– por parte de Jesús, y sobre su muerte y resurrección (las controversias con escribas y fariseos sólo sirven para conectar ambos momentos).
- 3. Que estructuralmente quiere reproducir de alguna manera el momento kerigmático del evangelio predicado por Jesús y los apóstoles.
-
Con estas conclusiones parece que se va haciendo más denso cuanto hemos ido subrayando desde el principio:
la vinculación esencial de los cuatro evangelios al Evangelio predicado por los apóstoles que es el Evangelio de Jesucristo. Por esa razón es también la que les sitúa en el corazón de la Escritura en la vida de la Iglesia.
-
4. LOS EVANGELIOS EN LA VIDA DE LA IGLESIA (CFR. DEI VERBUM, N. 18)
****************************************************************
-
La constitución Dogmática Dei Verbum dedica cuatro puntos al capítulo en el que aborda el Nuevo Testamento. En el primero (n. 17) aborda la excelencia del Nuevo Testamento, y en elúltimo (n. 20) los escritos que no son los evangelios. Los n. 18-19, que se refieren a losevangelios, se abren con esta frase: —Nadie ignora que entre todas las Escrituras, incluso delNuevo Testamento, los Evangelios ocupan, con razón, el lugar preeminente, puesto que son eltestimonio principal de la vida y doctrina del Verbo Encarnado, nuestro Salvador“ (n. 18). En este contexto es interesante subrayar:
-
1. Que los Evangelios son el corazón de la Sagrada Escritura se da como una cosa sabida que no es necesario mostrar: intuitivamente lo han percibido todos los cristianos.
2. La razón de esa preeminencia sobre el resto de los escritos sagrados: son el testimonio principal de la vida y doctrina de Jesucristo, el Verbo encarnado.
-
4.1. LOS EVANGELIOS Y LA LITURGIA
- El lugar preeminente de los Evangelios en la vida de la Iglesia se descubre en primer lugar en la Liturgia. Si se dice que —la Iglesia ha venerado siempre las Sagradas Escrituras al igual que el mismo Cuerpo del Señor, no dejando de tomar de la mesa y de distribuir a los fieles el pan de vida, tanto de la palabra de Dios como del Cuerpo de Cristo, sobre todo en la Liturgia“ (n.21), con mayor razón habría que decir esto de los Evangelios. De hecho, en la liturgia Eucarística, nos encontramos con dos gestos significativos a propósito del Evangelio:
- El Evangelio ocupa el centro de la Liturgia de la Palabra. Y en el ciclo dominical y de las solemnidades los textos proclamados se dirigen al Evangelio. El mismo evangeliario es llevado procesionalmente, besado e incensado. Son gestos que evocan el significado crístico que tiene. Los evangelios son narración, pero son también recuerdo: de la misma manera que se hace anamnesis de las acciones de la Cena se hace anamnesis de las acciones de su vida. Como consecuencia de ese lugar nace el de la predicación. También exhorta el Concilio a basar la predicación en la Escritura –—Es necesario, por consiguiente, que toda la predicación eclesiástica, como la misma religión cristiana, se nutra de la Sagrada Escritura, y se rija por ella“ (n. 21)–, por tanto, cuánto más se deberá referir eso mismo a los evangelios.
-
4.2. LOS EVANGELIOS, TESTIMONIO DE LA VIDA Y DOCTRINA DEL VERBO ENCARNADO
- Pero el fundamento de estos signos es que los Evangelios son el testimonio principal de la vida del Verbo encarnado. Esta nota habría que ponerla en relación con lo que se dice en el n. 4 de Dei Verbum. En el primer capítulo de la Constitución Dogmática se habla de la historia de la revelación y del lugar perenne que tiene Cristo en ella (recuérdese que al referirse a las acciones de Cristo se utiliza el tiempo presente frente al aoristo que ha caracterizado la historia de la revelación). Las acciones y las palabras de Cristo no sólo deben entenderse como una revelación puntual sino perenne. En este contexto se entiende que los evangelios, como testimonio de vida y doctrina del Verbo encarnado, tengan también primeramente ese valor.
- En concreto, el Concilio exhorta a —la lectura frecuente de las divinas Escrituras. «Porque el desconocimiento de las Escrituras es desconocimiento de Cristo»“ (n. 25). Y eso es evidente que se refiere en primer lugar a los evangelios. De hecho, después, cuando el documento conciliar se refiere a las tareas de los pastores les incita a —instruir oportunamente a los fieles a ellos confiados, para que usen rectamente los libros sagrados, sobre todo del Nuevo Testamento, y especialmente los Evangelios“ (n. 25).
-
II. LOS EVANGELIOS Y LA CRITICA MODERNA
- En la sección anterior se ha tratado de lo que se podría denominar lo «permanente» en la comprensión de los evangelios. Ahora toca examinar la manera con que los Evangelios se leen y comprenden en el momento presente. ¿Cómo se pueden leer y comprender los Evangelios, ahora? Es claro que un cristiano lee los Evangelios como testimonios históricos de la vida y obra de Jesús y también que los lee en la Iglesia y en la Tradición de la Iglesia. En esto coincidimos con la gran Tradición, con la lectura que han hecho por ejemplo San Agustín o Santo Tomás de Aquino.
- Sin embargo, aunque confesamos la misma fe que los Padres o Doctores de la Iglesia –y no sólo eso, sino que nos servimos de sus lecturas como una clave a la hora de hacer las nuestras–, nosotros no estamos en el mismo lugar que ellos. Si Orígenes tuvo que responder a Celso, que afirmaba que los milagros eran embustes y los Evangelios se contradecían entre sí, un lector culto actual debe poder responder además a la sospecha introducida con el racionalismo que tiende a afirmar que los evangelistas no cuentan lo que hizo o dijo Jesús sino que muestran la imagen –mitificada, decían los ilustrados– que de Él nos transmitió la primera comunidad cristiana. En otras palabras, los Evangelios, según dicen ellos, no nos hablan del Jesús de la historia sino del Cristo de la fe. Se puede afirmar que el empeño principal de la investigación católica sobre los Evangelios en el siglo XX se ha dirigido sobre todo a mostrar que este binomio no es de opuestos, sino de complementos, y que un estudio atento, racional y metódico, de las circunstancias de la primera comunidad cristiana, y de los Evangelios, nos lleva a concluir que el Jesús de la historia es el mismo que el Cristo de la fe. Además, de esa investigación se ha derivado un mejor conocimiento para entender y leer los Evangelios. Esto es lo que, paso a paso, se intentará mostrar en las próximas páginas. Para ello, es necesaria una introducción histórica que muestre los problemas que ha tenido que resolver la exégesis católica para llegar a esos resultados. Después, se expondrá de manera más sistemática los resultados y la metodología de investigación.
-
3. HISTORIA DE LA INVESTIGACION CRITICA SOBRE JESUS Y LOS EVANGELIOS
Ya desde los primeros siglos, los escritores cristianos defendieron la historicidad de los Evangelios en dos frentes: ante las insidias de los enemigos del cristianismo, que rechazaban los milagros, apelaron a la garantía de verdad que manifestaban los textos; ante las divergencias entre los mismos Evangelios, buscaron la concordancia. Pero nunca se limitaron a afirmar que la doctrina que se enseñaba en los Evangelios era verdadera, sino que se esforzaron en defender la historicidad de los acontecimientos que narraban estos libros.
-
La pacífica posesión de la verdad histórica de los relatos evangélicos entre los cristianos duró diecisiete siglos. Sin embargo, con el Iluminismo y la Ilustración, se inició, especialmente en círculos protestantes, una nueva explicación de lo narrado en los Evangelios, que negaba todo losobrenatural presente en esos textos. Esta investigación se denomina a sí misma investigación crítica pues dice que la recepción de los evangelios hasta entonces había sido acrítica. Se dice a sí misma crítica en un doble sentido:
-
1º) En el sentido de que opera con métodos críticos de carácter filológico e histórico.
2º) En el sentido de que es crítica respecto de la tradición recibida.
-
Sin embargo, hay que añadir que esta investigación (SOBRE JESUS Y LOS EVANGELIOS)
no es crítico consigo misma, es decir que falta normalmente en los autores una «crítica de la crítica» , es decir es una crítica que no es consciente de los presupuestos con los que actúa ni de sus raíces. Por eso, a veces se le añade un calificativo y se llama sin más la «critica liberal» de los evangelios. Para entenderla quizás haya que remontarse a los orígenes de este paradigma interpretativo. Están en los dos siglos anteriores, en el ámbito de la reforma y el racionalismo.
-
1. LOS PRECEDENTES
En ocasiones se afirma que el nuevo movimiento crítico tiene su origen en el «humanismo» renacentista. En realidad su nacimiento es un poco posterior, está por una parte en el racionalismo de Spinoza y por otra en la Reforma luterana.
-
1.1. LUTERO
Antes de la Reforma luterana del siglo XVI, los estudios exegéticos se realizaban exclusivamente al servicio de la fe cristiana, dentro del conjunto del canon, de la autoridad de la Iglesia y del credo. Con la obra de Lutero se alteró el panorama. Martín Lutero (1483-1546) se negó a aceptar la Tradición como norma para interpretar la Escritura, y elevó ésta a la categoría de fuente exclusiva de revelación («sola Scriptura»). Como consecuencia, la clave de lo que debía ser una vida recta pasó a depender de una correcta lectura de la Biblia. Para ello se requería también recuperar el texto original, como punto de partida previo para recuperar el cristianismo original.
-
En este modo de hacer de Lutero hay implícitos dos importantes presupuestos, que se fueron extendiendo paulatinamente en el mundo protestante y que todavía pesan mucho en losambientes exegéticos actuales.
- 1. Primero, la recuperación de los orígenes significa la recuperación de la esencia: la primigenia realización del cristianismo es naturalmente la mejor. Este presupuesto lleva aparejada otra premisa: cualquier «desarrollo» del cristianismo debe ser considerado un declive.
- 2. Segundo, la historia puede actuar como una norma teológica para reformar la Iglesia: la recuperación del «cristianismo original», que se hace posible a través de la recuperación de la «Escritura original», debía servir naturalmente como medida y crítica de todas las formas subsiguientes de cristianismo.
-
Se percibe por tanto que la crítica a la Tradición
se entiende como un rechazo de la Tradición. Y eso implica la aparición de nuevos principios de interpretación. Esto se manifiesta, entre otros muchos lugares, en su actitud ante los libros canónicos. Afirma que la Escritura, como el Apóstol, proclama a Cristo, pero no lo hace de la misma manera la Carta de Santiago, que está muy lejos del centro de la Escritura, que Pablo, especialmente en la Carta a los Romanos. Aquí el principio de la justificación por la fe ha sustituido a la Tradición como criterio de interpretación de la Escritura. En este conjunto de actitudes es donde hay que situar probablemente la búsqueda liberal de la «esencia» del cristianismo.
-
Erasmo de Rotterdam (1467-1536)
A la actitud de Lutero se le puede oponer la de Erasmo de Rotterdam (1467-1536). Erasmo con su preocupación por contrastar el texto recibido con los manuscritos originales griegos, con la crítica filológica en definitiva, no rompía con la tradición recibida, sino que la purificaba. Prueba de ello, es, por ejemplo, lo que se refiere a los sentidos de la Biblia. Erasmo, con la tradición recibida de Santo Tomás, apuntaba la prioridad del sentido literal y abogaba por la legitimidad de los sentidos bíblicos. Se acercan al texto bíblico con una actitud metódica de corte filológico que busca un conocimiento más preciso de los significados de los textos y una racionalización de los procedimientos exegéticos. No rechaza los diversos sentidos espirituales, pero se aplica con acribia a distinguir el fundamento de cada uno de ellos, sus grados, su valor, etc. En líneas generales, no hay en Erasmo muchas cosas que no hubiera compartido también Santo Tomás: una aproximación a los textos con bagaje crítico –conocimiento de las lenguas y de los modelos retóricos de la antigüedad, identificación de los autores y las circunstancias de composición de los escritos, etc.–, y una racionalidad en la comprensión, que intenta descubrir el sentido de cada pasaje de un texto en el contexto del libro al que pertenece, y en el de la entera Sagrada Escritura. La crítica metódica se aplica aquí no a un rechazo de la Tradición sino a una purificación de la Tradición a través del texto.
-
1.2. SPINOZA
El otro cambio que inició el nuevo paradigma se debe, sobre todo, a Baruc Spinoza (1632-1677). Curiosamente, Spinoza, considerado muchas veces uno de los fundadores de la moderna exégesis crítica, trató de la interpretación de la Escritura en una obra que no es de exégesis sino de filosofía: el Tratado teológico político (1670). Un presupuesto general gobierna el pensamiento expuesto en la obra: no hay que pensar en un Dios personal que actúe en lo creado a través una revelación sobrenatural, trascendente, o por medio de los milagros. El axioma Deus sive Natura lo explica correctamente: toda revelación de Dios hay que buscarla en la naturaleza, más precisamente en nuestro entendimiento. En consecuencia, lo que encontramos en la Biblia no son revelaciones de Dios que se nos dan a través de los profetas o los apóstoles, sino las ideas que éstos le atribuyen a Dios. Pero esto no hace de la Escritura un instrumento inútil o prescindible. En ella se encuentra una revelación muy grande, pues la Escritura aporta a los hombres un gran consuelo. Además, no todos los hombres podrían tener acceso a las cimas de la virtud únicamente a través de la razón, en cambio, a través de la Escritura, profetas y apóstoles nos ofrecen un instrumento para lograr la virtud. Es fácil ver que aquí tropezamos con un proyecto de ética universal gobernado por el racionalismo, si se entiende éste como la exclusión, total o parcial, de hechos o doctrinas que no se encierren en los límites de lo que es posible mostrar con la razón humana. En consonancia con estos presupuestos racionales, Spinoza propone también un método racional para interpretar la Sagrada Escritura, que no difiere mucho del método para interpretar la naturaleza. Se trata de trazar la historia exacta de los textos bíblicos: los autores, los destinatarios, las circunstancias de su composición, las costumbres de la época, etc. De esta manera, por el examen de todas estas condiciones se puede penetrar en el pensamiento de quienes que escribieron los textos.
-
Examinados con atención, los procedimientos filológicos presentes Spinoza
no difieren en lo esencial de los que se habían propuesto ya en la exégesis cristiana, por ejemplo, en la escuela de Antioquía. Por eso es importante anotar que, aunque los presupuestos del racionalismo presente en Spinoza son contrarios a la verdad de la revelación cristiana, pues niegan –o, cuando menos, dejan de lado– la realidad de lo sobrenatural, sus procedimientos filológicos e históricos son perfectamente compatibles –aunque no sean suficientes– con una exégesis católica de la Biblia. De hecho, en la exégesis posterior se hacen corrientes. El sacerdote oratoriano Richard Simon (1638-1712), y después de él otros muchos, se sirvió de ellos para una exégesis eclesial. Sin embargo, hay que reconocer que, como de rondón, se ha introducido en la exégesis una ligera corrupción, pues, en este contexto, ya no es relevante que Dios sea el autor de la Sagrada Escritura, ni el lugar eclesial de los textos bíblicos. Los textos de la Sagrada Escritura, aunque se tengan por inspirados, deben ser tratados como cualquier otro texto del pasado.
-
En todo caso, en estos párrafos se percibe la raíz de los dos motivos que guiaron gran parte de la exégesis de los últimos siglos:
- 1. la búsqueda del «núcleo del evangelio», de raíz luterana.
- 2. y el «racionalismo» como metodología de investigación, que puede tener como emblema la famosa frase de Lessing: «Las verdades históricas contingentes jamás pueden convertirse en prueba de las verdades necesarias de la razón».
-
2. LAS FASES DE LA INVESTIGACION HISTORICA SOBRE JESUS Y LOS EVANGELIOS
Las etapas de un itinerario que dura dos siglos son difíciles de delimitar, más cuando son diversas las nociones que hay que componer: la historicidad de los evangelios, la posibilidad de conocer a Jesús a través de ellos, la metodología que domina, etc. Aquí se elegirá sobre todo la actitud ante los evangelios, aunque, como se verá, hay otros elementos que entran en la descripción.
-
2.1. EL OPTIMISMO INICIAL. LAS VIDAS DE JESUS «CRITICAMENTE ELABORADAS
Esta etapa cubre todo el siglo XIX. Se distingue sobre todo porque quiere ofrecer una «Vida de Jesús» críticamente elaborada, es decir, distinta de la que se narra en los evangelios que son deudores de las formas míticas de su tiempo. Se denomina también la Primera búsqueda del Jesús histórico, distinto, lógicamente del que narran los evangelios. El Jesús que acaban por describir es un judío de su tiempo pero que trasciende a su tiempo. Esta etapa se puede dividir a su vez en dos momentos que cubren genéricamente medio siglo cada uno.
-
2.1.1. Los primeros pasos: Reimarus, Strauss
La investigación suele proponer como inicio de la investigación crítica sobre los evangelios, lapublicación póstuma, entre los años 1774-1778, por parte de G. E. Lessing de unos fragmentos,escritos unos años antes por Hermann Samuel Reimarus (1694-1768), y titulados Apología odefensa de los adoradores racionales de Dios. Los más importantes son los dos últimos, elsexto y el séptimo: «Sobre el relato de la resurrección», y «El objetivo de Jesús y el de susdiscípulos».
-
Reimarus
, muy influido por los racionalismo empirista de los deistas ingleses, distingue entre laactividad de Jesús y la predicación de los apóstoles. Jesús, dice, era uno de los típicospretendientes mesiánicos de aquel tiempo, predicó la proximidad del Reino y la llamada a laconversión en el marco del judaísmo de su tiempo. Sus apóstoles, en cambio, cuando Jesúsmurió, para no considerarse fracasados robaron el cadáver, y cincuenta días más tarde, cuandoel cadáver ya no era identificable, proclamaron su resurrección y su retorno inminente. Por esto,la tesis de Reimarus, se puede denominar «teoría del engaño consciente».
-
Strauss
Si se pusiera en paralelo La otra variante de estos primeros pasos de la investigación, , sería ladel «engaño inconsciente». Es la que sostienen el «racionalismo a ultranza» de H.E.G. Paulus ola «interpretación mítica» de D. F. Strauss. La actitud de Paulus se descubre si se recuerdan susingeniosas interpretaciones racionalistas de los milagros: la resurrección no es más que elresultado de una muerte aparente: el cuerpo de Jesús al entrar en contacto con una piedra fría sereanimó; el caminar de Jesús sobre las aguas es una visión; la multiplicación de los panes es elresultado de una invitación a compartir: Jesús lo hizo, los demás lo imitaron y sobraron panes,etc.
-
La tesis de Strauss
- es, en cambio, más sofisticada. Elabora lo que denomina una «Vida de Jesúscríticamente elaborada» (1835-36), donde afirma que los evangelios recogen, sin más, ununiverso mítico. Para Strauss, el evangelio no es sino el revestimiento mítico, plenamentelegítimo en aquel momento, de una idea radicalmente humana: la idea de que la humanidad deDios se realiza en una persona concreta, Jesús. El núcleo del evangelio no queda afectado poresta perspectiva mítica.
- Metodológicamente, estas ideas están relacionadas con las primeras tesis, propuestas porGriesbach, sobre la teoría de la formación de los evangelios, la relación entre los evangeliossinópticos y el desarrollo primero del cristianismo. En su investigación, Strauss no toma enconsideración el evangelio de Juan, pues considera que deriva de premisas teológicas. Sudiscípulo F. Ch. Baur acepta el reto de construir una explicación del cristianismo acorde con losevangelios sinópticos: concibe dos primeros evangelios, Mateo y Lucas, judaizante y helinizanterespectivamente, de modo que Marcos es una síntesis de ambos.
-
2.1.2. El desarrollo: Renan, Harnack
La segunda mitad del siglo XIX se movió en la misma dirección. Pero se dedicó casicompulsivamente a una reconstrucción crítica de la personalidad eminente de Jesús, de modoque este estudio pudiera renovar la fe cristiana y dejara atrás el dogma de Cristo.Para ello se eligió un camino distinto en el estudio de los evangelios como fuentes históricas.Marcos no se entiende como una síntesis de los otros dos sinópticos, sino como el primero deellos, ya que es el que está menos viciado teológicamente. En la búsqueda de fuentes másprimigenias se postuló la existencia de un documento que contenía frases de Jesús que estánpresentes en Lucas y Mateo, pero no en Marcos, y que se denominó la fuente Q. Marcos y Qson los documentos más fiables para establecer la Vida de Jesús, pues los demás beben de ellos.Esta teoría, llamada de las dos fuentes, la desarrolló sobre todo H.J. Holtmann.Con esta base se escribe la historia de Jesús, que se entiende desde el armazón de Marcos,colocando en el centro la confesión de Pedro, con el cambio de actitud de Jesús ante su muerte.La descripción que se hace de la actividad de Jesús acaba por ser en todas estas vidas de Jesúses la de un maestro de ética, algo así como un filósofo volteriano pero colocado en el siglo I.Intentan reducir a Jesús a un mínimo considerando que los relatos sobrenaturales –milagros,resurrecciones, etc– son incrustaciones de la fe de los primeros cristianos. Cuando se explica laactitud de Jesús, o el origen de los relatos evangélicos, se acude a argumentos de ordenpsicológico –no histórico o filológico–, que se utilizan al servicio de la filosofía de fondo queimpregna la biografía. Emblema de estas vidas de Jesús es la de E. Renan (1863).Junto a las vidas de Jesús de corte liberal, lo más importante de esta época es la obra de Harnack(1851-1930) sobre la «esencia del cristianismo». Para Harnack, como es sabido, esta esencia seconcentraba en tres valores: la paternidad de Dios, la fraternidad de los hombres, y el valorinfinito de la persona humana.
-
2.2. LA CRISIS. DEL JESUS DE LA HISTORIA AL CRISTO DE LA FE
***************************8
-
2.2.1. La crítica
La primera mitad del siglo XX se caracteriza por giro dramático en la investigación de losevangelios. Dejan de tenerse prácticamente como fuente para investigación de la vida de Jesús.,y, en consecuencia, se sustituye al Jesús de la historia por lo que se denomina el Cristo de la feJesús es desgajado de su tiempo, haciendo de él una figura inalcanzable. Vayamos por partes.
-
La situación aparentemente idílica de la crítica liberal se derrumbó a comienzos del siglo XXpor diversas críticas que se le hicieron. Sustancialmente son dos: la crítica a los evangelioscomo fuentes fiables para la investigación y la crítica a la investigación precedente:
- 1. Crítica a los evangelios como fuentes de investigación. Esta crítica tiene varios caminossignificativos.
- a. Por una parte se critica el valor histórico de los evangelios como documentos. Dejando delado al antiguo teólogo, e íntimo amigo de Nietzche, F. Overbeck, por su carácter anticristiano,otros autores, como K L. Schmidt, pusieron de manifiesto que los evangelios, más que relatoscontinuados, son mosaicos compuestos por pequeñas unidades que tienen como primer origenlas urgencias de la comunidad primitiva en la predicación del evangelio. No son, por tanto, unrecuerdo histórico, una memoria de Jesús. Éste es el origen del método de la crítica de lasformas.
- b. Por otra parte se hay una crítica al valor neutro de los documentos más antiguos. W. Wredeescribió en 1901 un estudio sobre El secreto mesiánico en los Evangelios. Se centra en Marcosque se tenía por el evangelio más neutro. Este evangelio, dice, no vale para hacer un estudiohistórico sobre Jesús, porque es tendencioso. Con la continua reiteración del mandato de Jesúsde que no divulgar los milagros que hacía, Marcos quiere justificar por qué los apóstolespredicaban a Jesús como mesías, a gentes que deberían haber conocido sus signos. Si no losconocieron era porque Jesús ordenó el silencio. Por tanto, Marcos no es fiable como documentohistórico: en Marcos hay ya una teología y muy desarrollada. Aquí están los ancestros delmétodo de la crítica de la redacción.
- c. Finalmente, la crítica a la no consideración del valor de la resurrección. Se debe al libro de M.Kähler: El llamado Jesús histórico y el histórico Cristo bíblico (1892). Para entender suimportancia, bastará con recoger tres ideas que articulan todo el libro: 1) Cada pasaje delevangelio es como el evangelio entero, todo él refleja la luz de la resurrección. 2) Losevangelios son como un relato de la pasión como una introducción. 3) Desde estospresupuestos, lo importante aquí es reconocer el valor del título: qué me importa que losevangelios no sean una fuente para investigar la vida de Jesús, si son una fuente para descubrirla fe que me salva. No es el Jesús de la historia el que me salva sino el Cristo de la fe que senarra en los Evangelios
- 2. Además de la crítica a los evangelios como documentos históricos, está la crítica a lainvestigación anterior, la que había narrado las vidas de Jesús. Es la conocida obra de A.Schweitzer, De Reimarus a Wrede. Historia de la investigación sobre la vida de Jesús (1906).Señala que en la investigación liberal del siglo XIX, en el fondo, cada autor proyectó su propiaimagen para describir a Jesús. Equivocaron el resultado porque equivocaron antes el objetivo.No podían encontrar a Jesús porque el evangelio está repleto del escatologismo en el que Jesúscreía. Es conocida la frase con la que acaba el libro:
- «A la investigación sobre la vida de Jesús le ha ocurrido una cosa curiosa. Nació con el ánimo de encontrar al Jesús histórico y creyó que podría restituirlo a nuestro tiempo como Él fue: como maestro y salvador. Desligó los lazos que le ligaban desde hacía siglos a la roca de la doctrina de la Iglesia y se alegró cuando su figura volvió a cobrar movimiento y vida mientras parecía que el Jesús histórico se le acercaba. Pero este Jesús no se detuvo, sino que pasó de largo por nuestra época y volvió a la suya... Se perdió en las sombras de la antigüedad, y hoy nos aparece tal como se presentó en el lago a aquellos hombres que no sabían quién era: como el Desconocido e Innominado que dice: Sígueme».
-
2.2.2. La nueva situación
Toda esta situación describe bastante bien el contexto del estudio de los evangelios en laprimera mitad del siglo XX del que Rudolf Bultmann se puede considerar un emblema. Para entenderlo, es necesario apuntar antes que hay varios presupuestos de orden filosófico –alracionalismo anterior se le añade ahora el existencialismo– y teológico –situar lainvestigación en el marco de la historia de la religión, privilegiar la Palabra, etc– quegobiernan su pensamiento.
-
Bultmann parte de la teología dialéctica
, que supone una contraposición tan enorme entre Diosy el hombre que ambos sólo se tocan en un punto y éste tangencial. Por parte de Dios es suacción en Jesús, acción que propiamente no tiene como objeto a Jesús sino a Cristo. Por partedel hombre, lo central es la decisión existencial, la autenticidad de su decisión, como respuesta aDios.
-
En el marco de la historia de la religión se puede descubrir esa respuesta para repetirla:
el camino para realizarla es la desmitologización. Por ejemplo, el escritor del antiguo Testamentoque desmitologiza la religión común con una corrosión del politeísmo de los paganos medianteel monoteísmo absoluto del Señor Dios de Israel, o San Pablo que desmitologiza la imagen deuna religión de pequeñeces con la imagen de Jesús. Eso son ejemplos de lo que nosotrostenemos que hacer hoy: desmitologizar la imagen de una vida religiosa regida por la costumbre,y hacerlo a través de una decisión existencial. Eso explicaría la conocida anécdota –que quizástenga mucho de legendaria– de que los lunes, en clase, retomaba el pasaje de la predicacióndominical: la emoción del comentario en el pasaje en el que Jesús era confesado como Hijo deDios, por ejemplo, era sustituida por un análisis crítico en el cual explicaba cómo ese pasaje erauna creación de la comunidad griega que para corroer la denominación de Hijo de Dios, tanhabitual en la religión helénica. Eso explica también que, parafraseando el comienzo de SanJuan, dijera: en el principio era la predicción.
-
Este planteamiento tiene varias consecuencias la investigación de los evangelios. Algunaspodrían ser:
- 1. No hay que buscar al Jesús histórico sino al Cristo de la fe. Entre ambos está el foso pascualque es imposible traspasar. Este es el contexto en el que pueden entenderse sus famososaforismos: Jesús es judío, no cristiano. La predicación de Jesús pertenece a los presupuestos dela teología del Nuevo Testamento, pero no forma parte de ella. Jesús es el revelador pero loúnico que revela es eso, que es el revelador.
- 2. Los evangelios reflejan eso, la fe de las comunidades en Jesús, que, en las situaciones nuevas,ante los retos de la predicación, crean los relatos recogidos en los evangelios. De ahí lainsistencia en el —Sitz im Leben“ (el contexto vital de cada relaro) en el que nacen los pasajesdel evangelio, el interés en entender todo como helenización del cristianismo y el nuevo valorque cobra el evangelio de Juan como testimonio de la fe existencial, no como testimonio histórico.
-
2.3. NUEVO MOMENTO DE OPTIMISMO. EL JESUS HISTORICO
A mediados del siglo pasado se inició un nuevo cambio de paradigma, en el que los evangelios–junto con otros documentos de momento– pasan a ser considerados fuentes adecuadas. parainvestigar la vida de Jesús. Se considera que la primera búsqueda del Jesús histórico estabaguiada más por argumentaciones filosóficas que por pruebas filológica o históricas. Sedesarrolla el lugar de las ciencias auxiliares y los criterios de historicidad de los documentos. Seescriben nuevas vidas de Jesús con el marbete de «Jesús histórico». El Jesús que se describe esel de un judío de su tiempo.
-
2.3.1. Los inicios: la «Nueva Pregunta» sobre el Jesús histórico
El 20 de octubre de 1953, Ernst Käsemann, entonces profesor en Göttingen y más tarde enTübingen, pronunció una célebre conferencia en Marburgo con el título «El problema del Jesús histórico», para profesores que, como él, habían sido alumnos de Bultmann. Su argumentaciónsupuso un giro en la investigación de los evangelios en relación con la vida de Jesús. Käsemannquería lograr una vía media entre el planteamiento historicista y positivista de la teología liberaly la posición antihistórica y fideísta de la teología kerigmática de Bultmann. El Jesús de lahistoria, dice, es precisamente la garantía de que la salvación no es una elaboración humana –una idea–, sino que viene de Dios. La aparición de Jesús implica una cristología en cuantoexige una opción sobre su persona como soporte de la palabra de Dios. Eso obliga a hacer unanueva pregunta sobre el Jesús histórico.
-
La conferencia de Käsemann
suele considerarse el punto de partida de lo que se llamará la«New Quest». Además de estos trabajos de diversos discípulos de Bultmann –E. Käsemann, J.Jeremias, G. Borkmann, etc.– tienen en ella una gran importancia el acopio de nuevas fuenteshistóricas –especialmente por los descubrimientos de Nag-Hammadi y Qumrán–, y otrosmodelos de investigación, como la labor de la exégesis escandinava, con sus estudios de latradición oral judía y sus formas de transmisión, los trabajos de algunos autores sobre laconducta y las condiciones sociológicas que han propiciado la transmisión de los textos y losestudios sobre Jesús realizados por estudiosos judíos.
-
La investigación comporta también un «método».
De la misma manera que Bultmann se sirviódel método de la «crítica de las formas», para descubrir el ambiente en que se había predicadode Jesús una determinada cualidad, ahora se impone la «crítica de la redacción», que señalacómo los evangelistas componen el bagaje recibido de la tradición y lo proponen a susdestinatarios. Como «criterio» de investigación histórica se propone el de discontinuidad:aquello que encontramos en los evangelios y que no puede derivar sin más de la tradición judíani puede atribuirse a la comunidad primitiva, tiene que venir de una personalidad extraordinaria,es decir, de Jesús. Por tanto, aunque hay un cierto retorno a la «primera búsqueda», lasdiferencias con ésta son grandes pues, frente al historicismo antiteológico de la primera época,ahora la motivación teológica de los años correspondientes a la etapa bultmanniana sigue enbuena medida vigente. Los autores de este periodo intentan subrayar la significación teológicade lo que se podía decir del Jesús histórico, tal como fue proclamado por la primitiva Iglesia.
-
2.3.2. El desarrollo: La «Third Quest» y el Jesús histórico
A partir de los años ochenta surge un renovado interés en la figura del Jesús de la historia, queha venido a ser llamada por algunos «Tercera búsqueda» (o la «Tercera pregunta»: «Tercera»,en relación a las dos anteriores, que pasaron a llamarse «Primera, o Vieja», y la «Segunda, oNueva»; «Pregunta», con referencia a la expresión inglesa que se acuño y que, en castellano, hasido traducida de las dos maneras). Los precedentes inmediatos hay que buscarlos en los añossetenta, cuando se publican estudios sobre Jesús con intereses socio-políticos, cristológicos ehistórico-religiosos, entre los que destacan aquellos que encuadran el ministerio de Jesús en elambiente judío del siglo I. El desencadenante fue, en gran medida, el mayor y mejorconocimiento de las fuentes evangélicas y de su contexto judío y helenista.
-
fuentes judías
En concreto, se conocen mejor las «fuentes judías». Han sido muchos los descubrimientos en loque a la literatura judía se refiere y en especial a lo que se denomina la literaturaintertestamentaria. En ésta se incluyen los escritos de Qumrán, que testimonian el pluralismoque existía en el judaísmo de los tiempos de Jesús, y los apócrifos del Antiguo Testamento,obras claves para conocer el judaísmo del que surgieron el cristianismo, por un lado, y eljudaísmo rabínico por otro. Estos textos ponen de relieve la vitalidad de la religión judía entiempos de Jesús, mucho más rica de la que se deduce de una lectura de los Evangelios que notenga presente este contexto. Al mismo tiempo, muestran también la riqueza y la originalidad dela doctrina de Jesús expuesta en los Evangelios. Dentro de este apartado se puede incluir también la literatura rabínica –que, aunque fue puesta por escrito más tarde, hacia el siglo IIId.C., es imprescindible para el conocimiento del judaísmo del siglo I–, y los targumim,traducciones de la Biblia al arameo, que permiten entender mejor el modo en que se utilizabanlas Escrituras en esa época. Finalmente, hay que anotar el creciente interés por Flavio Josefo y su revalorización como historiador.
-
fuentes grecorromanas
Existen también mejores conocimientos de las «fuentes grecorromanas». Ahora teneos unmejor conocimiento del ambiente helenístico que se vivía en buena parte de la Palestina delsiglo I. A pesar de ser territorio judío, desde que fue invadida por pueblos mediterráneos quetenían en común una misma lengua y una misma cultura, Palestina no quedó aislada deinfluencias helenísticas. De ahí que se hayan extendido al estudio de los textos evangélicos losrecursos a fuentes de procedencia helenística. El estudio de los papiros mágicos griegos, porejemplo, ha servido para ilustrar la religiosidad popular del mundo mediterráneo (actitud antelas enfermedades, demonios, espíritus malignos y benignos, amuletos, etc.). Los textos retóricosgrecorromanos (en especial los Progymnasmata de Theón), que enseñan muchos aspectos de laeducación helenística y de las escuelas filosóficas griegas, han puesto de manifiesto un tipo deeducación muy extendida por todo el Mediterráneo, en el que los predicadores itinerantesocupaban un puesto destacado. De todas formas, se debe tener en cuenta que los papiros a losque se recurre son tardíos (siglo II-IV d.C.), y los textos retóricos con los que se comparan lasfuentes evangélicas han sufrido numerosas reelaboraciones, por lo que estas fuentes debenaducirse con mucha cautela.
-
literatura apócrifa
También se tienen más pruebas de la «literatura apócrifa». Se trata de textos extra-canónicos:los los apócrifos del Nuevo Testamento y los códices de Nag-Hammadi, una biblioteca gnósticaque apareció en Egipto en 1945. Para algunos autores cobran especial importancia el Evangelioapócrifo de Pedro y el papiro Egerton, que contiene el hipotético Evangelio de la Cruz, y –araíz de su aparición en Nag Hammadi– el Evangelio de Tomás, el de Felipe y el Apócrifo deJuan. Estos evangelios gnósticos contienen una doctrina tan deformada sobre Jesús quedifícilmente se pueden tener como históricos. Sin embargo, la comparación con los Evangelioscanónicos nos muestra el camino que siguió la verdadera fe; además nos proporcionan datossobre el ambiente del momento que no se pueden desdeñar.
-
descubrimientos arqueológicos
Finalmente, hay que servirse también de los «descubrimientos arqueológicos». Son de especialinterés los que provienen de las excavaciones que se están llevando a cabo en Galilea, muyilustrativas para un mejor conocimiento de esta helenizada región de Palestina en el siglo I.Hay que advertir que las respuestas a la historicidad de los relatos no son las mismas en todoslos investigadores. En cambio, sí se puede afirmar que, en general, la investigación sobre elcontexto de la vida de Jesús viene a confirmar lo que está ya presente en los Evangelios; odicho, de otra forma, la investigación ha mostrado que se puede escribir una vida de Jesús y quelos Evangelios son una fuente fiable para hacerlo.
-
3. RECAPITULACION
**********************************
-
La Pontificia Comisión Bíblica, en el documento «La interpretación de la Biblia en la Iglesia»(1993),
llevó a cabo una evaluación de estos métodos y acercamientos, señalando susaportaciones y sus límites. Concluía abogando por una continuidad en los esfuerzos paraahondar en la Palabra de Dios, esfuerzos que no pueden renunciar a la historia: «La Palabraeterna –señala el documento– se ha encarnado en una época precisa de la historia, en unmedio social y cultural bien determinados. Quien desea comprenderla, debe buscarlahumildemente allí donde se ha hecho perceptible, aceptando la ayuda necesaria del saberhumano. Para hablar a hombres y mujeres, desde el tiempo del Antiguo Testamento, Dios utilizó todas las posibilidades del lenguaje humano; pero al mismo tiempo, debió someter supalabra a todos los condicionamientos de este lenguaje. El verdadero respeto por la Escriturainspirada exige que se cumplan los esfuerzos necesarios para que se pueda captar bien susentido». Al mismo tiempo, recuerda que la finalidad de la exégesis supera el mero análisis: «Laexégesis católica no tiene el derecho de asemejarse a una corriente de agua que se pierde en laarena de un análisis hipercrítico. Tiene que cumplir, en la Iglesia y en el mundo, una funciónvital, la de contribuir a una transmisión más auténtica del contenido de la Escritura inspirada».
-
Teniendo esto presente, el recorrido sumario por la investigación de los Evangelios que se hadesarrollado en los dos últimos siglos puede servir cuando menos para vislumbrar tres cosas queestán latentes en toda la investigación.
- 1. En primer lugar, el estudio nos ha hecho conscientes deque el contenido de los Evangelios ha resistido, y resiste, los embates de la crítica histórica.
- 2. En segundo lugar, nos ha permitido también ver que la investigación sobre los Evangelios querealizan los diversos autores acaba muchas veces en una interpretación del relato que escreación del investigador y que no concuerda con la que viene narrada en los Evangelios.
- 3. En tercer lugar, también es fácil ver que a veces esta investigación se queda en aspectos meramentehumanos. El Jesús de los Evangelios que pueden describir es un maestro extraordinario, lleno decualidades, que, insertadas en su momento histórico, son incluso capaces de traspasarlo. Sinembargo, Jesús es más que un maestro extraordinario. Como confesó San Pedro, Jesús es elHijo de Dios (Mt 16,16). Y esto, no es fruto de la investigación histórica sino una gracia deDios.
-
Este marco histórico puede, debe, servir para situar los motivos más sistemáticos que se trataránen los siguientes temas, y que están presentes en una lectura actual de los evangelios:
el modode leer los evangelios –como testimonio histórico sobre y también como predicación sobreJesús–, y las la metodologías de investigación tanto históricas como literarias.
-
4. LOS MÉTODOS EN LA INVESTIGACION DE LOS EVANGELIOS
En el capítulo anterior se ha visto cómo, en el marco de la investigación moderna de losevangelios, aparecieron un conjunto de metodologías que ponían de manifiesto algún aspecto delos evangelios que antes se había pasado por alto. Se ha notado también que esas metodologías,en su origen, iban unidas a prejuicios sobrenaturales. Sin embargo, es posible, al menos encierta medida, servirse de la metodología histórica y literaria, que al fin y al cabo es la mismaque se aplica a la investigación de los textos del pasado, sin caer en los prejuicios racionalistas aultranza. Para saber lo que Dios ha querido comunicarnos tenemos que averiguar «lo que hanquerido decir los autores de los textos» (Dei Verbum n. 12).
-
Y para saber qué es lo que hanquerido decir los autores de los textos es necesario estudiar en su contexto histórico la obra quehan llevado a cabo: sus fuentes, su labor redaccional, etc. Precisamente aquí podemosencuadrar las diferentes metodologías exegéticas. Para clasificarlas de algún modo, puedeestablecerse el siguiente esquema:
- 1. Análisis literario
- 2. Un aspecto muy importante de la investigación se refiere a la «crítica histórica».
- 3. Finalmente, hay que anotar que prácticamente cada método de investigación de los textos seha aplicado a los evangelios.
-
Análisis literario
Aunque tiene asociados normalmente componentes históricos, pues, alfin y al cabo se ocupa de un texto del pasado, el trabajo, sobre todo es de carácter literario. Sesuele distinguir entre las metodologías de corte diacrónico, de las metodologías de cortesincrónico. Las de corte diacrónico se centran en la historia o formación del texto. Aquí seencuadran la crítica textual, la crítica histórica, la crítica de las fuentes, la crítica de las formas yla crítica de la redacción. El estudio sincrónico, por su parte, trata al texto prout iacet como unaunidad coherente, prescindiendo de su evolución histórica. Los trabajos que se encuadran eneste ámbito tratan de estudiar las relaciones entre los elementos constitutivos de un texto y suslíneas de significado. Los análisis más importantes utilizados hoy día en este ámbito son elnarrativo, el retórico y el semiótico. Hay autores que tienen estas metodologías comocorrectoras de la metodologías histórico críticas (es decir, diacrónicas), mientras que otrospiensan que son una parte de la crítica literaria en los análisis de corte histórico crítico.
-
crítica histórica
Un aspecto muy importante de la investigación se refiere a la «crítica histórica». No se seocupa tanto del texto como de la historia que está detrás del texto. De lo que se trata es de llegar,partiendo de la forma actual y de los estadios de desarrollo, a los hechos y acontecimientos deque habla el texto. El camino más desarrollado es el de la aplicación de los criterios dehistoricidad en la investigación de las acciones de Jesús narradas en los evangelios. Una sendaderivada de estos estudios son las nuevas biografías de Jesús, incluidas en lo que podría ser elgénero literario el Jesús histórico.
-
Finalmente, hay que anotar que prácticamente cada método de investigación de los textos seha aplicado a los evangelios.
Así, por ejemplo, un acercamiento que se ha abierto paso sobretodo desde 1960 es la historia de los efectos del texto o Rezeptionsgeschichte. En los últimosaños, está cobrando gran vigor el análisis socio retórico. Y así, otros muchos. Quizás uno de losmás significativos, aunque no se mencione muchas veces en las introducciones de este tipo, seael de la tradición oral que precede a los evangelios
-
Vamos a recordar brevemente los presupuestos de los más importantes movimientos.
- 1. LA CRITICA TEXTUAL
- 2. LA DIACRONIA O (PRE)HISTORIA DEL TEXTO
-
1. LA CRITICA TEXTUAL
- El primer paso para leer un texto es fijar el texto mismo. En el caso de textos antiguos nocontamos con los originales, sino con copias. Y las copias no siempre coinciden. La labor queintenta elucidar el texto original se denomina crítica textual.
- Por lo que respecta al Nuevo Testamento, contamos con multitud de textos manuscritos y decitas en las obras de los Padres de la Iglesia; además, en diferentes idiomas, como el griego, ellatín, el siríaco o el copto. El caso del Nuevo Testamento es especialmente complicado: hayunos 59 manuscritos que lo contienen entero, y unos 2.000 que tienen tan sólo los Evangelios.Entre estos, ninguno concuerda exactamente en todos los detalles con otro. La labor de la críticatextual consiste, pues, en determinar cuál es el texto más fiable, seleccionando o valorando lasdiferentes variantes. Este estudio, además, nos sirve también para verificar el cuidado con que latradición ha transmitido algo tan central como es el texto bíblico.
- De todos modos, en el caso del Nuevo Testamento también debe decirse que la mayor parte delas variantes son intrascendentes para el sentido del texto, y que se deben a errores de loscopistas, incomprensiones en la lectura de un texto al copiarlo, deseos de corregir, explicar oglosar, etc. Como dijo Hort, un famoso estudioso del siglo XIX, 7/8 partes del texto del NuevoTestamento no plantean ningún problema textual, y en el resto hay tan sólo divergencias de pocaimportancia. En resumen, sólo 200 de entre las casi 200.000 variantes conocidas tienen unacierta relevancia.
- Un ejemplo sencillo pero ilustrativo: la segunda parte de Lc 9,10. La traducción de la SagradaBiblia editada por la Facultad de Teología de la Universidad de Navarra dice: «Cuandovolvieron los apóstoles, le contaron todo lo que habían hecho; y, tomándolos consigo, se retiróaparte hacia una ciudad llamada Betsaida». Los testimonios más importantes dicen «hacia unaciudad llamada Betsaida», pero en otros manuscritos o citas de los Padres podemos encontrartambién las siguientes lecturas: «hacia un pueblo denominado Betsaida», «hacia un lugardesierto», «hacia un pueblo llamado Betsaida, hacia un lugar desierto», «hacia un lugar desiertode la ciudad llamada Betsaida», «hacia un lugar llamado Betsaida», «hacia un lugar de la ciudadllamada Betsaida»; o simplemente se omite todo. La crítica textual, siguiendo una serie decriterios, tratará de dilucidar cuál es el texto con más probabilidades de ser el original.
-
2. LA DIACRONIA O (PRE)HISTORIA DEL TEXTO
- Una vez determinado el texto, comienza el análisis propiamente dicho. Para ello contamos conuna serie de metodologías. Unas se encuadran en la llamada diacronía o análisis diacrónico. Lapalabra diacronía, de origen griego, significa «a través» o «a lo largo del tiempo», y, en nuestrocaso, hace referencia a los orígenes o formación histórica de los textos que estamos estudiando.
- Cuando hablamos de una obra escrita esto es más fácil de entender. Normalmente un libro no seescribe de un tirón. Antes hay una selección de material, escrito u oral, propio o prestado.Después se establece entre ellos un orden, según una idea del redactor. Por último, se pone porescrito. El estudio de este proceso nos puede llevar así a preguntarnos por las fuentes de las quese ha servido el redactor de una obra escrita, por las formas literarias en las que se expresa esematerial, por la forma y las capas de redacción de dichos relatos.
- En cuanto a los Evangelios en general, y a los sinópticos en particular, el estudio de este procesoes más interesante, si cabe, porque podemos comparar textos que hablan de lo mismo pero de unmodo diferente. El análisis del «qué» y del «cómo» de cada evangelista nos puede llevar a un«porqué»: la idea o mensaje que quiere transmitir el autor final del texto y, por tanto, su propiaconcepción o teología acerca de lo que está escribiendo. Así se entiende mejor que unpresupuesto fundamental de la diacronía es que comprender un texto equivale a reconstruir suorigen y reconocer las distintas fases de su formación.
- A continuación trataremos una a una las diferentes corrientes que se integran en el análisisdiacrónico. Las veremos según el orden cronológico de su aparición, que no tiene por qué coincidir con el orden de su aplicación a los textos. Además, ha de tenerse en cuenta que laaparición o sistematización de cada una de estas corrientes no ha suprimido las que ya había.Simplemente hay una prevalencia de una en el tiempo, y que normalmente integra o supone lospresupuestos o los resultados de las anteriores.
-
2.1. LA CRITICA DE LAS FUENTES O «CRITICA LITERARIA»
- Los Evangelios sinópticos son tres: Mateo, Marcos y Lucas. Se les llama sinópticos porque,puestos uno al lado del otro, en un golpe de vista (syn-opsis), se perciben enseguida diferenciasy semejanzas. A veces relatan cosas distintas; a veces lo mismo, pero de modo distinto. SanJuan coincide en algunos episodios con los sinópticos, pero, en general, cuenta cosas que noestán recogidas en los otros tres Evangelios. Uno podría preguntarse entonces: ¿qué fuentes hanusado estos relatos?; ¿hay una única fuente?
- Estas preguntas ya fueron planteadas y respondidas en los inicios del cristianismo por autorescomo Orígenes, en el siglo III, con su Contra Celso, o San Agustín, a inicios del siglo V, con suDe consensu evangelistarum. La crítica de las fuentes recogió, muchos siglos después, el relevode estos planteamientos, aunque postulándolos de un modo nuevo, con independencia de latradición recibida. Con estos estudios vino a la luz la primera de las corrientes histórico-crítica.
- La crítica de las fuentes lo que plantea es investigar las tradiciones escritas que se encuentranen la prehistoria de estos textos, reconstruyéndolas en la medida de lo posible e investigando sus«acentos» y la «situación vital» en la que han aparecido. Concretamente, postula que el AntiguoTestamento hace referencia a una serie de tradiciones y a los ambientes en las que han aparecidoy se han desarrollado. Por ejemplo, las que habrían originado el Pentateuco serían la sacerdotal,la profética, etc. Por lo que respecta al Nuevo Testamento, estos estudios son más abundantescuando tratan de las fuentes de los sinópticos, estudio éste que ha derivado en la llamada«cuestión sinóptica». Nos detendremos en ellos.
-
En líneas generales, los autores que se han dedicado a la crítica de las fuentes hablan, por lo querespecta a los Evangelios sinópticos, de la existencia de:
- a) Un material común a los tres, llamado de triple tradición. Por ejemplo: los relatos de laPasión o el milagro de la tempestad calmada. En general, incluye casi todo el Evangelio deMarcos.
- b) Un material común a Mateo y Lucas, ausente de Marcos, llamado de doble tradición, que sedenomina en muchos manuales «Q» (esta letra es la abreviatura de la palabra alemana Quelle,que significa «fuente»). Por ejemplo: el discurso de la montaña.
- c) También hay un material propio de cada evangelista: el que más tiene es Lucas (unas 50perícopas, como, por ejemplo, las parábolas del buen samaritano y del hijo pródigo); luegoMateo (unas 30 perícopas, como, por ejemplo, el pasaje de la adoración de los magos); y porúltimo Marcos (son muy pocas, como, por ejemplo, la curación del sordomudo de Mc 7,2-37).
-
Junto a esto, también se ve una diferencia en cuanto a la sucesión y al orden del material y encuanto a la formulación. Por un lado, en ocasiones coincide, a grandes rasgos, el orden de lonarrado en Mateo, Marcos y Lucas, pero, por ejemplo, cuando el orden cambia, entre ellos se dala peculiar característica de que Mateo y Lucas nunca coinciden frente a Marcos. Por otro,Mateo y Lucas suelen tener un mejor estilo frente a Marcos en los pasajes comunes.Teniendo estos datos en cuenta, a lo largo de la historia se han sostenido diversas teorías quetratan de explicar el tema de las fuentes:
- 1. San Agustín, en su De consensu evangelistarum, resumiendo lo dicho por otros Padres de laIglesia, plantea una hipótesis basada en el orden canónico de los libros: Mateo fue el primero,Marcos hizo un resumen teniendo presente la predicación de Pedro, y Lucas escribió elEvangelio para los paganos:
- 2. Las primeras hipótesis críticas, que datan del siglo XVIII, postulan fundamentalmente dostipos de relaciones entre los Evangelios: unas hablan de interdependencia entre ellos; otras, defuentes independientes anteriores.
-
San Agustín, en su De consensu evangelistarum, resumiendo lo dicho por otros Padres de laIglesia, plantea una hipótesis basada en el orden canónico de los libros: Mateo fue el primero,Marcos hizo un resumen teniendo presente la predicación de Pedro, y Lucas escribió elEvangelio para los paganos:
«Estos cuatro evangelistas son conocidísimos en todo el orbe de la tierra. (...) Éste es el orden en que escribieron, según se acepta tradicionalmente: el primero Mateo, luego Marcos, en tercer lugar Lucas, y por último Juan. En consecuencia, fue uno el orden por lo que a conocer y anunciar el Evangelio, y otro por lo que a escribirlo se refiere. En su conocimiento y anuncio fueron los primeros quienes, siguiendo al Señor, presente corporalmente, le oyeron hablar y le vieron obrar, y fueron enviados por él en persona a evangelizar. En cuanto a ponerlo por escrito c que hay que creer que aconteció por mandato divinoc , ocupan los lugares extremos dos de los elegidos por el Señor antes de su pasión: Mateo el primero, Juan el último. Los dos restantes no pertenecían al número de aquéllos; no obstante, habían seguido a Cristo que hablaba en ellos, por lo que han de ser abrazados como hijos» (De consensu evangelistarum, 1,1-2).
-
2. Las primeras hipótesis críticas, que datan del siglo XVIII, postulan fundamentalmente dostipos de relaciones entre los Evangelios: unas hablan de interdependencia entre ellos; otras, defuentes independientes anteriores.
- a) Entre las primeras, una de las más difundidas hoy día es la que postuló el alemán JohannJakob Griesbach (1745-1812): según él, Mateo habría sido el primero en escribir; Lucas,conociendo a Mateo, habría escrito después su relato; por último, Marcos, conociendo los otrosdos, habría redactado el suyo. Ésta es una teoría formal; coincide en el fondo con la de SanAgustín, aunque cambiando el orden de los Evangelios. F. Baur, fundador de la escuela liberalde Tubinga, quiso ver aquí confirmada su teoría acerca de la primera iglesia: en ella habríaexistido una corriente judaizante, cristalizada en el Evangelio de Mateo, y una helenizante,reflejada en el Evangelio de Lucas; el Evangelio de Marcos sería como una síntesis «católica».
- b) Entre las segundas, una de las más seguidas, sobre todo hasta 1970, ha sido la de las dosfuentes. Se ha desarrollado entre finales del siglo XIX y el primer cuarto del siglo XX. BurnettHillman Streeter, en su libro The Four Gospels: A Study of Origins, de 1924, la formula delsiguiente modo: En el origen de los Evangelios hay cuatro fuentes independientes: «Q»(versículos comunes a Mateo y Lucas), «L» (fuente original de Lucas), «M» (fuente propia deMateo), Marcos (compuesto en Roma hacia el 66). La combinación de L más Q habría dadoorigen al Proto-Lucas. Este Proto-Lucas, más Marcos, más un documento recogido ahora enLucas 1-2, habría dado origen al actual Lucas. Más tarde, la combinación de Q más M másMarcos habría originado el Evangelio de Mateo.
-
La hipótesis señalaría las diversas etapas en las que se forjó el cristianismo primitivo. Hoy día,los seguidores de esta teoría, en general, trabajan con el presupuesto de base de la existenciaoriginaria de una fuente Q y de Marcos. Sin embargo, hay que tener en cuenta que esto no esmás que una hipótesis de trabajo: es importante no confundir explicaciones con pruebas.Como conclusión podemos decir que actualmente:
- a) Se tiende a disociar, en lo posible, los aspectos literarios de los aspectos ideológicos ohistóricos.
- b) Se tienen presentes las diversas teorías a la hora de enfrentarse a los textos –ya que todastienen cierto fundamento–, y se propone la que podría explicar mejor el significado de un textodeterminado.
-
2.2. LA CRITICA DE LAS FORMAS O «FORMSGESCHICHTE»
- La crítica de las formas es, en la práctica, la rama de los métodos histórico-críticos que más hainfluido en el siglo XX, tanto en la exégesis como en los comentarios bíblicos. De hecho, es latemática que se encuentra de fondo en Dei Verbum n. 19. En sus orígenes, sus máximos representantes han sido, por lo que respecta a los Evangelios, Martin Dibelius, Karl LudwigSchmidt y Rudolph Bultmann, que publicaron sus primeros desarrollos sistemáticos justodespués de la Primera Guerra Mundial, los dos primeros en 1919 y el tercero en 1921.
- Estos autores, además de asumir los criterios de la crítica de las fuentes, postularon la existenciade una etapa oral anterior a los Evangelios escritos, consistente en la predicación de laspalabras y los hechos de Jesús, y llevada a cabo en diferentes contextos: litúrgico, depredicación a los paganos, de predicación a los judíos, de controversia, etc.; la mayor parte sehabría dirigido a cristianos. Según ellos, la predicación se sirvió de las llamadas formas menores(literatura popular), asociadas a unos contextos u ocasiones determinadas (Sitz im Leben), lascuales transmitidas oralmente, desarrolladas e interpretadas, pasaron a formar parte de losEvangelios escritos, ya separadas de sus contextos originales. Los Evangelios serían, de estemodo, como antologías o colecciones de pequeñas unidades literarias –por ejemplo: dichos,parábolas, historias de curaciones, exorcismos– que podrían ser aisladas unas de otras. Lacrítica de las formas lo que trataría es de reconstruir la forma original de esas unidades y loscontextos de uso.
-
Aunque Bultmann y Dibelius denominan y clasifican estas formas de un modo ligeramentediferente, de modo general, las podemos dividir en «transmisión de palabras» y «transmisión deacciones».
- a) Dentro de la transmisión de palabras tenemos las parábolas (por ejemplo, la de la ovejaperdida de Lc 15), los dichos (por ejemplo, la instrucción sobre la reconciliación de Mt 6,14-15:«Que si vosotros perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestroPadre celestial; pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestrasofensas») y las parénesis o exhortaciones (Mt 18,10: «Guardaos de menospreciar a uno de estospequeños; porque yo os digo que sus ángeles, en los cielos, ven continuamente el rostro de miPadre que está en los cielos»). Bultmann clasifica los dichos en sapienciales (Mc 3,24-26: «Siun reino está dividido contra sí mismo, ese reino no puede subsistir. Si una casa está divididacontra sí misma, esa casa no podrá subsistir. Y si Satanás se ha alzado contra sí mismo y estádividido, no puede subsistir, pues ha llegado su fin»), proféticos (Lc 7,22-23: «Y les respondió:—Id y contad a Juan lo que habéis visto y oído: Los ciegos ven, los cojos andan, los leprososquedan limpios, los sordos oyen, los muertos resucitan, se anuncia a los pobres la Buena Nueva;¡y dichoso aquel que no halle escándalo en mí!“»), legales (Mt 5,31-32: «También se dijo: Elque repudie a su mujer, que le dé acta de divorcio. Pues yo os digo: Todo el que repudia a sumujer, excepto el caso de fornicación, la hace ser adúltera; y el que se case con una repudiada,comete adulterio»), los que empiezan con «yo os digo» y comparaciones (Mc 8,35: «Porquequien quiera salvar su vida, la perderá; pero quien pierda su vida por mí y por el Evangelio, lasalvará). Los dichos, además, no transmitirían normalmente grandes discursos.
- b) En cuanto a la transmisión de acciones, se suelen señalar dos tipos, los paradigmas oapotegmas, que son una mezcla de dichos y hechos, y los relatos propiamente dichos. Los«paradigmas» (así los llama Dibelius) o «apotegmas» (Bultmann) son narraciones breves ysimples, dirigidas hacia un final, que es una frase de Jesús que las redondea explicando elsignificado. Se parecen en su forma a los chreía, dichos de los filósofos paganos. Sonparadigmas, por ejemplo, el relato del joven rico (Mc 10,17-31), donde Jesús concluye: «¡Quédifícilmente entrarán en el Reino de Dios los que tienen riquezas!»; el de Marta y María (Lc10,38-42), que concluye con «Pero una sola cosa es necesaria»; el de los publícanos ypecadores, que acaba con «No he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores» (Mt 9,13).
-
La otra categoría es la de los relatos.
- Tiene categoría de relato la narración de los milagros.Aquí el relato en sí contiene en sí la enseñanza, que debe buscarse en la misma forma narrativa del pasaje; también entran en este grupo lo que Dibelius denomina leyendas (las que señalaríancomo actúa Dios a través de la figura de Jesús; por ejemplo, Jesús a los 12 años en el Templo);los mitos (categoría específica de Dibelius: serían las referencia a Jesús como figura divina; porejemplo, la Transfiguración); etc. Se percibe en la misma denominación de las unidades que suconcepción tiene muchos componentes de la ideología de quien la propone.
- Examinado con atención, podemos afirmar que el método funciona con dos presupuestoscentrales, ligados a lo que llaman Sitz im Leben. Por un lado, se presupone que estas formas,anónimas, circulaban ya en la primera comunidad, de tal modo que los evangelistas habrían sidomeros «recopiladores». Por otro, que estas formas no tendrían como primera finalidad conservarel recuerdo de los acontecimientos ocurridos al Jesús histórico, sino la predicación.
-
La Pontificia Comisión Bíblica
- ya hizo explícito en su documento La interpretación de la Bibliaen la Iglesia, de 1993, que la «historia de las formas» funciona con unos axiomas de partida,que tienen detrás una idea o presupuesto antisobrenatural de lo que fue la Iglesia primitiva(especialmente Dibelius y Bultmann). Según este presupuesto, aquella Iglesia primitiva nohabría tenido miedo a mitologizar a Jesús, y los textos serían un fruto de ese proceso; lospredicadores, personas anónimas, habrían funcionado de un modo carismático, construyendo lasformas según sus necesidades.
- A este respecto, hay que decir que estas ideas ni siquiera desde un punto de vista sociológicoestán planteadas con objetividad. La Iglesia desde el principio fue autocrítica y autoritativa,aceptando o rechazando sin ningún tipo de arbitrariedad lo que fuera acorde o disconforme conlos hechos que habían sucedido. Bultmann, concretamente, se concentra casi exclusivamente enla creatividad «funcional» de estas formas, según la situación y las necesidades ambientales(Sitz im Leben) de la evangelización llevada a cabo por comunidades cristianas más antiguas.Sin embargo, el origen y el uso de las relatos es «intraeclesial», y se encuentra ya en la liturgia,por ejemplo.
- A la crítica de las formas podrían hacérsele otras críticas menores, como el hecho de que no seencuentra una completa coherencia en la propuesta de las distintas «formas». Además,podríamos plantearnos otras dudas razonables: si, como ellos dicen, todo era oral, ¿por qué estáescrito? Estos ejemplos muestran una de las carencias técnicas más importante del método: supoco apoyo en el texto.
- En conclusión: es cierto que la crítica de las formas sigue siendo una referencia importante, perono se puede dejar de tener en cuenta que algunos de sus resultados tal vez estén viciados departida. Esta idea quizá puede ilustrarse viendo cómo la exégesis protestante tiene tendencia aver descrita en el Nuevo Testamento una diversidad de las iglesias, cosa que probablemente noes más que una consecuencia de lo que sus autores viven en el momento presente. También esverdad, como se ha visto en el capítulo anterior, y se mostrará a lo largo de este trabajo, que estacrítica ha llamado la atención sobre aspectos no desdeñables de los Evangelios, y que,practicada con prudencia, no sólo es útil, sino que es necesaria para una mejor comprensión delos textos sagrados.
-
2.3. LA CRITICA DE LA REDACCION O «REDAKTIONSGESCHICHTE»
- A mediados del siglo XX se contaba ya con un método histórico bastante enriquecido por lasuma de las aportaciones de la crítica textual, la crítica de las fuentes y la crítica de las formas.Sin embargo, entre 1950 y 1960, se replanteó de un modo científico la labor de los redactores enla composición de los Evangelios. La crítica de las formas subrayaba el proceso de la tradiciónoral de pequeñas unidades literarias, en su carácter anónimo y popular, considerando a losevangelistas unos meros recopiladores. Pero profesores como Hans Conzelmann, Willi Marxsen o Günther Bornkamm, quisieron poner de relieve los distintos énfasis que losredactores de los Evangelios concedían a las tradiciones que habían utilizado en sus obras, cosaque hicieron modificando y enlazando su material, componiéndolo de un modo significativo, esdecir, dándoles un sentido particular. Estos énfasis, según ellos, estaban determinados por susituación y por la situación particular de su público inmediato, esto es, sus lectores. De modogeneral, se puede afirmar que la crítica de la redacción sigue a la crítica de las formas y lacomplementa, y esto en casi todos los aspectos. Para situar al lector, podría decirse que elnacimiento de la crítica de las formas coincide cronológicamente con la etapa que en el capítuloprimero se ha caracterizado por el pesimismo sobre el carácter histórico de los Evangelios. Lasformas en Bultmann, por ejemplo, están al servicio de mostrar cómo los textos del NuevoTestamento muestran la fe en Jesús de las comunidades donde nacen esos textos. Pero elmétodo, bien purificado, puede servir para describir lo que en el capítulo segundo hemosdenominado segundo momento presente en la composición de los Evangelios, el que describe lapredicación apostólica. De manera semejante, la crítica de la redacción coincide con el cambiode actitud hacia los Evangelios, cuando se confía en su valor histórico. Además,metodológicamente, tiene aspectos que hacen al método eficaz para descubrir el tercer momentopresente en la composición de los Evangelios: el de la obra de los evangelistas.
- Aunque esta orientación redaccional de los estudios ya la podemos ver en San Agustín, elprimer estudio sistemático importante apareció en 1948, con la publicación por parte deBornkamm de un artículo en el que hacía ver cómo el relato de la tormenta en Mt 8,23-27 erauna enseñanza sobre la «fe pequeña» de los discípulos, mientras que en Mc 4,35-41 era unmilagro, cosa que en Mateo se conseguía con ligeras modificaciones en la redacción delacontecimiento. Después, y de un modo más metódico, Conzelmann publicó, primero en 1952en forma de artículo y después en 1954 como volumen, su obra El centro del tiempo. Estudio dela teología de Lucas. En 1956, Willi Marxsen publicó en la misma línea El evangelista Marcos.Estudios para una historia de la redacción del Evangelio, y, en 1959, Wolfgang Trilling Elverdadero Israel. Estudios para una teología del Evangelio de Mateo.
- Ya hemos mencionado que la finalidad de este análisis consiste en destacar y explicar lacontribución particular de cada redactor. Para conseguirlo habría que fijarse por un lado en lacomposición general de los Evangelios y por otro en sus elementos de estilo. Para ilustrar loprimero, por ejemplo, podemos fijarnos en cómo Mateo dibuja a Jesús como maestro, cosa quehace poniendo el Sermón de la Montaña justo después de la elección de los discípulos. EnMarcos, sin embargo, lo primero son los discípulos. En Lucas, un aspecto determinante loencontramos en el «camino a Jerusalén». También es interesante ver cómo se acentúan algunosaspectos en cada uno de los Evangelios: en Lucas, la oración; en Mateo, las obras, etc.Tal y como está planteada, la crítica de la redacción supone los resultados de la crítica de lasfuentes y de las formas. El método se articula en estos pasos: análisis individual de cada pasaje,análisis de los enlaces entre ellos, y análisis de la composición del texto.
- Esta investigación puede aportar datos muy interesantes, como la perspectiva teológica de cadaautor o el contexto histórico en que cada autor escribe su libro, aunque no se deben ignorar suslímites, tales como una excesiva dependencia de la teoría de las fuentes, un cierto escepticismohistórico, exageraciones, subjetivismo, etc. A título de ejemplo, habría que recordar queConzelmann o Marxen, influidos por su propia visión teológica, le conceden tanta importancia ala orientación de sus respectivos evangelistas, que en ocasiones parecen tenerlos como losfundadores del cristianismo.
-
3. LA SINCRONIA O UNIDAD DEL TEXTO
- Una vez vistos los métodos histórico-críticos nos queda por ver una serie de métodoscomplementarios, que se han desarrollado, aplicados a la Escritura –ya que su origen no espropio de la teología, sino de las ciencias literarias en general–, fundamentalmente en lasegunda mitad del siglo XX: los métodos sincrónicos. Una imagen de M.H. Abrahams nosservirá para hacer ver, con pocas palabras, en qué consiste esta complementariedad. Como yahemos podido comprobar, la metodología histórico-crítica es como una ventana que nos sirvepara ver qué es lo que hay detrás de los textos. Los métodos sincrónicos, sin embargo, noprestan atención a lo que hay detrás, sino que, en cierto modo, los podríamos asemejar a uncuadro, donde lo que importa es analizar lo que allí está representado, los puntos de luz, lasperspectivas, etc. Estos detalles son los elementos significativos que se estudian, que sondiferentes de los contextuales. El cuadro en sí se ve ya como cosa acabada, y eso es lo queinteresa, aunque en él hayan intervenido muchas manos, usando productos diferentes, etc.Teniendo esto en cuenta es más fácil entender el porqué de la palabra sincronía, expresión queen griego significa contemporaneidad, como para hacer ver que lo que se privilegia es elaspecto significativo del texto en cuanto tal, por encima del histórico.
- Una gran virtualidad de estos métodos es que ofrecen un marco adecuado para mostrar laperennidad del texto bíblico. Sin embargo, merece la pena recalcar que estos análisis sonverdaderamente eficaces en cuanto complementarios al método histórico, el cual debe siempreconservar su primacía, ya que la revelación se ha dado en la historia.Los análisis de este tipo que más resultados han aportando en los últimos años a la exégesisbíblica han sido el narrativo, el retórico y el semiótico. De todos modos, hay que tener encuenta que no hay un modelo específico acuñado por la crítica bíblica según los métodossincrónicos. Aquí expondremos los principios generales.
-
3.1. EL ANILISIS NARRATIVO
El gran auge que ha experimentado el análisis narrativo en los últimos decenios se entiende sitenemos en cuenta que los estudios nunca viven al margen de la cultura. Es cierto que estosestudios sobre la narración son muy antiguos; de hecho una de las obras claves al respecto es laPoética de Aristóteles, escrita en el siglo IV a.C. Pero es precisamente en el contextocontemporáneo, cuando la teoría narrativa ha experimentado un gran desarrollo, influyendo demodo decisivo también en los estudios bíblicos. No podía ser de otro modo, dado el carácternarrativo de gran parte de los textos de la Sagrada Escritura.Elemento clave de este análisis es el concepto de «narración».
-
el concepto de «narración»
- Elemento clave de este análisis es el concepto de «narración». De un modo bastante general,podemos definir narración como la descripción de una acción. Toda acción supone un antes yun después; es decir: tenemos una situación inicial, después una acción determinada (palabras,hechos, etc.) y, en consecuencia, una situación final. Así, el concepto de «cambio» es central enla narración. Ese cambio lo originan unos agentes que actúan en unas determinadascircunstancias. Cuando examinamos los relatos evangélicos, ya sea de un modo global, ya enalgunos de los episodios, constatamos, además, otro aspecto importante para el análisisnarrativo: el lector, normalmente, ya sabe lo que va a suceder; al narrador lo que le importa noes «qué» sucede, sino «cómo» sucede y «por qué». En la respuesta a estas preguntas es dondenormalmente se encuentra el mensaje del relato. Pongamos un ejemplo sencillo: El capítulocuarto del Evangelio de San Juan nos relata el encuentro entre Jesús y una samaritana al bordedel pozo de Sicar. La mujer samaritana ha ido simplemente a buscar agua al pozo, pero despuésde la conversación con Jesús no sólo inicia el camino de su conversión, sino que se convierteademás en apóstol que va a anunciar lo que ha visto y oído, al «posible» Mesías, a los habitantes de su pueblo. Al final, éstos también creerán al escuchar a Jesús. El cambio en la samaritana hasido originado por ese «encuentro personal» con Jesús, que ha removido su concienciahaciéndole reflexionar sobre su vida pasada, la necesidad del agua para una nueva vida, y sobresu condición de Mesías: Jesús se ha «autorrevelado» a la samaritana (y, por tanto, al lector) alrevelarle a ésta cómo es ella misma.
- Parece claro que un relato no puede describir todo tal y como ha sucedido; eso sería más bienuna película «a tiempo real», algo poco factible en la práctica. Los relatos normalmenteindividúan y seleccionan unos hechos y unos personajes, que pasan a ser dispuestos de un mododeterminado en el relato. Sin embargo, en esa selección, en esa disposición y en ese relatar, elnarrador influye de un modo determinante, ya que el relato está íntimamente unido a un modode entender la realidad y a un mensaje que se quiere transmitir. El análisis que sepa individuar ydescribir, como en un repertorio sencillo de acciones y de personajes, los elementos queintervienen en los Evangelios nos ayudará a comprenderlos mejor.
-
En este análisis, como se podrá comprobar por los siguientes ejemplos, será central el estudio dela sucesión de los hechos que se relatan, ya que esa dinamicidad es guía del sentido del relato, yel punto de vista del narrador, a través del cual se influye en la historia narrada, al mostrarlasegún la perspectiva particular desde la que se relatan los acontecimientos.Veamos unos ejemplos:
- a) En la parábola de Lázaro y el rico (Lc 16,19-31) podemos individuardos partes, que guían la comprensión de la narración: una de ellas describe al rico y a Lázaro envida; la otra les describe ya muertos. La muerte marca un punto de inflexión en sus vidas, peroes algo más que eso: lo que se dice en la parábola una vez muertos es clave explicativa de lo quesucedió en vida. Cuando ambos mueren no se sabe muy bien por qué uno es tan severamentecastigado y el otro premiado. Las palabras de Abrahán, vehículo de las palabras de Dios, nosguían en la comprensión del relato. El texto nos hace ver que la muerte no sólo marca el iniciode un juicio, relacionado con lo que uno ha hecho en vida, sino que además sella las situacioneshumanas: el rico no se queja de su castigo, porque admite que es culpable, pero quiere seguirsirviéndose del pobre para su utilidad personal. Además, el rico sigue llamando padre aAbrahán, pero es evidente que, aunque éste le llama hijo, no ha recibido la herencia: en vida noha sido pues un verdadero hijo de Abrahán. El rico, que conoce a Lázaro por su nombre, no haatendido al pobre en vida. Pero el veredicto se basa en algo que va más allá: el rico, al igual quesus hermanos, no ha pueso su confianza en la revelación ordinaria que Dios ha querido paratodos los hombres, Moisés y los profetas, sino que ha puesto su confianza en los bienes terrenos.Además, sólo se muestra dispuesto a creer en una revelación personal a través de un muerto quecuente lo que ha visto en el Sheol y que sea ya conocido para él, como seguramente lo es Lázaropara los hermanos del rico. Sin embargo, para Abrahán y, por tanto, para Dios, aquel que no haquerido seguir el camino ordinario, no podrá seguir el extraordinario.
- b) Con el relato del endemoniado de Gerasa (Mc 5,1-20) podríamos hacer un análisis parecido.El hombre poseído con el que se encuentra Jesús vivía como un animal, pero después de suencuentro, se convierte en apóstol: va a predicar, aunque no con Jesús, sino a los suyos. Elrelato nos habla así no sólo del poder de Jesús, sino también de lo que significa ser discípulosuyo: no todos deberán seguir el mismo camino. Dos ideas quedan recalcadas: Jesús cura paraque los sanados se conviertan en discípulos; Jesús quiere renovar Israel desde Israel mismo. Elendemoniado curado es pagano, y por eso es enviado a predicar a los paganos.
- c) Por último, hagamos una breve referencia a la construcción narrativa de los personajes de losEvangelios. El Evangelio según Marcos delinea perfectamente su visión de Pedro. En estafigura se da una evolución muy significativa: va desde una persona que se entrega de una formafundamentalmente voluntariosa e irreflexiva, hasta una persona que es consciente de su debilidad cuando «recuerda» su traición. A este proceso contribuye de un modo determinantecómo trata Jesús al Apóstol mientras están juntos: después de los errores de Pedro, Jesús vuelvea acogerle, mostrándole su misericordia. Al final, después de las tres negaciones, Pedro«recordará», y empezará a ser la columna de la Iglesia que Jesús busca: se sabrá débil, peroobrará a través de la fuerza de Jesús.Valgan estos ejemplos que, obviamente, no hemos analizado en profundidad. El análisisnarrativo nos puede ayudar metódicamente a ser buenos lectores: a descubrir los lugaressignificativos de los textos, los contrastes, los cambios de dirección, etc.
-
3.2. EL ANILISIS RETORICO
- La retórica es una disciplina muy antigua, y ya en la época clásica se encontraba entre las másprestigiosas; personajes tan destacados como Quintiliano, Cicerón, Anaxímenes o Aristóteles seencargaron de sistematizarla. Mucho más moderno es, sin embargo, el empleo del análisisretórico por la exégesis bíblica.
- Su ámbito de aplicación se sitúa en el campo de la comunicación; de hecho la retórica hacereferencia a una forma de comunicación. En términos generales, la retórica se centra en elestudio de los discursos orales y, ya dentro del ámbito bíblico, en el «discurso religioso osagrado». El análisis retórico intenta comprender cómo habla la Biblia, qué es lo que quiereexponer. No estudia las fuentes del texto sino su poder, su mensaje, lo que el texto quiere decirtal y como lo tenemos: se busca así la intención del autor o editor en su producto final unificadoy el efecto que podía tener su recepción en los lectores contemporáneos.
-
George A. Kennedy
- Según expresión de George A. Kennedy, uno de los más importantes estudiosos de la retóricaclásica, esta disciplina podría definirse como el «conjunto de reglas que hacen el discursoeficaz» o, en otras palabras, como «esa cualidad del discurso gracias a la cual el que habla oescribe trata de cumplir sus objetivos». La retórica es, así, mucho más que una mera cuestión deestilo o de argumentos, aunque también incluya estos aspectos. El lenguaje del NuevoTestamento no quiere convencer sin más, sino comunicar, muchas veces apoyándosemeramente en la fuerza del mensaje, en la convicción del que habla o escribe. Esto no quieredecir que las composiciones evangélicas sean «invenciones» o que carezcan de una lógica. Todacomposición retórica y literaria es «creativa», como ya hemos visto al hablar de la narración,pero a partir de unos hechos reales, dispuestos según una lógica: de hecho, los argumentos dellenguaje sagrado son «lógicos».
- Ciertamente, los autores de los Evangelios pertenecen al ambiente cultural en el que viven. Poresto es importante fijarse en los aspectos que nos pueden aportar los estudios sobre la retóricade la época, ya sea la de tradición semítica, más centrada en aspectos formales y decomposición, ya sea la clásica.En esta última se hablaba de tres géneros: el judicial, el deliberativo y el epideíctico. Dentro decada género, las partes esenciales eran la invención, la disposición y el estilo. Concretamente, ladisposición era la que daba cuerpo a los discursos: una breve narración de los hechos, unaproposición, las pruebas que la apoyaban (en el caso de los Evangelios serían las citas decumplimiento del Antiguo Testamento, los milagros, la autoridad del que habla, argumentosracionales, etc.) y las refutaciones a las objeciones. Para nosotros esto también tiene suimportancia, aunque quizá más directamente para los discursos o argumentaciones tanfrecuentes en el epistolario paulino. De todos modos, es importante resaltar que, cara al NuevoTestamento, podemos aplicar los criterios generales, pero después es muy importante centrarseen la especificidad propia de los relatos que tenemos delante.
-
Para ilustrar cómo se puede aplicar el análisis retórico a los Evangelios, veamos un ejemplo.
- Poco antes de iniciar el Sermón de la Montaña, Jesús es presentado moviéndose entre lamultitud y curando enfermos. Esta acción, que es externa al sermón, y a la que no se refiere enél, se entiende como algo que aumenta su autoridad mientras está hablando. Después del sermónrealiza otro milagro, y así confirma su poder. Este milagro es un «signo», que tiene carácter deevidencia entre los judíos: es una prueba irrefutable. El discurso lo tenemos propiamente de Mt5,2 a 7,28. En sus palabras Jesús no recurre a pruebas externas, como milagros, citas decumplimiento, etc. Eso ya ha aparecido antes: es el paso previo de su misión. Ahora viene elsegundo paso: la predicación de un mensaje. Los que sí aparecen a su alrededor son losdiscípulos, sus testigos, que se presentan como prueba externa. Jesús cuando habla, con suspropias palabras anticipa alguna posible objeción: «No penséis que he venido a abolir la Ley olos Profetas; no he venido a abolirlos sino a darles su plenitud» (Mt 5,17).
- Un estudio pormenorizado sacaría a la luz muchos más detalles. Baste decir que aquí Jesús estádando una serie de consejos a propósito de la conducta vital. Todo ello está orientado hacia unanueva vida, de la que las bienaventuranzas, colocadas en el inicio del discurso, son una cualidadfundamental, especificada como paso previo. Mateo expone todo esto según su retóricaparticular, «creando» un marco específico dirigido a sus destinatarios.Como los demás análisis sincrónicos, el retórico tiene sus ventajas y sus límites. En algunoscasos se limita a describir, y entonces su interés es meramente estilístico. Por otro lado, amenudo la retórica del Nuevo Testamento no se amolda a cánones apriorísticos, y se puedecorrer el riesgo de aplicar un traje a la fuerza al texto bíblico, forzando así su sentido.
-
3.3. EL ANILISIS SEMIOTICO
Dentro del ámbito de los estudios del texto bíblico tal y como se presenta en su estadio final,contamos también con el análisis semiótico, ampliamente desarrollado en el siglo XX. En susorígenes se encuentra el estructuralismo del lingüista suizo F. de Saussure (1857-1913), aunquelas aplicaciones a los estudios bíblicos se centran hoy día sobre todo en la obra del lingüistafrancés de origen lituano A.J. Greimas (1917-1992).
-
semiótica
En términos generales, la semiótica es todo estudio de la producción de significado. La unidadde estudio es el signo, no sólo en cuanto expresión verbal sino también en cuanto realidad: parael hombre, cualquier realidad es susceptible de convertirse en un signo, incluso de una realidaddiferente. Por ejemplo, un caracol, además de ser un animal minúsculo, puede ser signo delentitud exasperante.
-
El análisis semiótico
intenta ver cómo se produce un significado a través de los contrastes. Estecontraste sería el ocasionado por una relación, normalmente de «opuestos» o contrarios. Alponer al lado dos contrarios, el sentido de cada uno se verá más claro o se podrá resaltar, etc.Del análisis de estos opuestos y de su «valor» saldrá el cuadro semiótico, que es el que guía enla interpretación del significado. Pongamos como ejemplo el relato del hijo pródigo (Lc 15,11-32). Las líneas de sentido se concentran en una marcada contraposición entre «vida» y«muerte», ejemplificados en esa «pérdida/reencuentro», en el «pecado/conversión». La «vida»(representada aquí por el vivir en el seno de la propia familia, por la acogida que recibe el queera ausente, por el reencuentro con los signos de la propia dignidad, y por el reencuentro tras laseparación y la celebración festiva) y lo que es «no-muerte» (el entrar dentro de uno mismo, lahumillación voluntaria, el reconocimiento de la propia culpa y la petición de perdón) se oponena la «muerte» (representada por el separarse, el apartarse de lo que es común, el despilfarroegoísta, la reivindicación de uno mismo basada en el desprecio del otro) y a la «no-vida»(intentar únicamente la mera supervivencia y perder la identidad propia e incluso la misma dignidad humana en su búsqueda). Junto a estas oposiciones podemos encontrar otrasrelacionadas: la pérdida del tener (derroche) que desemboca en la pérdida del ser (degradación),frente a la ganancia del ser (perdón concedido, nueva dignidad) que desemboca en la gananciadel tener (reintegración en comunidad familiar); la «no-alegría» frente a la «alegría».
-
La semiótica parte de una idea muy positiva para la exégesis de los Evangelios:
la de tomar lostextos como un todo coherente. Sin embargo, su principal inconveniente es la ausencia dereferencialidad a realidades exteriores al texto, cosa que en la Biblia cercena el sentido. LosEvangelios son Sagrada Escritura, hacen referencia a unos hechos reales que se han dado en lahistoria, y están dirigidos al lector de todos los tiempos. Si este acercamiento se queda enaspectos solamente formales, sus resultados no serán válidos para la exégesis bíblica.
-
4. EL ANILISIS HISTORICO DE LOS EVANGELIOS
En los últimos diez o quince años, como resultado de lo que se ha denominado «tercerapregunta» sobre el Jesús histórico, han aparecido en el mercado editorial muchos libros quepodrían englobarse bajo el título de «Vidas de Jesús». En algunas ocasiones nos encontramosante obras que buscan el escándalo o el éxito editorial, pero también es habitual descubrir obrasde prestigiosos investigadores, católicos –J. Gnilka, J. M. Casciaro, J. Meier, R.Schnackenburg, R. Penna, R. Brown, A. Puig, etc.– , o protestantes –G. Theissen, o J.Schlosser, B. Witherington, etc.– que, con un examen sereno de las fuentes, son capaces decomponer una vida de Cristo basada en los Evangelios y en los documentos de la época. Esverdad que en este trabajo los investigadores deciden a menudo lo que consideran obra de Jesúsy lo que consideran que es una explicación de la primera comunidad cristiana, y también esverdad que en ocasiones algunos se quedan cortos en sus conclusiones, y dejan de lado aspectosimportantes, por considerar que no vienen de Jesús sino de la primera comunidad. En lo que serefiere a esta aproximación al estudio de los evangelios, hay que notar dos cosas: la que serefiere a los criterios de historicidad de lo narrado en los evangelios y la que se refiere a lo quese denomina el Jesús histórico.
-
4.1. LOS CRITERIOS DE HISTORICIDAD
La investigación de la historicidad de los evangelios se basa en los mismos lugares que lainvestigación histórica de del pasado. La crítica histórica, al examinar un documento, realizauna crítica del documento, de su fiabilidad, y una crítica del contenido del documento.Ciertamente, en la investigación del pasado no hay procedimientos de «verificación», aunque síhay procedimientos metódicos de «validación» de probabilidad: con la aplicación de unosprocedimientos metódicos, se puede afirmar que una interpretación es más probable, o muchomás probable, que otra. Por tanto, la función de estos criterios consiste en dar una base a lahistoricidad de lo narrado en el Nuevo Testamento o en las fuentes paganas. Sin embargo, aúnasí, es claro que los resultados varían de un investigador a otro. Genéricamente se descubre quelos investigadores llegan a encontrar lo que buscaban, porque ahí detienen la investigación. Sinembargo, su aplicación ha dado frutos incluso insospechados: por ejemplo, cuando se aplicantales criterios a los «evangelios apócrifos», se descubre enseguida que no los cumplen: ahí seprueba de una manera no buscada que la primitiva Iglesia al recoger los evangelios canónicoscomo tales, no lo hizo de manera arbitraria.
-
En su aplicación rigurosa a los evangelios, son comunes a todos los investigadores lossiguientes puntos.
- 1. Indicios y criterios
- 2. Los criterios más importantes
-
4.1.1. Indicios y criterios
Algunos autores señalan que conviene distinguir, en primer lugar, entre criterios e indicios. Lafuerza del criterio es mayor que la del indicio. Los indicios sugieren probabilidades, pero no unjuicio cierto de autenticidad histórica. Así, por ejemplo, se entiende que es un indicio delcarácter histórico de un hecho la presencia de detalles neutros, sin connotación teológica: Jesúsdurmiendo sobre un cabezal, o que algo ocurrió «cerca de Jericó»; también el colorido de unEvangelio o la vivacidad de la narración (por ej. Marcos) son indicios de que aquello vieneapoyado por el testimonio de un testigo ocular. Pero los indicios son sólo indicios y puedenobedecer a técnicas redaccionales de los evangelistas. Por eso, la «impresión de verdad de losEvangelios» goza de poco valor entre los historiadores. En cambio los «criterios» tienen valorpropio, intrínseco, suficiente para conducir a resultados ciertos, fructuosos, cuando se combinanentre sí. De todas formas debe advertirse que los criterios tampoco tienen el carácter de pruebairrefutable y su valor varía en razón de la precomprensión peculiar del que los emplea. De ahíque no haya un consenso unánime sobre cuáles sean.
-
4.1.2 . Los criterios más importantes
- 1. el criterio de «discontinuidad (o disimilitud, odesemejanza)»
- 2. El criterio de «testimonio múltiple»
- 3. El criterio de «coherencia» o «conformidad».
- 4. El criterio de «explicación necesaria»
-
el criterio de «discontinuidad (o disimilitud, odesemejanza)»
El criterio más usado en la práctica ha sido el criterio de «discontinuidad (o disimilitud, odesemejanza)». Käsemann, que fue el primero en distinguir y aplicar los criterios deautenticidad a los relatos evangélicos, determinó esta criterio como base de la investigaciónsobre la historicidad de los relatos y palabras evangélicas. El criterio reza genéricamente así: sepuede considerar auténtico un dato evangélico cuando una tradición, por motivos de cualquiergénero, no puede deducirse a las concepciones del judaísmo del momento y tampoco puedeatribuirse a las concepciones de la cristiandad primitiva. Es decir, un material es más probableque sea históricamente fiable si sus contenidos e ideología difieren de los que son másimportantes para su propia fuente. Si Jesús es presentado diciendo o haciendo cosas que parecenno encajar ni en el judaísmo palestinense ni en la primitiva Iglesia, la probabilidad de que esainformación sea fiel parece grande. Es el caso, por ejemplo, del uso de «Abbá» por parte deJesús, la expresión «Amen» al principio de la frase, el bautismo de Jesús por parte de Juan, losdefectos de los Apóstoles, expresiones como «Reino de Dios», «Hijo del Hombre», etc.Este criterio de disimilitud entre los dos polos que determinan la vida de Jesús, el judaísmo y laprimitiva Iglesia, fue completado por otros criterios, que varían según los autores enimportancia y número. No hay acuerdo en el modo de designarlos ni en la prioridad de unossobre otros. A pesar de ello, además del «criterio de discontinuidad» (también llamado de,…………….originalidad, irreductibilidad dual), hay un cierto consenso en admitir como principales criteriosde historicidad el de «testimonio múltiple» (también llamado de referencias cruzadas: crossreferences), el de «coherencia» (también llamado de congruencia o conformidad) y el deexplicación necesaria.
-
El criterio de «testimonio múltiple»
El criterio de «testimonio múltiple» es usual en las ciencias históricas. Por él se determinaque es más probable que algo sea aceptado históricamente si está atestiguado por más de unafuente, según la fórmula clásica: testis unus, testis nullus. Aplicado a la figura histórica de Jesúsimplica que si algo está atestiguado en todas las fuentes evangélicas (sinópticos y Juan) y en losotros escritos del Nuevo Testamento es auténtico. Así, por ejemplo, la misericordia de Jesúsaparece en todas las fuentes y en las más diversas formas literarias, y por eso se trata de algohistóricamente auténtico. Este criterio es muy importante para determinar los trazosfundamentales de la figura, predicación y actividad de Jesús. La toma de postura de Jesús ante laLey, los pobres y pecadores, su resistencia a ser tenido como mesías rey con carácter político, suactividad como taumaturgo y su predicación en parábolas, son ejemplos de ello.
-
El criterio de «coherencia» o «conformidad».
El criterio de «coherencia» o «conformidad». Determina que el material que no puedeestablecerse como histórico por otros criterios puede, no obstante, ser juzgado auténtico, si es engeneral coherente con otra información que se considera fidedigna (y en especial con el corazóndel mensaje de Jesús, es decir, la venida e instauración del Reino mesiánico). Así se justifican lahistoricidad de las parábolas, de las bienaventuranzas, del Padrenuestro, etc. Complementadopor el de «discontinuidad», este criterio permite situar a Jesús en su tiempo, en la cultura ytradiciones de su época.
-
El criterio de «explicación necesaria»
El criterio de «explicación necesaria» es la aplicación del principio de «razón suficiente», queproviene del derecho, al terreno de la historia. La explicación que ilumina y agrupaarmónicamente todo un conjunto de elementos –que, en caso contrario, serían un enigma– sindar origen a problemas mayores revela un dato auténtico. Se puede atestiguar así el éxito inicialdel ministerio de Jesús, su actividad en Jerusalén, la enseñanza particular a los discípulos, etc.
-
Los criterios más importantes:
- 1. el criterio de «discontinuidad (o disimilitud, odesemejanza)»2. El criterio de «testimonio múltiple» 3. El criterio de «coherencia» o «conformidad». 4. El criterio de «explicación necesaria»
- En general, estos cuatro criterios, de manera explícita o implícita son utilizados por la mayorparte de los investigadores. Otros criterios presentes en unos como criterios, y en otros comoindicios, son los de «dificultad» (serían auténticos dichos o hechos que habrían desconcertado ocreado dificultades a la Iglesia primitiva, como por ejemplo la afirmación de Mc 13,32 en la quese dice que Jesús no conoce el día o la hora finales), el de «rechazo y ejecución» (determina quépalabras y hechos de Jesús pueden explicar su violenta muerte como «rey de los judíos»), el de«presunción histórica» (el peso de la prueba, ¿está del lado del crítico que niega la historicidad odel lado de quien la afirma?, ¿in dubio pro traditio o no?), la «huella aramea», el «ambientepalestino», la «viveza narrativa», la «tendencia redaccional de cada evangelista», la«inteligibilidad interna del relato», la «interpretación diversa y acuerdo de fondo», etc.Una nota final. Se ha visto que no hay una uniformidad en la fijación y uso de los criterios. Sinembargo, muchos investigadores de los evangelios a menudo operan con otro criterio que noformulan: una visión del mundo post-ilustrada, de modo que para ellos es más probable que unmaterial sea considerado históricamente fiable, si no requiere la aceptación de postulados quecontradigan las ideas modernas sobre la realidad. En otras palabras, piensan que en la Bibliaalgo no ha pasado porque no ha podido pasar, es decir, parten de un a priori sobre lo que esposible, que transciende cualquier consideración sobre el número de fuentes, disimilitud,coherencia, etc.En conclusión, la historicidad de lo narrado en los Evangelios se puede mostrar hoy en día conel uso convergente de los diversos criterios. Con una aplicación rigurosa, a pesar de algunasvoces discordantes, una gran parte del material evangélico no se somete a discusión. Sinembargo, hay algo que debe cambiar en la actitud del historiador frente a los Evangelios. Laactitud de sospecha de algunos historiadores debe ceder ante una actitud más coherente yracional. Los evangelios merecen confianza y, mientras que no se demuestre lo contrario, hayque atenerse al hecho de que Jesús está en el origen de las palabras y de las acciones queaparecen recogidas en esos relatos.
-
4.2. EL JESUS HISTORICO
A lo largo de estas páginas se ha mencionado más de una vez la expresión «Jesús histórico»,casi como un género literario. Se designa así a uno conjunto de libros que investigan la vida de Jesús con unos criterios de historicidad y describen lo que a juicio de los investigadores, sepuede averiguar de Jesús. Meier, por ejemplo, dice en la primera página de su obra que entiendesu exposición como resultado imaginario del acuerdo al que llegarían, en una especie de«conclave» posible, «un católico, un protestante, un judío y un agnóstico, todos elloshistoriadores serios y conocedores de los movimientos religiosos del siglo I».
-
Sanders, por suparte, describe «ocho hechos incuestionables», desde el punto de vista histórico, sobre la vida deJesús y los orígenes cristianos:
- 1) Jesús fue bautizado por Juan Bautista; 2) era un Galileo quepredicó y realizó curaciones;
- 3) llamó a discípulos y habló de que eran doce;
- 4) limitó suactividad a Israel;
- 5) mantuvo una controversia sobre el papel del templo;
- 6) fue crucificadofuera de Jerusalén por las autoridades romanas;
- 7) tras la muerte de Jesús, sus seguidorescontinuaron formando un movimiento identificable;
- 8) al menos algunos judíos persiguieron aciertos grupos del nuevo movimiento (Ga 1,13.22; Flp 3,6) y, al parecer, esta persecución durócomo mínimo hasta un tiempo cercano al final del ministerio de Pablo (2 Co 11,24; Ga 5,11;6,12; cf. Mt 23,34; 10,17). A partir de estos mínimos cada autor introduce más o menoselementos. Pero lo más importante es ser consciente que el «Jesús histórico» descrito en esoslibros, es un constructo de laboratorio, no el Jesús real, ni el Jesús de la Historia; es ladescripción de Jesús que hacen esos autores a partir de sus presupuestos: no es poco, pero no es todo.
-
Otros autores proponen otras denominaciones, y otras biografías de Jesús, que quieren ir másallá del reduccionismo del Jesús histórico y proponen otros objetivos:
- 1. R. Guardini
- 2. Lagrange
- 3. Cerfaux
-
la afirmación de R. Guardini
lo que denominan el Jesúsreal, el Jesús de los evangelios, el Jesús de la historia, etc. Ante esto quizás habría que recordarla afirmación de R. Guardini cuando decía que la investigación racional sobre Jesús está hechade «recortes», sobre el presupuesto de que los escritores del Nuevo Testamento hanengrandecido la figura del Maestro.
-
la afirmación de Lagrange
A la luz de la fe, ocurre justamente lo contrario: la imagende Jesús que transmiten Marcos o Pablo es más limitada que la realidad de Jesús. Con estepresupuesto, y teniendo en cuenta que nos guiamos por un conocimiento racional, o razonable,en realidad tendríamos que tener acudir a la investigación con una descripción clara de lo quebuscamos. Se trata de distinguir entre dos datos: si yo digo, por ejemplo, «Jesús murió en lacruz», estoy haciendo una afirmación de Jesulogía (estoy hablando de Jesús); si yo digo «Jesúsmurió en la cruz por nuestros pecados», estoy haciendo una afirmación cristológica. Ahora bien,en realidad, ambos predicados están unidos. Como dijo Lagrange «los evangelios son la únicavida de Jesús que es posible escribir.
-
la afirmación de Cerfaux
No hay sino comprenderlos lo mejor posible» (y losevangelios presentan una posición cristológica). Ahora bien, esto no implica el abandono de lainvestigación histórica y refugiarse en el adagio de que sólo tenemos acceso al Cristo. Enrealidad no es así: se puede hacer una investigación histórica sobre Jesús y descubrir que Jesúsno se reduce simplemente unos hechos (a una Jesulogía) sino que Él mismo le da un sentido aesos hechos (es decir, hay en sus gestos y palabras una cristología implícita, y a veces explícita):los evangelios no son una evolución sino que hacen más explícita la cristología presente ya enJesucristo. En el Jesús de la historia, la Jesulogía es ya una Cristología. Éste es el reto de lainvestigación actual sobre Jesús, que, obviamente, deberá tener presente –como afirma Cerfauxen su volumen «Jesús en los orígenes de la tradición»– que hay un doble nacimiento delcristianismo: en las acciones y predicación de Jesús y en su resurrección gloriosa en Jerusalén.
-
5. OTROS ESTUDIOS: LA TRADICION ORAL
Los métodos de estudio mencionados hasta el momento van, por decirlo así, de atrás haciadelante, de cómo justificar, desde la metodología histórica actual se puede explicar lahistoricidad de los evangelios. Pero hay otros caminos de investigación que siguen precisamentela dirección contraria: de Jesús y su ambiente, a los evangelios. Así por ejemplo la investigaciónsociológica que tiene presente que la sociedad en la que vive Jesús es una sociedad autoritativa,en la que cuenta el prestigio y la fuerza de un líder, etc. El estudio más significativo, sinembargo, es el de la tradición oral.
-
En la década de 1950, algunos investigadores escandinavos
En la década de 1950, algunos investigadores escandinavosestudiaron los modos de transmisión oral a través del folklore, de los ritos, etc., y sus resultadosse mostraron eficaces en la aplicación al Antiguo Testamento. Después, se aplicaron al Nuevo.
-
En 1961, B. Gerhardsson
En 1961, B. Gerhardsson publicó un conocido estudio («Prehistoria de los Evangelios : losorígenes de las tradiciones evangélicas») en el que mostraba cómo en el Talmud se recogendichos de los rabinos, cada normalmente refiriéndose al rabino del que lo ha recibido, y este deotro, y así hasta tres generaciones. Ciertamente, a veces, los dichos se adaptan a la nuevasituación, pero recogen una tradición que se actualiza.
-
En 1967, H. Schürmann
En una línea muy semejante, H.Schürmann, un investigador católico alemán cuyas tesis tuvieron eco también en investigadoresprotestantes, planteó una cuestión semejante en su estudio: «La tradición de los dichos de Jesús»(1967). Este autor planteó la posibilidad de estudiar los «dichos» las palabras de Jesús, no en elcontexto vital (Sitz im Lebem) de la predicación apostólica, sino en el contexto pre-pascual dela vida de Jesús.
-
Quienes seguían el método de la historia de las formas, subrayaban el caráctercreativo de la primera predicación especialmente en tres campos:
- 1. los dichos que se referían a lavida de la primera comunidad cristiana.
- 2. los que se referían a la misión apostólica.
- 3. y los llamadosdichos cristológicos.
-
Pero los evangelios muestran
Pero los evangelios muestran que los discípulos –como en otros gruposde la época, por ejemplo, en Qumram– hacían vida en común con Jesús: no hay inconvenienteen pensar en lecciones de Jesús a propósito de esta vida en común. Lo mismo respecto de losdichos misioneros, pues los discípulos son enviados a predicar (Mt 10,1ss y par) y para estodebieron ser instruidos. Finalmente, si Jesús quiso una confesión sobre su persona (Mt 16,16 ypar), no podemos dejar de lado una enseñanza mesiánica.
-
En 1981, R. Riesner
- Más tarde, recogiendo esasintuiciones, R. Riesner las desarrolló en un extenso volumen titulado «Jesús, como maestro»(1981). En él examina el contexto cultural de la Palestina de tiempos de Jesús (la importancia,por ejemplo, que se daba a la memoria, como señala Flavio Josefo; la sinagoga que llevabaconsigo una escuela elemental, tal como recuerdan Séneca o Filón; etc.) y llega a la conclusiónde que la memoria era muy importante en la enseñanza de la época y que los evangelios alrecoger las palabras de Jesús muestran procedimientos mnemotécnicos de los que seguramentese valió el Maestro para que sus discípulos los recordaron: así de los 250 dichos de Jesús querecogen los evangelios, 200 tienen el paralelismo bimembre, y abundan en ellos otras figurasretóricas –rimas, chiasmos, etc.– que facilitan su memorización. Por eso, piensa que: a) comomaterial mesiánico que eran, las sentencias de Jesús invitaban a ser retenidas; lo mismo que elcarácter enigmático y profético de algunas de sus frases estaba dirigido a que fuera retenido enla memoria para poder pensar en ellas; de hecho, Jesús mismo invita a la memorización confórmulas fijas de memorización (aprended, retened, etc.); b) Su carácter de Maestro invita apensar que daba resúmenes de su doctrina y los rasgos de estilo así muestran que enseñaba paraque se memorizara. Por tanto, no es descabellado pensar que ya en tiempos de Jesús corrieran deboca en boca narraciones de hechos y dichos, que obviamente, después, en tras la resurrecciónse actualizaron en la predicación.
- Obviamente, son muchos más los estudios que se han hecho metodológicamente de losevangelios. Con lo expuesto, se puede, sin embargo, abordar la parte final: cómo leemos losevangelios en la Iglesia, hoy.
-
5. LOS EVANGELIOS EN LA IGLESIA: HISTORIA Y DOCTRINA
- Los evangelios se leen en la Iglesia como historia y como doctrina, como memoria histórica deJesús y como enseñanza para hoy. A primera vista estos dos aspectos pueden parecercontradictorios, pues un relato neutro, que señala al hecho sin querer sacar ninguna enseñanzade él, parece tener más visos de historicidad que un relato donde prácticamente cada detallequiere ser una enseñanza. También estas dos cualidades parecen opuestas bajo otro aspecto: elrelato histórico mira al pasado y el relato significativo mira al presente; éste quiere hacer expresivo y relevante aquello que narra.
- Sin embargo, los evangelios pretenden ser –y lo son– históricos y significativos. ¿Cómo esposible esto? La exégesis cristiana de los últimos años –y así aparece también reflejado enalgunos documentos del Magisterio de la Iglesia– ha puesto de manifiesto que los Evangeliosson históricos, pero no de un modo anecdótico, presentando episodios y sucesos de la vida deJesús, como podría haberlos recogido un cronista contemporáneo de los acontecimientos; losEvangelios son históricos, en cuanto reproducen episodios verdaderamente ocurridos en la vidade Jesús; pero estos episodios se han comprendido y se han expresado desde el principio como doctrina y enseñanza.
- Para comprender esta dimensión de los Evangelios, es muy importante darse cuenta de queaquello que nos transmiten los estos relatos no es más que la predicación apostólica sobre Jesús.Dicho de otro modo, aunque la expresión parezca un poco paradójica: los Evangelios, porejemplo, no reproducen la predicación de Jesús, sino la predicación de los Apóstoles sobre lasacciones y las palabras de Jesús. Es evidente que al proclamar a Jesús, los Apóstoles recogíantambién la predicación de Jesús. Pero es muy importante tener presente la mediación apostólicaen nuestro acceso a Jesús. La predicación de los Apóstoles, guiada por el Espíritu Santo,consistía en proclamar unos hechos de los que eran testigos extrayendo de ellos su significado.Y esto es lo que hacen los Evangelios: al proclamar a Jesús, exponen las acciones y lasenseñanzas del Maestro pero las acompañan de una explicación –explícita o implícita– del significado de esos hechos y palabras.
-
1. LOS EVANGELIOS COMO UN CONJUNTO DE RELATOS
(Los Evangelios, de modo especial los Evangelios sinópticos, son, desde el punto de vistaliterario, unos escritos singulares. A primera vista advertimos dos cosas:)
- a. Aunque presentan una narración continuada de la actividad de Jesús, lo hacen normalmente amodo de cuadros. Podríamos decir que, excepto el relato de la Pasión, se parecen más a unacolección de diapositivas bien ordenadas que a una película.
- b. Cada uno de estos cuadros, lo que denominamos perícopas, es muy rico en su significado.Estamos ante relatos densos y cortos, en los que da la impresión de que no hay ni una palabra demás. Además, muchas veces parece como si cada uno de ellos fuera un resumen del Evangelioentero.
-
Es probable que hayamos experimentado esta sensación de densidad de los relatos evangélicosal oír la predicación sobre un texto determinado, o al leer algunos comentarios al NuevoTestamento. Pero no es necesario que tal densidad de significado se atribuya a loscomentadores. Puede venir del texto mismo. Después de todo, se trata de textos inspirados porel Espíritu Santo y que tienen como sujeto de las acciones y de las palabras a Jesús mismo. Si Jesús o el Espíritu Santo están en el origen de esos gestos o de esas palabras, no hay razónalguna para extrañarse de su riqueza. Esto es verdad. Pero no es menos verdad que ante estehecho, algún lector, quizás excesivamente influido por las ideas racionalistas, puede pensar quetal densidad es obra de los autores de esos escritos, y, en ese caso, tal vez se le ocurra sospecharque a lo mejor las cosas no sucedieron exactamente tal como nos las cuenta el relato. Quizás losevangelistas han compuesto las cosas de tal manera que, de un suceso normal, han hecho untratado doctrinal en forma narrativa. Esta sospecha está alimentada por muchos comentarios al Nuevo Testamento en los que aparecen de continuo expresiones como ésta: «Aquí, Marcos –o Mateo, o Lucas– compone una historia ejemplar para sus destinatarios: ...»
-
Lo cierto es que en los Evangelios hay una confluencia de todos estos factores: es evidente queJesús confirió a sus acciones una dignidad extraordinaria, es evidente también que el EspírituSanto provee a la Iglesia de todo lo que necesita para su santificación, y parece claro tambiénque el Espíritu Santo se sirvió de los autores sagrados, de sus facultades y talentos, también delos talentos narrativos, para instruir a sus fieles. Todo esto es lo que se va a recordar en lospróximos capítulos. Ahora, para no entretenernos excesivamente en formulaciones teóricas, serámejor que lo veamos en algunos textos. Pongamos, por ejemplo, el relato de la curación delciego Bartimeo:
«Llegan a Jericó. Y cuando salía él de Jericó con sus discípulos y una gran multitud, un ciego, Bartimeo, el hijo de Timeo, estaba sentado al lado del camino pidiendo limosna. Y al oír que era Jesús Nazareno, comenzó a decir a gritos: –¡Jesús, Hijo de David, ten piedad de mí! Y muchos le reprendían para que se callara. Pero él gritaba mucho más: –¡Hijo de David, ten piedad de mí! Se paró Jesús y dijo: –Llamadle. Llamaron al ciego diciéndole: –¡Ênimo!, levántate, te llama. Él, arrojando su manto, dio un salto y se acercó a Jesús. Jesús le preguntó: –¿Qué quieres que te haga? –Rabboni, que vea –le respondió el ciego. Entonces Jesús le dijo: –Anda, tu fe te ha salvado. Y al instante recobró la vista. Y le seguía por el camino» (Mc 10, 46-51).
-
Cualquier comentario del Nuevo Testamento dirá aquí que San Marcos
expone de maneragenial el itinerario de la fe. El hombre que no tiene fe es un ciego como Bartimeo que está allado del camino –del camino de la vida, se entiende–, al albur de lo que le digan los demás,que, además, no le dejan expresarse. Cuando se encuentra con Jesús, con su petición insistenteconsigue la fe, es decir, empieza a ver, y a estar en el camino, siguiendo, como los discípulos, aJesús. La explicación se puede completar aún más, y hablar de la perseverancia en la petición,de dejar el manto –es decir, las propias posesiones, o lo que uno tiene entre manos–, deresponder con prontitud a la llamada de Jesús, etc. Es asombroso descubrir la capacidadpedagógica que tiene el texto. Si la narración se sigue punto por punto en esta dirección, quizása alguien le asome la sospecha de que si el relato es tan rico en matices, tal vez se deba a querecoge una verdadera historia (como son verdaderas historias las parábolas narrativas de Lc 15,por ejemplo) pero no algo históricamente verdadero. O lo que es lo mismo, el lector que mira elrelato con curiosidad crítica puede sospechar que quizás no esté ante una historia realmente ocurrida, sino simplemente ante una historia ejemplar, que expresa la verdad de lo que es tenerfe y lo hace de modo narrativo.Este falso dilema es el que ha tratado de resolver la exégesis católica de los Evangelios en elúltimo medio siglo. Esta exégesis se ha propuesto explicar cómo los Evangelios, siendo muy significativos, siguen siendo históricamente fiables.
-
2. LOS EVANGELIOS RECOGEN LA PREDICACION APOSTOLICA
Lo dicho para pasaje de Bartimeo vale para muchos otros lugares: si leemos el relato de la«Institución de la Eucaristía» (Mt 26,26-29; Mc 14,22-25; Lc 22,19-40), lo que se presenta anuestra lectura se parece más a los gestos y las palabras que –siguiendo el mandato del mismoJesucristo (1 Co 11,23-26)– se repiten hasta hoy en la celebración de la Santa Misa que alconjunto de ritos que constituían la Cena pascual, que no están recogidos en el relato. Y lomismo se puede decir de la llamada de Jesús a los Apóstoles, y, prácticamente, de todos lospasajes evangélicos.
-
En realidad, no podía ser de otro modo. Los relatos de los Evangelios sinópticos
son como son,sencillos, densos, profundos, casi sin lugar para la anécdota «muchas de las cosas respecto aJesús que interesan a la curiosidad humana no figuran en el Evangelio», recuerda el Catecismode la Iglesia Católica (n. 514) , con un horizonte de enseñanza y de doctrina presente en cadapaso, porque, en realidad, los Evangelios no son una crónica contemporánea de la vida de Jesús,los Evangelios tienen su origen más próximo en la predicación, en concreto en la predicaciónapostólica. Dicho de otra forma: «Los Evangelios quieren ser fieles a la predicación apostólicaque, a su vez, es fiel al significado de las palabras y los gestos de Jesucristo».
-
Ese es el secreto de la densidad de los relatos. En su origen, cada relato
remite a circunstanciasprecisas de la vida de Jesús, pero cada uno de ellos expresa también la enseñanza de lapredicación apostólica sobre Jesús. Esta conclusión no se deriva sólo de la investigaciónmoderna sobre los Evangelios –tal como se ha visto en la lección anterior, y tal como seejemplificará en las siguientes– sino que es una constante de la enseñanza de los primerosPadres de la Iglesia. San Justino, por ejemplo, llama a los Evangelios memorias de losApóstoles, San Ireneo, Clemente de Alejandría, y todos cuantos hablan del nacimiento de losEvangelios, enseñan el origen apostólico de los escritos. En este ámbito, resulta enormementesignificativo comprobar que cuando hablan de Marcos o de Lucas, los dos evangelistas que noson del grupo de los Apóstoles, repitan una y otra vez que reproducen respectivamente lapredicación de los Apóstoles Pedro y Pablo.
-
El Magisterio de la Iglesia ha atendido a estos dos horizontes
–la tradición recibida y losresultados de la moderna investigación histórica y literaria de los Evangelios–, al declararcómo entiende que se formaron los Evangelios y, por tanto, la manera con que los lee yproclama. Lo hizo con cierto detalle la Pontificia Comisión Bíblica, en la Instrucción SanctaMater Ecclesia. De historica Evangeliorum veritate («La verdad histórica de los Evangelios»,21 de abril de 1964, en AAS 56 (1964) 712-718). Los contenidos más importantes de estadeclaración se condensan en el número 19 de la Constitución Dogmática «Dei Verbum»,publicada el 18 de noviembre de 1965. Veamos con un poco de detalle este breve texto.
-
3. TRES MOMENTOS PRESENTES EN EL TEXTO DE LOS EVANGELIOS
- (Las diversas frases del número 19 de Dei Verbum nos pueden dar una idea de cómo entiende laIglesia los Evangelios, y en consecuencia, de cómo tenemos que entenderlos cuando los leemos.El texto dice así:)
- «La santa madre Iglesia ha defendido siempre y en todas partes, con firmeza y máxima constancia, que los cuatro Evangelios mencionados, cuya historicidad afirma sin dudar, »narran fielmente lo que Jesús, el Hijo de Dios, viviendo entre los hombres, hizo y enseñó realmente para la eterna salvación de los mismos hasta el día de la ascensión (Cfr Hch 1, 1-2). »Después de este día, los Apóstoles comunicaron a los oyentes esos dichos y hechos con la mayor comprensión que les daba la resurrección gloriosa de Cristo y la enseñanza del Espíritu de verdad. »Los autores sagrados compusieron los cuatro Evangelios escogiendo datos de la tradición oral o escrita, reduciéndolos a síntesis, adaptándolos a la situación de las diversas Iglesias, conservando el estilo de la proclamación: así nos transmitieron siempre datos auténticos y genuinos acerca de Jesús. Sacándolo de su memoria o del testimonio de los —que asistieron desde el principio y fueron ministros de la palabra“, lo escribieron para que conozcamos la —verdad“ de lo que nos enseñaban (Cfr Lc 1, 2-4)» (Dei Verbum, 19).
-
En el documento conciliar, como es fácil ver, estamos ante un único párrafo. Aquí lo hedividido en cuatro para facilitar gráficamente la claridad. En estos párrafos se abordan doscuestiones:
- a. En primer lugar, se afirma la historicidad de los Evangelios, que se confiesa sin duda deningún tipo.
- b. En segundo lugar, se trata de la forma en la que debe fundarse esta historicidad. Eldocumento dice que debe tenerse presente lo que dijo Jesús, lo que predicaron los Apóstoles ylo que escribieron los evangelistas. Hace este recorrido de manera progresiva, desde Jesús hastael texto de los Evangelios, pero también podría elegirse el camino inverso y examinar losEvangelios como composiciones de los evangelistas que, para redactarlos, escogieron noticiasde entre las tradiciones orales y escritas que recibieron de la predicación apostólica, que a su vezno hizo sino predicar los hechos y dichos de Jesús, entendiéndolos bajo la luz de la resurrecciónde Cristo y con la inspiración del Espíritu Santo.
Esta explicación sobre la formación de los Evangelios tiene sus consecuencias tanto para lainvestigación como para la lectura de los Evangelios. Para hacerlas explícitas, lo mejor seráexponer brevemente las condiciones de cada uno de estos momentos presentes de una u otra manera en los pasajes evangélicos.
-
3.1. PRIMER MOMENTO. LAS PALABRAS Y LAS OBRAS DE JESUS
- Los Evangelios, dice el texto de Dei Verbum, «narran fielmente lo que Jesús, el Hijo de Dios,viviendo entre los hombres, hizo y enseñó realmente para la eterna salvación de los mismos hasta el día de la ascensión». Esto quiere decir que al leer el Evangelio descubrimos a Jesús, esdecir, somos capaces de entender las acciones de Jesús en las condiciones en las que se desarrolló su vida en la tierra. Los Evangelios recogen el ambiente en el que Jesucristo vivió su vida, es decir, en los años 1-30 de nuestra era y en Palestina, por tanto, en un ámbito judío.
- Como se ha visto ya en el capítulo anterior, todos los conocimientos de arqueología, deliteratura judía del momento, etc., nos deberán ilustrar en un conocimiento mejor de los Evangelios. Además de brindarnos el contexto en el que tuvo lugar la actividad de Jesús, estosconocimientos nos ayudarán también a fundar históricamente lo narrado en ellos. En esteaspecto, a la vista de lo que se ha recordado en el capítulo anterior, las conclusiones de lainvestigación y de la lectura nos tienen que ayudar a situar las acciones y las palabras de Jesúsen continuidad y en discontinuidad con el ambiente de la época. En continuidad, porque si no fuera así su mensaje no habría sido entendido. En discontinuidad, porque Jesús, como lomuestran los textos abiertamente, tiene conciencia de su singularidad esencial y la manifiesta.
- Unos ejemplos podrán aclarar a qué nos referimos. Por ejemplo, respecto de la manera deentender el Antiguo Testamento, en lo que se refiere a normas de conducta. Es conocido que entiempos del Señor la manera de vivir estas normas era bastante diferente en diversos grupos deljudaísmo: saduceos, fariseos, esenios, etc. Parece que, sin llegar a los excesos de algunascorrientes fariseas, Jesús vivió las normas de conducta y de pureza ritual de manera semejante acomo las vivían algunos fariseos, que, fundados en la tradición oral, y con afán de santificartodas las acciones de los hombres, habían reglado el comportamiento diario con muchasnormas. Ejemplos hay miles en el Evangelio (cfr Mc 7,1-15). Sin embargo, Jesús predica másbien una manera de comportarse que en muchos casos coincidiría con la saducea, es decir,ateniéndose a lo escrito en la Ley de Dios, sin estar ahogados por miles de leyes pequeñas yempequeñecedoras como en algunas tradiciones fariseas. Algunos autores lo expresan de unaforma un tanto provocadora: dicen que Jesús predicó una ética aristocrática (los saduceos son laclase aristocrática) pero para todo el pueblo. Aunque no parezca excesivamente correcta laexpresión, el caso es que expresa claramente la personalidad de Jesús. Por eso es importante serconscientes de que este conocimiento del ambiente en el que vive Jesús nos enseña que laspalabras y las acciones del Señor no se pueden explicar como una derivación de la doctrina delos fariseos, o de los saduceos; sólo se explican desde la singularidad de su ser y su misión.
-
Vayamos a otro ejemplo, también sobre el ambiente religioso, pero ahora sobre la manera deargumentar. Todos recordamos el pasaje en el que los saduceos tientan a Jesús sobre laimposibilidad de la resurrección con el ejemplo de aquella mujer que había sobrevivido a lossiete hermanos con los que se había casado (Mt 22,23-33). Jesús argumenta el hecho de laresurrección, negada por los saduceos, con un pasaje del Pentateuco –los libros aceptados porlos saduceos– y sin apoyo exegético en la tradición oral, característica propia de laargumentación de los fariseos. En cambio, en la controversia con los fariseos a propósito delpasaje de las espigas arrancadas en sábado se sirve de los esquemas interpretativos de losfariseos. El texto es éste:
«En aquel tiempo pasaba Jesús un sábado por entre unos sembrados; sus discípulos tuvieron hambre y comenzaron a arrancar unas espigas y a comer. Los fariseos, al verlo, le dijeron: –Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer el sábado. –Mira, tus discípulos hacen lo que no es lícito hacer el sábado. –¿No habéis leído lo que hizo David y los que le acompañaban cuando tuvieron hambre? ¿Cómo entró en la Casa de Dios y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los que le acompañaban, sino sólo a los sacerdotes? ¿Y no habéis leído en la Ley, que los sábados, los sacerdotes en el Templo quebrantan el descanso y no pecan? Os digo que aquí está el que es mayor que el Templo. Si hubierais entendido qué sentido tiene: Misericordia quiero y no sacrificio, no habríais condenado a los inocentes. Porque el Hijo del Hombre es señor del sábado» (Mt 12,1-8).
-
(Mt 12,1-8), commentario..
- En el diálogo, Jesús invoca dos ejemplos: el de David, que comió los panes de la proposición, yel de los sacerdotes que trabajan en sábado sin quebrantarlo. En el fondo, implícitamente Jesúsen su argumentación está usando la primera regla de interpretación de la ley presente en RabbíHillel, es decir en el maestro de los fariseos más prestigioso de la época. La regla se llama Qalwa-homer y significa, más o menos: «del menor al mayor y viceversa» o «a fortiori». Jesús,propone dos ejemplos y dice después que es mayor que el Templo. Es evidente que, según laargumentación, Jesús afirma que es mayor que David, mayor que los sacerdotes, y mayor que elTemplo. Y eso tiene que llevar a sus interlocutores a preguntarse quién es verdaderamente Jesús.
- Los textos que se han examinado se podrían enriquecer con más explicaciones. Muchas de ellasse verán a lo largo del curso. Aquí sólo quería apuntar el objetivo mencionado al comienzo: en los Evangelios, con la ayuda de ciencias auxiliares se puede alcanzar un conocimientoverdadero de Jesús y de su predicación. La inscripción de Jesús, de sus obras y de sus palabras,en el ámbito judío de la época desemboca en un conocimiento más preciso de su ser y sumisión. Además, este mejor conocimiento del ambiente acaba por producir una mayor confianzaen lo narrado en los Evangelios.Pero vayamos ahora al segundo momento presente en los Evangelios tal como se recoge en el texto de la Dei Verbum que copiábamos antes.
-
3.2. SEGUNDO MOMENTO. LA PREDICACION APOSTOLICA
- Los libros que componen el Nuevo Testamento, y especialmente el libro de los Hechos de losApóstoles, muestran que en la historia del cristianismo hay un segundo momento muyimportante, cuando, como dice también Dei Verbum, tras la Ascensión, «los Apóstolescomunicaron a los oyentes esos dichos y hechos con la mayor comprensión que les daba laresurrección gloriosa de Cristo y la enseñanza del Espíritu de verdad». Lo que interesa señalarahora es que este segundo momento también está reflejado de alguna manera en los textos de los Evangelios.
- Si la vida terrena de Jesús la situábamos convencionalmente en los años 1-30, este segundomomento, convencionalmente, puede situarse en los años 30-60. Hay dos notas importantes quediferencian este momento del primero. La primera es de orden conceptual: ahora los Apóstolestienen una mayor comprensión de los hechos de Jesucristo, por gracia de la enseñanza delEspíritu Santo, y también porque aprenden el significado que la resurrección de Jesús otorga alos hechos anteriores. El segundo cambio se refiere al contexto en el que se realiza la actividadde los Apóstoles: si la vida de Jesús tuvo lugar en Palestina, la actividad de los Apóstoles, almenos la recogida en el Nuevo Testamento, tuvo lugar en todo el Imperio Romano.
-
Comencemos por el cambio de orden conceptual, el que se refiere al punto de vista desde el quepredican los Apóstoles, y por tanto, desde el que narran la actividad del Señor. Tras laresurrección, los Apóstoles saben la conclusión de la vida de Jesús, en una palabra, saben elfinal. Además, cuentan con la asistencia del Espíritu Santo que les otorga una mayorcomprensión de la resurrección y de las cosas referentes a las acciones de Jesús. Esto se puedevislumbrar en los Evangelios sinópticos, pero es explícito muchas veces en el Evangelio de SanJuan. Por ejemplo:
«Jesús respondió: Destruid este Templo y en tres días lo levantaré. Los judíos contestaron: ¿Encuarenta y seis años ha sido construido este Templo, y tú lo vas a levantar en tres días? Pero élse refería al Templo de su cuerpo. Cuando resucitó de entre los muertos, recordaron susdiscípulos que él había dicho esto, y creyeron en la Escritura y en las palabras que había pronunciado Jesús» (Jn 2,19-22).
- Este es un caso explícito, pero hay muchos casos implícitos en todos los Evangelios. Porejemplo, en San Lucas muchas veces se denomina a Jesús, Señor. En tiempo de Jesús, comoahora, se denominaba señor, en público, a una persona con autoridad, pero «Señor» es tambiénuna manera de denominar a Dios, sin pronunciar su nombre sin necesidad. Y es claro que enSan Lucas, las más de las veces, Señor, aplicado a Jesús, se utiliza en ésta última acepción.
- Para comprender esto con mayor nitidez quizás habría que remitir al pasaje de la confesión dePedro en el Evangelio de San Mateo (Mt 16,13-20). Allí Jesús le dice a Pedro que el haberloconfesado como Hijo de Dios no es algo natural, sino revelación del Padre. Por tanto, cabepensar que todos los pasajes en los que se afirma de una u otra manera la divinidad de Jesús son claros desde la comprensión posterior a la resurrección.
-
Vamos ya al otro aspecto, al cambio de contexto de la predicación apostólica respecto de la vida de Jesús.
Lo primero que cambia es el espacio cultural. La predicación de los Apóstolescomienza en Palestina, pero se desarrolla, sobre todo, fuera de Palestina, en el ámbito delImpero Romano. Los Hechos de los Apóstoles son testigos de que la predicación se dirige ajudíos y a paganos. No obstante, judíos y paganos no son objeto de la misma argumentación, dela misma manera que no es igual el contexto de enseñanza catequética dentro de la Iglesia que elde la misión apostólica, etc.Enseñar con las teorías es más largo, pero hacerlo con ejemplos es breve y eficaz. Veamos puesalgunos ejemplos en los que el texto del Evangelio refleja también el contexto en el que se ha proclamado una acción o unas palabras de Jesús.
-
3.2.1. Las controversias con judíos
- Es claro, a tenor del libro de los Hechos de los Apóstoles y de las cartas de San Pablo, que losjudíos cristianos entraron en controversia con judíos que no se hicieron cristianos. Lo recoge porejemplo San Justino cuando dialoga con el judío Trifón, pero los Evangelios también lotestimonian. Muchas veces, las controversias de la vida de Jesús, cuando se recogen en elEvangelio, tienen presente también la situación de aquellos primeros cristianos en convivenciacon sus vecinos judíos. Esto se puede percibir con más claridad en muchos pasos de losEvangelios de San Mateo o de San Juan. Quizás el más conocido sea el de la resurreccióncuando el primer evangelista (Mt 28,11-15) recuerda que la calumnia del robo del cuerpomuerto de Cristo pervive hasta hoy (Mt 28,15: hasta el día que escribe Mateo el relato) y elevangelista, frente a esa calumnia, presenta el origen de esa calumnia. Me parece que San Agustín interpretó bien la intención de Mateo cuando al comentar el pasaje dice: Astucia siniestra ¿Presentáis testigos dormidos? Verdaderamente dormiste tú inventando tales patrañas(cfr Enarr. in Ps. 63,15).
- Pero hay muchos otros muchos ejemplos. Así, la expresión «sus sinagogas», que aparece más deuna vez en el primer Evangelio –«Guardaos de los hombres, porque os entregarán a lostribunales, os azotarán en sus sinagogas» (Mt 10,17)– puede presuponer que hay sinagogas cristianas y sinagogas que no han llegado a serlo.
- Otro ejemplo puede ser el que se ha apuntado más arriba a propósito de las espigas arrancadasen sábado. Allí, como en otro lugar (Mt 9,13), aparece la frase: «Si hubierais entendido quésentido tiene: Misericordia quiero y no sacrificio, no habríais condenado a los inocentes». Estafrase de Oseas en los documentos judíos de la época estuvo muy presente en los ámbitos judíostras la destrucción de Jerusalén por parte de Tito, el año 70: si no hay Templo para el culto, lamisericordia es el mejor sacrificio. Es por tanto muy probable que, en la enseñanza apostólica,se recordase la enseñanza de Jesús pero con un tono de actualización, y parece claro que en laredacción de San Mateo la frase tiene un doble horizonte: de la vida de Jesús y el de la comunidad en contacto con el judaísmo.
- También se puede leer así el pasaje del ciego de nacimiento relatado por San Juan (Jn 9,1-32).Allí, cuando los padres no quieren responder en nombre de su hijo, se dice que su silencio sedebe a que los judíos «ya habían acordado que si alguien confesaba que él era el Cristo fueseexpulsado de la sinagoga» (Jn 9, 22). Sabemos que, tras la destrucción del Templo de Jerusalén,algunos judíos decretaron penas de expulsión de la sinagoga para los herejes (probablemente,los judíos cristianos). Por tanto, es fácil pensar que el episodio relatado por San Juan mira tanto al momento histórico de la vida de Cristo en que se produjo como al posterior momento de la evangelización. Teniendo esto presente, se pueden examinar otras muchas controversias entre Jesús y los fariseos.
-
3.2. 2. El contexto de la misión apostólica
Los libros del Nuevo Testamento muestran que la misión apostólica ocupa no pocas energías enla actividad de los discípulos de Cristo. En el libro de los Hechos vemos que en la predicaciónapostólica a los judíos se muestra a Jesús como el cumplimiento de las Escrituras. En la que sedirige a los gentiles –como se ve por ejemplo en el discurso de San Pablo en el Areópago (Hch17,22-31)–, se mostrará el valor de Cristo para todos.
-
Desde este punto de vista es posible acudir a los Evangelios e intentar aventurar o dirimir en quécontexto se utilizó una u otra enseñanza de Jesucristo. Para plasmar un ejemplo de contexto demisión, puede servirnos el esquema de lo que es el discipulado, en relación con la llamada deJesús. Si acudimos al relato de la llamada de los cuatro primeros Apóstoles (Mt 4,18-22; cfr Mc1,16-20; Lc 5,1-11), la narración no puede ser más elemental:
- «Mientras caminaba junto al mar de Galilea vio a dos hermanos, Simón el llamado Pedro yAndrés su hermano, que echaban la red al mar, pues eran pescadores. Y les dijo: Seguidme y osharé pescadores de hombres. Ellos, al momento, dejaron las redes y le siguieron. Pasandoadelante, vio a otros dos hermanos, Santiago el de Zebedeo y Juan su hermano, que estaban enla barca con su padre Zebedeo remendando sus redes; y los llamó. Ellos, al momento, dejaron la barca y a su padre, y le siguieron»
- En San Mateo y en San Marcos ésta es la primera vez que se nombra a los discípulos. Jesús va aCafarnaún y al entrar, los mira, les llama y ellos le siguen. La lectura de los Evangelios de SanJuan (Jn 1,35-51) y de San Lucas (Lc 4,14.38-39; 5,1-11) nos permite ver que, antes de lallamada, Jesús había ya tenido un trato más habitual con estos cuatro discípulos que luegofueron Apóstoles. Pero el relato de Mateo lo que muestra es un esquema sencillo: llamada deJesús y respuesta inmediata del discípulo, que deja lo que tiene entre manos. Un relato fácil dememorizar, al menos en sus pasos principales, y eficaz para la misión. Muy parecidos son losrelatos de la llamada a Mateo, (Mt 8,9 y par), o al joven rico (Mt 19,16-22 y par, aunque éste seinicia con una pregunta del joven); el de los que quieren seguir a Jesús (Lc 9,57-62), etc.
- Lo importante es señalar que en su brevedad el texto no recoge una mera anécdota, sino queenseña lo que se debe tener en cuenta: la llamada del Señor a una nueva misión que tiene comofin la renovación del mundo –a eso alude la expresión «pescadores de hombres»–, la respuesta inmediata, el abandono de lo propio, etc.
-
3.2.3. El contexto de la catequesis en la Iglesia
El capítulo 18 de San Mateo –muy parecido es el capítulo 9 de San Marcos– es llamado «El discurso eclesiástico» y recoge como un prontuario de recomendaciones para la vida de la Iglesia: cómo perdonar los pecados, qué hacer con el que peca y no hace caso a las reconvenciones (es el episodio de la corrección fraterna), qué cuidado han de tener los ministros, los importantes, con los que lo son menos, etc. Es evidente que aquí se han reunido un conjunto de recomendaciones de Jesús que se han transmitido en este contexto, aunquemuchas veces pueden servir también a otros fines; por ejemplo, la parábola de la oveja perdida,que en San Mateo (Mt 18,12-14) significa el cuidado que hay que tener con el cristiano que se descarría, en San Lucas (Lc 15,4-7) significa a los pecadores que en Jesucristo tienen acceso a Dios.
-
Ahora bien, estos aspectos de la vida de la Iglesia se mencionan aunque sea de manera indirecta en otros lugares. Por ejemplo, el episodio del paralítico de Cafarnaún:
«Subió a una barca, cruzó de nuevo el mar y llegó a su ciudad. Entonces, le presentaron a un paralítico tendido en una camilla. Al ver Jesús la fe de ellos, le dijo al paralítico: Ten confianza, hijo, tus pecados te son perdonados. Entonces algunos escribas dijeron para sus adentros: «Éste blasfema». Conociendo Jesús sus pensamientos, dijo: ¿Por qué pensáis mal en vuestros corazones? ¿Qué es más fácil decir: «Tus pecados te son perdonados», o decir: «Levántate, y anda»? Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para perdonar los pecados –se dirigió entonces al paralítico–, levántate, toma tu camilla y vete a tu casa. Él se levantó y se fue a su casa. Al ver esto, la gente se atemorizó y glorificó a Dios por haber dado tal potestad a los hombres» (Mt 9,1-8).
-
(Mt 9,1-8), commentario...
- La última frase parece que debe aludir al poder que Dios da a los hombres de perdonar los pecados. Ciertamente, en este caso se refiere a Jesús, pero parece claro –en el contexto de todocuanto cuenta San Mateo, cuando les da este poder a los discípulos (Mt 18,18)– que en elrelato evangélico se tiene presente una nueva perspectiva: la de la Iglesia. También en la Iglesias e actualiza esa acción que antes era de Cristo: hay personas que han recibido de Dios el poderde perdonar los pecados. Y también ahora los hombres se asombran de ese poder.El repaso podría seguir con otros contextos, como por ejemplo el litúrgico –en los textos en losque se habla de la oración, o de la Eucaristía–, pero lo visto pienso que nos puede servir parados cosas:
- 1. Para descubrir que las acciones y las palabras de Jesús se conservaron, ya desde el inicio de la actividad apostólica, con una orientación de significado: eran eficaces para la predicación, para la enseñanza, etc. De ahí, cierta rigidez de las narraciones, el poco interés narrativo por describirla psicología de los personajes, etc., que tienen estos relatos. Todo en ellos parece dirigido a su función, a la misión de la Iglesia.
- 2. El examen muestra que estas palabras y acciones de Jesús, permeadas de la enseñanza apostólica, estuvieron presentes en la predicación oral de los Apóstoles. Sin embargo, por los parecidos entre los Evangelios, es fácil pensar que pronto se pusieron por escrito muchos dichos y hechos de Jesús, como una suerte de prontuarios para la misión.
-
3. 3. TERCER MOMENTO. LA REDACCION DE LOS EVANGELIOS
Hasta ahora hemos examinado diversos textos de los Evangelios en los que se percibe con relativa claridad que los Evangelios recogen la vida de Jesús, pero también la actualización de esos acontecimientos a través de la predicación de los Apóstoles sobre Jesús. El tercer momento presente en los relatos evangélicos es el de su composición, el de la redacción de una narración seguida, obra de autores singulares. Dei Verbum describe esta operación así: «Los autores sagrados compusieron los cuatro Evangelios escogiendo datos de la tradición oral o escrita, reduciéndolos a síntesis, adaptándolos a la situación de las diversas Iglesias,conservando el estilo de la proclamación: así nos transmitieron siempre datos auténticos y genuinos acerca de Jesús. Sacándolo de su memoria o del testimonio de los —que asistieron desde el principio y fueron ministros de la palabra“, lo escribieron para que conozcamos la—verdad“ de lo que nos enseñaban (cfr Lc 1, 2-4)».
El texto se refiere a un verdadero trabajo de composición por parte de los evangelistas, que,como verdaderos autores (cfr Dei Verbum, n. 11), escribieron una obra personal. A la hora de abordar la naturaleza de este trabajo, considero que hay cuatro elementos que nos ayudarán a entender este punto. Se refieren al tiempo de la composición de los Evangelios, a los lugares, alas fuentes de las que dispusieron los evangelistas, y al modo de composición.
-
3.3.1. Tiempo
(La composición de los Evangelios se realizó de manera genérica en los años 60-90 de nuestra era. Esta datación es relativamente sencilla. Los documentos de los Padres y escritores eclesiásticos (Papías, San Ireneo, Clemente de Alejandría, etc.) señalan que en el origen de los Evangelios está la necesidad de preservar la predicación apostólica. Estos son algunos de los textos más importantes que nos ha conservado la tradición:)
- «El Evangelio según Marcos se empezó a escribir de la siguiente manera: en tiempos en los que Pedro publicaba la palabra en Roma y exponía el Evangelio bajo la acción del Espíritu, aquellos que en gran número estaban presentes en aquella ocasión le pidieron a Marcos que, puesto que llevaba mucho tiempo acompañando a Pedro y se acordaba de las cosas que él había dicho, pusiera por escrito sus palabras; así lo hizo y les dio el Evangelio a los que se lo habían pedido; cuando se enteró de ello Pedro, no dijo nada ni para impedirlo ni para promoverlo. [...] Pero el último de todos, Juan, sabiendo que los hechos externos ya habían quedado claros en el Evangelio, urgido por sus amigos e inspirado por el Espíritu Santo, escribió un Evangelio espiritual» (Clemente de Alejandría, según Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica, 6,14,5-7)
- «Marcos, que fue intérprete de Pedro, puso cuidadosamente por escrito, aunque sin orden, lo que recordaba de lo que el Señor había dicho y hecho. Porque él no había oído al Señor ni lo había seguido, sino, como dije, a Pedro más tarde, el cual impartía sus enseñanzas según las necesidades y no como quien hace una composición de las sentencias del Señor, pero de suerte que Marcos en nada se equivocó al escribir algunas cosas tal como las recordaba. [...] Mateo dispuso los discursos [acerca] del Señor en la lengua de los hebreos, y cada uno los interpretó como pudo» (Papías de Hierápolis, según Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica, 3,39,14-15.16)
- «Mateo publicó entre los hebreos en su propia lengua, una forma escrita de Evangelio, mientras que Pedro y Pablo en Roma anunciaban el Evangelio y fundaban la Iglesia. Fue después de su partida cuando Marcos, el discípulo e intérprete de Pedro, nos transmitió también por escrito lo que había sido predicado por Pedro. Lucas, compañero de Pablo, consignó también en un libro lo que había sido predicado por éste. Luego Juan, el discípulo del Señor, el mismo que había descansado sobre su pecho publicó también el Evangelio mientras residía en Efeso» (San Ireneo, Adversus Haereses, 3,1,1).
- «El cuarto Evangelio es de Juan, uno de los discípulos. Cuando sus co-discípulos y obispos le animaron, dijo Juan —Ayunad conmigo durante tres días a partir de hoy, y lo que nos fuera revelado contémoslo el uno al otro“. Esta misma noche le fue revelado a Andrés, uno de los Apóstoles, que Juan debería escribir todo en nombre propio y que ellos debían revisárselo» (Canon de Muratori)
-
Estos textos muestran dos cosas: que los Evangelios nacen de los Apóstoles –o de susdiscípulos inmediatos, pero la fuente autoritativa son los Apóstoles–, y que se escribieron enlos años en que iban desapareciendo los Apóstoles. Por tanto, se puede afirmar que losEvangelios quieren preservar la memoria apostólica sobre Jesucristo.
-
3.3.2. Lugar
- (Al hablar de los tres momentos presentes en los Evangelios, hemos visto que para el primermomento el lugar en el que había que entenderlo era Palestina, para el segundo, el ImperoRomano. Para el tercer momento, hay que pensar en personas concretas –por ejemplo, Teófilo,para Lucas–, o en comunidades determinadas: una comunidad de cristianos procedentes deljudaísmo con gentiles para Mateo, una comunidad de cristianos procedentes de la gentilidadpara Marcos y una comunidad de cristianos de Asia Menor para Juan. Sin embargo, un examende los Evangelios dice más sobre los destinatarios. Sobre todo, en la lectura atenta de los Evangelios llaman la atención dos cosas:)
- 1. Los Evangelios se dirigen a cristianos. No son tratados apologéticos para personas que noconocen el cristianismo. San Lucas dice explícitamente, y Dei Verbum así lo recoge, queescribe el texto a Teófilo «para que conozcas la indudable certeza de las enseñanzas que hasrecibido» (Lc 1,4). El Evangelio no es tanto una enseñanza nueva como una verificación o unajustificación de la enseñanza ya recibida.
- 2. Aunque cada uno de ellos se dirige a una comunidad bien determinada, todos tienen presenteel destino universal del Evangelio, es decir, están concebidos para ser entendidos por todo el mundo. Incluso el Evangelio sinóptico más particular, San Mateo, tiene presente esta misiónuniversal, como se ve en los mandatos apostólicos.Estas características se percibirán mejor cuando se repase cada Evangelio en particular. Vamosahora a otros aspectos.
-
3.3.3. Fuentes de los Evangelios (El texto de Dei Verbum que venimos parafraseando dice que los evangelistas trabajaron condiversas fuentes:)
- 1. Cosas que sacaron de la «memoria». Parece que con esta expresión se refiere principalmentea aquellos evangelistas que fueron testigos de la vida de Jesús. Según la tradición, Mateo y Juan.En otros lugares, Dei Verbum recuerda que los mismos Apóstoles fueron escritores, y esto sepuede aplicar también a los Evangelios.«Los mismos Apóstoles y otros de su generación pusieron por escrito el mensaje de salvacióninspirados por el Espíritu Santo» (Dei Verbum, 7). «Pues lo que los Apóstoles predicaron pormandato de Jesucristo, después ellos mismos con otros de su generación lo escribieron porinspiración del Espíritu Santo» (Dei Verbum, 18)
- 2. El testimonio de los que «asistieron desde el principio y fueron ministros de la palabra».Aquí, citando a Lucas, el texto de Dei Verbum n. 18 menciona, si no dos fuentes distintas, almenos dos aspectos distintos de las fuentes: quienes fueron testigos oculares, y quienes fueronministros de la palabra. También dice que además de escuchar a los testigos y a los ministros dela palabra, contaron con fuentes escritas, ya que los evangelistas escogieron «datos de latradición oral o escrita». Es decir, el texto supone que parte de aquella predicación apostólicafue puesta por escrito antes de que se compusieran los Evangelios.
Se destaca aquí lo mismo que se ha venido subrayando hasta ahora: la fuente última de losevangelistas es la predicación apostólica. De ahí también, la autoridad que tuvieron losEvangelios desde el inicio. Dei Verbum no teme tampoco repetirse cuando afirma una y otravez, que los evangelistas realizaron su obra inspirados por el Espíritu Santo.
-
3.3.4. Trabajo de composición (Finalmente, el texto de Dei Verbum habla también de lo que de personal puso cada uno de losevangelistas:)
«Los autores sagrados compusieron los cuatro Evangelios escogiendo datos de la tradición oralo escrita, reduciéndolos a síntesis, adaptándolos a la situación de las diversas Iglesias,conservando el estilo de la proclamación: así nos transmitieron siempre datos auténticos ygenuinos acerca de Jesús».
-
Se afirma que hay un trabajo redaccional que consiste en seleccionar, adaptar, etc. Veámoslocon un ejemplo, aunque sea elemental.
- Mt 5,15: «Ni se enciende una luz para ponerla debajo de un celemín, sino sobre un candelero para que alumbre a todos los de la casa»
- Lc 8,16: «Nadie que ha encendido una lámpara la oculta con una vasija o la pone debajo de la cama, sino que la pone sobre un candelero para que los que entran vean la luz»
- Es fácil ver que el texto de Mateo piensa en una casa de Palestina donde una lamparilla puedealumbrar una estancia y dar reflejo en las habitaciones vecinas, mientras que el texto de Lucaspiensa en una casa grande, griega o romana, en la que la luz colocada en un sitio concreto nosirve para iluminarla, aunque sí para orientarse.
- A veces no es fácil distinguir si este trabajo es de los evangelistas o si los textos ya venían así dela predicación de los ministros. También es claro que el ejemplo seleccionado es elemental,pero, espero que en otro capítulo se vea con más ejemplos, esta adaptación que se hace al ponerpor escrito el mensaje afecta también a otros aspectos más importantes. Puede pensarse, porejemplo, en los contenidos del discurso de la montaña en San Mateo que están repartidos a lolargo del Evangelio de San Lucas, etc. En las lecciones que tratarán de los evangelistas, sealudirá a este aspecto más de una vez.
- La otra característica notable que subraya el texto de Dei Verbum se refiere al estilo de losEvangelios. Los Evangelios, dice, mantienen el estilo de proclamación. Es lo mismo que decirque no pretenden ser una crónica histórica, ni una apología, ni una biografía, etc. Lo que hacenes reproducir lo más fielmente posible la proclamación apostólica de Jesucristo como únicosalvador de la humanidad.
-
4. CONSECUENCIAS
- A lo largo de este capítulo, que se ha hecho largo, se han visto bastantes cosas; otras muchashan quedado en el tintero. De todas formas, pienso que de lo que se ha examinado se puedenextraer unas consecuencias eficaces para el estudio y también para la lectura de los Evangelios.
- 1. Es muy importante no confundir los tres momentos. Los Evangelios son fieles a las accionesde Jesús, pero a través de la predicación apostólica y teniendo presentes a sus destinatarios. Así,por ejemplo:
a. No es necesario afirmar que el Sermón de la Montaña tal como viene recogido por San Mateo (Mt 5,1-7,29) en su Evangelio, fuese predicado así exactamente por Jesucristo. Algunos autores piensan que ambos evangelistas se podrían referir a dos discursos distintos. Sin embargo, parece más fácil pensar que San Mateo, con ocasión de ese discurso inaugural del ministerio de Jesús–que Lucas (cfr Lc 6,17-49), por su parte, ha recogido con más brevedad: los 111 versículos deMateo son 33 en el tercer Evangelio–, ha reunido las enseñanzas de Jesucristo que puedenconsiderarse la renovación de la Ley con una justicia mayor que la de escribas y fariseos (Mt5,20). Pero esto no debe tomarse como una genialidad de San Mateo. Lo que Mateo expresa deesa manera es la doctrina que viene del mismo Cristo, predicada por los Apóstoles y que élexpone así para sus destinatarios.
b. Lo mismo podría decirse a propósito de otros lugares. Por ejemplo, el capítulo 10 de San Mateo –como el capítulo 6 de San Marcos– recoge una especie de regla de la misión apostólica. Si se lee el texto despacio, puede verse que muchos de los contenidos convendrían mejor al mandato del final del Evangelio, o a otros lugares de la actividad de Jesús con los doce. San Mateo los reúne aquí formando una especie de protocolo de la misión apostólica que sirve para ese momento y para toda la vida de la Iglesia.
2. La segunda consecuencia importante afecta a la manera de leer los pasajes concretos de losEvangelios. Estos pasajes, antes que parte de la narración evangélica, han sido parte de laenseñanza, parte de la liturgia, etc. Y han sido enseñanza en la proclamación apostólica, que hapredicado el Evangelio. Por tanto, en la medida en que, con la ayuda del Espíritu Santo, nosesforcemos por entender lo que los Apóstoles y los ministros de la palabra quisieron decir, enesa medida seremos capaces de escuchar la misma palabra de Dios predicada por los Apóstoles,pues los Evangelios, como todas las Sagradas Escrituras «inspiradas por Dios y escritas de unavez para siempre, comunican inmutablemente la palabra del mismo Dios, y hacen resonar la vozdel Espíritu Santo en las palabras de los Profetas y de los Apóstoles» (Dei Verbum, n. 21).
-
5. UN EJEMPLO
- Hasta el momento, a lo largo de la sección, se ha visto:
- a. Cómo el pensamiento moderno obligó a estudiar y leer los Evangelios de una manera que pudiera hacer frente al racionalismo que pretendía negar lo sobrenatural en la Escritura.
- b. Cómo la exégesis cristiana ha conseguido descubrir que la fe que la Iglesia profesa en la verdad de los Evangelios se sostiene también en hechos históricos y en documentos fiablesque relatan esos hechos.
- c. Para esto, la exégesis católica se ha servido de los mismos instrumentos de investigación –de orden literario y de orden histórico– que se usaban en la investigación racional;fundamentalmente, las formas evangélicas y los criterios de historicidad.
- d. De esa manera, ha mostrado cómo los Evangelios son históricamente fieles: a lo que ocurrió en la vida de Jesús, a lo que predicaron los Apóstoles, y a lo que enseñaron los evangelistas.
-
Ahora vamos a intentar exponer con un ejemplo cómo se realiza ese trabajo en la investigación de los Evangelios, y qué efectividad puede tener eso para un lector interesado en conocer cómoleer los Evangelios, aunque no sea versado en las técnicas que se utilizan. Por ello, se intentaránseguir los principales pasos del proceso, señalando y distinguiendo lo probable de lo cierto, loseguro de lo menos seguro, etc. En algún momento del análisis se percibirá que el estudio seríamás provechoso si se hubieran explicado ya las características de cada uno de los evangelios,pero explicarlo todo antes de proponer algún ejemplo parecía en un primer momento exponerdemasiados contenidos teóricos, sin aplicaciones prácticas.
-
1. EL TEXTO
- Este pasaje, común a los tres Evangelios sinópticos, es muy claro para nuestros propósitos. Sugiero, para empezar, que se lea el relato de San Marcos
- Mt 9,9-13
- Mc 2,14-17
- Lc 5,27-32
- ******Pagina 73**********
- El texto narra dos cosas: la llamada de Mateo (Leví), y la posterior comida de Jesús con publicanos y pecadores. Desde la perspectiva que estamos analizando ahora, se trata de dos acciones distintas, aunque estén conectadas cronológicamente: la llamada a un discípulo, un relato de vocación, y un hecho común a la vida de Jesús: recibe a los pecadores y come con ellos (cfr Lc 15,2. Comenzamos con el estudio de la crítica de las formas.
-
2. ANALISIS DE LAS FORMAS
- El primero de los dos relatos, que en Marcos y Mateo es un solo versículo y en Lucas dos, es unrelato de vocación. Si leemos los Evangelios, vemos enseguida que la estructura se repitemuchas veces: en la llamada a Pedro, Andrés, Santiago y Juan, al joven rico, en aquellosdiscípulos que querían seguir a Jesús (Lc 9,52-66), etc. El esquema, muy estilizado, siempremuy parecido: Jesús se encuentra con alguien, le mira y le llama a su seguimiento. El que esllamado deja lo que tiene entre manos y sigue a Jesús. Si miramos el Evangelio de San Juan,podremos comprobar que probablemente medió un conocimiento previo entre Jesús y losdiscípulos que eligió, que el conocimiento progresivo favoreció el seguimiento, etc. Endefinitiva, que lo que se nos narra en el pasaje es lo esencial del discipulado, que se vivió entiempos de Jesús y que se repitió en la Iglesia. Lo esencial es: a) encuentro con Cristo, b)llamada a seguirle, c) respuesta inmediata, dejando atrás lo que se está haciendo, d) seguirleefectivamente, es decir, aprender de Él para imitarlo.
- El otro episodio es el de la comida. Se suele afirmar que la forma de este pasaje es lo queDibelius llama Paradigmas, y Bultmann Apotegmas. Esta forma se parece mucho a otra comúnen el helenismo que se llamaba chreia, dichos de maestros. Se trata de una narración breve ysimple, coloreada religiosamente, con una finalidad didáctica que se concentra en la frase final deJesús. Otros ejemplos de paradigmas o apotegmas podrían ser la controversia de las espigasarrancadas en sábado (Mc 2,23-28), Marta y María (Lc 10,38-42), la bendición de los niños (Mc10,13ss), etc.
- En general, no se pone en duda la historicidad de estas narraciones, como tampoco los relatos devocación. Sin embargo, Bultmann, cuando analiza este pasaje, dice que los dos episodios hansido unidos por el evangelista, y que no tienen por qué tener relación. Al final, el fundamento deesa separación en Bultmann es simplemente el presupuesto de que las formas funcionaban demanera independiente. En cambio, aquí, la relación entre los dos episodios parece plausible, yademás hay un rasgo de historicidad que apuntaría hacia los recuerdos biográficos en el origendel hecho. Las excavaciones en Cafarnaún han mostrado que la sinagoga está en un extremo dela población y el mar en el otro extremo. Y los versículos anteriores dicen que salió Jesús de lasinagoga, y «se fue otra vez a la orilla del mar. Y toda la muchedumbre iba hacia él y lesenseñaba. Al pasar, vio a Leví...» (Mt 3,13). Esto es una apreciación anecdótica, si se quiere,pero que puede ayudar a confiar en la verdad del Evangelio. Obviamente, para una discusiónmás profunda hay que comparar estos relatos con otros de vocación y de comida, etc.
-
3. ANALISIS HISTORICO
- Con el análisis de la historicidad de lo narrado en un texto del Evangelio, lo que hacemos esafirmar que lo contado es plausible desde el punto de vista histórico, más bien que es másprobable que lo contrario o que otra cosa distinta. Vayamos por partes.
- 1. El relato de la vocación de Mateo. Si aplicamos los criterios más importantes de investigaciónhistórica que hemos estudiado antes, tenemos:
- a. Criterio de testimonio múltiple. El relato sólo viene en los tres sinópticos, y en concreto de la triple Tradición, la que se suele afirmar que procede de Marcos. Por tanto, desde este punto de vista, no se respeta el testimonio múltiple para esta vocación en concreto. Sin embargo, sícumple este criterio el hecho de la llamada de Jesús a su seguimiento, pues se nos presenta de lamisma manera en otros muchos pasajes de los Evangelios, e incluso aparece en sentidocontrario: a algunos, como el hombre de Gerasa curado de la Legión de demonios, el Señor noles escoge como discípulos.
- b. Criterio de discontinuidad y continuidad con el judaísmo y la primitiva cristiandad. Los maestros del judaísmo tenían discípulos: en esto hay continuidad. Pero estos maestros tenían su sede en las sinagogas y los alumnos elegían maestro para aprender a seguir la Ley de Dios. Jesús en cambio se comporta como un maestro itinerante, que no es elegido por sus discípulos, sino que es Él quien elige, y que llama a que le sigan a Él, no a la Ley. Por otra parte, por la singularidad de estas acciones, es difícil atribuir alguna de ellas a la primitiva comunidad cristiana, que lo que hizo es seguir el proceder del Maestro.
- c. Criterio de coherencia con el resto de las palabras y acciones de Jesús. La singularidad de Jesús, que es capaz de llamar a que le sigan a él y no a la Ley, que pide dejar las cosas, etc., es coherente con otras muchas palabras y acciones suyas: puede pensarse en la última de las bienaventuranzas, en la herencia prometida –el ciento por uno– a quien lo deje todo por él, en su invitación a tomar la cruz para seguirle, etc.
- Se podrían añadir otras consideraciones en cada uno de los puntos. Pero parece claro queciertamente, si no se puede mostrar que la vocación de Mateo sucedió exactamente así, sí puedemostrarse que el relato expresa una manera singular de obrar de Jesús, que no puede serinventada por los evangelistas, y que seguramente es la que correspondió a la llamada de Mateo.
- 2. El otro episodio que se muestra es la comida con publicanos y pecadores. Los criterios habríaque aplicarlos, probablemente, de la siguiente manera:
- a. Criterio de testimonio múltiple. Que Jesús compartió mesa con publicanos y pecadores se repite a lo largo del Evangelio. Basta con recordar la acusación que se le dirige al Señor antes de que relate la parábola del hijo pródigo (Lc 15,2). Coincide, además, con otros lugares como por ejemplo el reproche de Jesús que reproduce una difamación a la que se veía sometido: «Porque ha venido Juan, que no come ni bebe, y dicen: —Tiene un demonio“. Ha venido el Hijo del Hombre, que come y bebe, y dicen: —Mirad un hombre comilón y bebedor, amigo de publicanos y pecadores“» (Mt 11,18-1, cfr Lc 7,33-34).
- b. Criterio de continuidad y discontinuidad con el judaísmo y con las primeras comunidades cristianas. Es claro que comer juntos tenía, y tiene, una significación de comunión de intereses, de prácticas. Comer con pecadores –los publicanos eran asimilados a ellos– podía interpretarse como una aceptación de sus actividades, y en consecuencia, participar de sus faltas. De ahí el reproche que con frecuencia los fariseos le dirigen al Señor. Pero también está expresada con claridad en la religión de Israel la voluntad de Dios de salvar a los descarriados.Ezequiel lo expresa con la imagen de la oveja descarriada: «Buscaré a la perdida, haré volver ala descarriada, a la que esté herida la vendaré, y curaré a la enferma. Tendré cuidado de la biennutrida y de la fuerte. Las pastorearé con rectitud» (Ez 36,16). Jesús, en continuidad ydiscontinuidad con la Tradición que recibe, realiza esta novedad de compartir la mesa conpublicanos y pecadores para moverlos a la conversión.
- c. Coherencia. La llamada a la conversión y la comunión de mesa con publicanos y pecadores son coherentes con la manera singular con que Jesús entiende su misión: como cumplimiento de las Escrituras de Israel. Esta comprensión afecta a muchos aspectos: a su posición ante el Templo, a la aceptación de la muerte en la Cruz, etc. En lo que se refiere a la actitud con publicanos y pecadores, parece claro que Jesús se propone la misma actitud de Dios.Por tanto, estamos ante extremos semejantes a los del anterior episodio. Ciertamente no sepuede mostrar la historicidad de esa comida con publicanos y pecadores, pero sí la actitud deJesús que se repitió en muchas ocasiones. Por tanto, en estas condiciones, resulta más razonablecreer en la historicidad de lo narrado que no hacerlo.
- Queda finalmente por estudiar junto a la enseñanza de las acciones del Señor, subrayada en lapredicación apostólica, los matices que pueden añadir cada uno de los evangelistas para susdestinatarios. Es de lo que se ocupa la crítica de la redacción.
-
4. ANALISIS DE LA REDACCION
La crítica de la redacción se ocupa de dos aspectos:
- a. Estudia las pequeñas diferencias entre los Evangelios, para ver así con más claridad la enseñanza que con el pasaje se quiere transmitir.
- b. Estudia también cómo está situado un pasaje en el plan general del Evangelio, y qué significación se pude extraer de ahí.
Para responder a la primera de las dos cuestiones, bastará con mirar sinópticamente los pasajes.En el cuadro copiado más arriba he señalado en cursiva algunos de los cambios para que puedanpercibirse en una sola mirada. Elijo para la explicación ir a cada uno de los evangelistas.
-
4.1. Marcos
- Como se ve en el cuadro sinóptico, es el que menos subrayados tiene. Esto nos puede indicarque San Marcos puede ser la fuente de los otros dos evangelios, que enriquecen el texto conotros significados. También se puede pensar que los tres evangelistas tienen una fuente común:en este caso se suele afirmar que Marcos es el que menos la modifica. De todas formas, lo mássignificativo, y es lo que he señalado en cursiva, es el estilo, la espontaneidad en la narración yel gusto de Marcos por los detalles. A eso alude la explicación, «el de Alfeo» y los rasgos deestilo, un poco embrollado, que los otros dos evangelistas simplifican, dando más coherencia, ytambién menos viveza, a la narración.
- Esto por lo que se refiere a unidades menores. Para ver el significado del pasaje en el conjuntodel Evangelio, hay que recordar la importancia que tiene el discipulado en el relato de Marcos.En el segundo Evangelio, el pasaje está situado en el comienzo de la vida pública de Jesús. Si seleen los tres primeros capítulos de San Marcos, se percibe que Jesús, con su predicación y suscuraciones, elige enseguida unos discípulos que le acompañan, que le conocen y que seguirán sumisión. Tras haber narrado la llamada a los cuatro primeros discípulos, ahora narra la de Leví, ypoco después (Mc 3,13) narrará la constitución de los doce.
-
4.2. Mateo
- En el primer Evangelio, lo que destaca inmediatamente es que el texto denomina al publicanoMateo, y que ese nombre coincide con uno de los doce: exactamente el que el primer Evangelio,en la lista de los doce Apóstoles, llama «Mateo, el publicano» (Mt 10,3). Es fácil pues pensarque el autor del primer Evangelio tiene razones para identificar a los dos. A este propósito deberecordarse que ésta era una de las razones internas del Evangelio que apoyaban la tesis de Mateocomo autor de este escrito.
- En los dos recuadros siguientes, se ve cómo Mateo –como también Lucas– ha simplificado laredacción de San Marcos, sin dejar de lado ningún aspecto esencial para el mensaje.En el quinto recuadro, se ve cómo los fariseos preguntan a los discípulos por qué su «maestro»come con publicanos y pecadores. Para entender este matiz habría que recordar que San Mateosubraya el carácter de Jesús como Maestro: es el Evangelio didáctico. Pero, además, sipensamos en que los destinatarios de San Mateo están en convivencia con muchos judíos nocristianos, entonces entendemos que lo que se contrapone es la enseñanza de Jesús comomaestro para los cristianos, con las enseñanzas de los maestros judíos.
- Esta misma contraposición se percibe, aunque en un sentido más hondo, en la frase señalada enel último recuadro: «Id y aprended qué sentido tiene Misericordia quiero y no sacrificio». Lamisma frase aparece sólo otra vez en todo el Nuevo Testamento, en Mt 12,7, y también en uncontexto de controversia con fariseos. La frase pertenece al libro de Oseas, pero era muy usadapor los judíos tras la destrucción del Templo de Jerusalén por parte de Tito el año 70. Lasfuentes judías cuentan esta anécdota de Yojanán ben Zakkay, el rabino que fundó la comunidadjudía en Yamnia, cerca de Tel Aviv, cuando Jerusalén quedó destruida: «Esto sucedió a RabbánYojanán ben Zakkay: que iba de camino cuando R. Yehosúa vino corriendo tras él y le dijo: ¡Ayde nosotros!, que la casa de nuestras vidas [el Templo] ha sido destruida, el lugar donde se hacíala expiación por nuestros pecados. Le respondió: No temas, tenemos otra expiación en su lugar.Le preguntó: ¿Cuál es? Le contestó: Misericordia quiero y no sacrificio (Os 6,6)» (Abot de RabíNatán, B, 8). Por tanto es posible pensar que aquí San Mateo, al evocar las palabras de Jesús, lesconfiera una actualización, y ofrezca argumentos a los cristianos frente a los judíos, paramostrarles que lo que ellos están enseñando ahora es precisamente lo que hizo Jesús, y que susantecesores denostaron.
- Desde el punto de vista de la situación del episodio en el entero relato de Mateo, el pasaje sesitúa después del Sermón de la Montaña. Si en ese discurso Jesús se presentaba como elsupremo legislador, en los episodios de los capítulos 8 y 9 se presenta como el Mesías que avalasu doctrina con los milagros que confirman su autoridad. Este pasaje muestra la autoridad con laque se comporta Jesús.
-
4.3. Lucas
- San Lucas es el que ha puntualizado más cosas. Todas con notas breves.En el segundo cuadro dice que Leví, «dejadas todas las cosas» –relictis omnibus, traducía laVulgata–, siguió a Jesús. También en la llamada a Pedro, Andrés y los hijos de Zebedeo, éstos,«dejadas todas las cosas» (Lc 5,11), siguieron a Jesús. Es evidente, lo hemos visto al tratar del«hombre nuevo» enseñado por este Evangelio, que seguir a Cristo es vivir desprendido, dejar loque se tiene con decisión, fiado únicamente en Dios. Este rasgo común a todo el tercerEvangelio se recoge también aquí.
- En el tercer cuadro, Lucas dice que la comida fue en casa de Leví. De esta manera precisa laposible confusión que se podría derivar de las expresiones de los otros dos evangelistas que aldecir «en su (la) casa» no precisaban si la casa era la de Jesús (la de Pedro) o la de Mateo.También como San Mateo, San Lucas ha evitado las repeticiones de San Marcos presentes enlos cuadros tercero y cuarto.
- Como propio de San Lucas está la precisión en el lenguaje, en este caso con términos médicosmás precisos. Así, en el cuadro sexto ha cambiado la forma «fuertes» de Mateo y Marcos, por lade «sanos»: «No tienen necesidad de médico los sanos sino los enfermos».
- También ha añadido precisiones de carácter doctrinal. La frase de Jesús recogida en el últimorecuadro expresa genuinamente la misión del Señor: ha venido a llamar a los pecadores «a lapenitencia», a que se conviertan. Esto nos obliga a mirar a los otros dos evangelistas y adescubrir cierta ironía en las palabras de Jesús tal como se narran en Mateo y Marcos. Así, elsentido de las palabras de Jesús debería de ser más bien: no he venido a llamar a los que se«saben» justos, a los que se «tienen» ya por justos. O, dicho de otra forma, Jesús les podríadecir a aquellos hombres: «si ya sois justos, ¿por qué molestáis?». Toda esta ironía desapareceen San Lucas, más alejado de un contexto polémico, y se traduce en una exposición clara de ladoctrina de Jesús: ha venido a llamar a la conversión, a la penitencia.
- En esta exposición, me he saltado la diferencia entre Lucas y los otros dos relativa al cuadroquinto. En San Lucas, la acusación de comer con publicanos y pecadores se dirige no a Jesús,sino a los discípulos: «¿Por qué coméis y bebéis...?» Y aquí una sugerencia de la crítica acercadel «contexto vital» (Sitz im Leben) en el que se produjo la predicación y se escribió elEvangelio puede ayudar a comprender este pasaje. Si tenemos en cuenta que San Lucas ha dichoexpresamente que la comida fue en casa de Leví, y que la misión de Jesús es llevar a lospecadores a la penitencia, quizás es que San Lucas, a través del pasaje, está dando unaenseñanza: los discípulos, como su Maestro, pueden, y deben, compartir la mesa con publicanosy pecadores, para conducirlos a la conversión, pero esto no puede implicar de ninguna manerainvitarlos a la «Mesa en la casa del Señor», es decir, hacerles partícipes de la Eucaristía. Paraapoyar esta interpretación baste recordar lo que se dijo a propósito del lugar de composición deLucas (Corinto, o cerca de allí, en Acaya) y los abusos a propósito de la Eucaristía que denunciaSan Pablo en la Carta a los Corintios (1 Co 11,18-34).
- En lo que se refiere a su situación en el texto, en Lucas no es muy importante. Reproduce elmismo esquema de Marcos, cuando narra cómo Jesús va formando progresivamente el grupo delos discípulos que culminará en la elección y constitución de los doce Apóstoles.
- Me parece que este repaso nos ha enseñado no sólo cuestiones técnicas, también nos hapermitido reconocer el modo con que los Evangelios reproducen historia y enseñanza al mismotiempo. Pienso también que, sin llegar al extremo de analizar todo punto por punto, elconocimiento de estos rasgos nos ofrece luces para leer con más atención, y con más provecho,el Evangelio.
- Con esto nos hemos introducido ya en la tercera parte del programa: los evangelistas.
-
III. LOS EVANGELISTAS
- Comenzamos ahora el estudio de las obras de los tres evangelistas. Miembros de la Iglesia, einsertados en la Tradición, Mateo, Marcos y Lucas, se han hecho merecedores de la gratitud delos cristianos de todos los siglos. Ciertamente, escribieron inspirados por el Espíritu Santo, perotuvieron la audacia de «componer» una historia de Jesús, de su ser y de su obra, y nosotroshemos salido beneficiados. En el periplo para comprender mejor a Jesús según los evangelios,estudiar cada evangelio en sí mismo –comparándolo con los otros: conocemos algo, cuandocomparamos lo que es con lo que podría ser– nos proporcionará sin duda preciosas acotacionessobre el punto de vista desde el que se expone la obra de Jesús, y a la larga, conocidas lasfuentes se conoce mejor el objeto. El objetivo, de todas formas, no es agotar lo que se dice sobrelos evangelistas, sino proporcionar unos conocimientos básicos. El esquema será muy semejanteen los tres capítulos. En concreto.
- Se tratará primero de las cuestiones relativas al autor, la fecha y el lugar de composición. Yaque ésta es una cuestión normalmente conocida, aquí se recogerán brevemente, sinfundamentarlas excesivamente, las afirmaciones que vienen recogidas en un sencillo manual, oen las Introducciones de las Biblias. A continuación se tratarán algunas cuestiones que sonobjeto de discusión científica o de matices.
- 1. Después se pasará a lo que podría denominarse características literarias y teológicas delEvangelio en cuestión. Se unen las características literarias con las teológicas porque nointeresan tanto los aspectos técnicos –si el evangelista tiene un buen o un mal griego–,sino el modo con que se relacionan estas características literarias con el mensaje expuesto.En ese sentido, estos temas ofrecen también una manera de entender a Jesús y al Evangelio.
- 2. En tercer lugar se abordará la estructura del Evangelio. Con ello se intenta comprender ellugar de cada pasaje en el marco de todo el relato, y, en consecuencia, en relación con elresto de los pasajes del Evangelio. Obviamente, lo ideal sería tratar cada uno de los pasajes,pero resulta imposible en el género que hemos elegido. El esquema general de cadaEvangelio puede al menos proporcionar el marco de lectura.
- 3. Finalmente, se tratará de los contenidos principales del Evangelio. Sobre todo, qué enseñasobre Jesús. Pero, unido a esto, cada evangelista tiene unos motivos que subrayaespecialmente. Tenerlos presentes es también una manera efectiva de entender el mensajedel libro con mayor profundidad.
-
6. EVANGELIO SEGUN SAN MATEO
***********
-
1. AUTOR, FECHA Y LUGAR DE COMPOSICION
Al abordar la cuestión de los autores de los Evangelios, hay que notar dos cuestionesimportantes que están contenidas en los títulos de esos escritos. El primer Evangelio, como losotros tres, es anónimo en su materialidad. En ningún lugar del texto aparece la firma de Mateo.Ahora bien, en los manuscritos –papiros y códices–, Mateo, como los demás Evangelios,viene siempre precedido por la inscripción «Evangelio según Mateo». El título, que eranecesario al menos para archivar los textos, indica dos cosas:
- a. El texto está vinculado a su origen, y con él a la autoridad de su autor, que es la autoridad apostólica. No debe olvidarse que estamos en una comunidad autoritativa. Esa autoridad no la tiene cualquiera. Los Evangelios proceden de los Apóstoles o de los discípulos de losApóstoles.
- b. La expresión «... según Mateo», o «según Marcos», etc., contrasta con el título que se daba a las obras en la época, con el genitivo de origen. Parece pues que hace referencia a aquellaidea tan repetida en la primera cristiandad de que el Evangelio es sólo uno, el Evangelio deJesucristo (Mc 1,1). Al decir «según san Mateo», se quiere decir el Evangelio testimoniadopor San Mateo.
-
1.1. AUTOR
Antiguos testimonios escritos, aseguran que San Mateo fue el primero que puso por escrito elEvangelio de Jesucristo. Del siglo II es el testimonio de Papías, obispo de Hierápolis, que dice:
- «Mateo dispuso los discursos [acerca] del Señor en la lengua de los hebreos, y cada uno los interpretó como pudo» (cfr. Eusebio de Cesarea, Historia Ecclesiastica, III, 39,16).
- No se ha conservado ninguna copia, ni tampoco ninguna descripción, de este texto de Mateomencionado por Papías, por lo que no sabemos si la lengua de la que habla es el hebreo o elarameo. Tampoco sabemos si los discursos a los que alude se refieren a todo el Evangelio oúnicamente a las palabras del Señor. En cambio, muy pronto se usó como texto autoritativo ycanónico el Evangelio griego de Mateo.
- La atribución a Mateo, el recaudador, de este primer Evangelio recorre todos los documentosantiguos. Encuentra, además, una cierta confirmación en el mismo texto del Evangelio, pues esel único que recoge el nombre de Mateo para designar al publicano a quien llama el Señor en losinicios de la vida pública (Mt 9,9-12) y que coincide con el «Mateo, el publicano» (Mt 10,3)que se nombra en las listas de los doce (Mt 10,1-14; cfr Mc 3,13-19; Lc 6,12-16; Hch 1,13). SanLucas dice que se llamaba Leví, y San Marcos, Leví el de Alfeo (Lc 5,27; Mc 2,14).
-
1.2. DESTINATARIOS
En el texto de San Mateo se descubren muchos rasgos que hacen pensar que sus destinatariosson judíos que han abrazado la fe cristiana:
- 1. Abundan, por ejemplo, expresiones de cuño palestinense que sólo usa este Evangelio: «reino de los cielos» (Mt 3,2; 4,17; etc.), «Padre celestial» (Mt 5,48; 6,14.26; etc.), «ciudad santa» (Mt 4,5; 27,53), «casa de Israel» (Mt 15,24), «la carne y la sangre» (Mt 16,17), «atary desatar» (Mt 16,19; 18,18), etc.
- 2. Además, el autor alude, mucho más que los otros evangelistas, a costumbres judías: la ofrenda sobre el altar, el comportamiento de los sacerdotes en sábado, el uso de las filacterias, etc. (Mt 5,23; 12,5; 23,5).
- 3. Todo el texto está permeado de citas explícitas del Antiguo Testamento en las que se muestra cómo en Jesús se cumplen las Escrituras, es decir, las promesas de Dios al pueblode Israel (en su relato se pueden encontrar hasta 150 alusiones a esos textos, de las que 50–frente a las 23 que recogen cada uno de los otros dos sinópticos– contienen citasexplícitas de los libros sagrados). Además, el autor de este Evangelio se sirve de modos deinterpretar la Sagrada Escritura propios de los escribas de Israel: la gematria--uso de los números para significarc en la genealogía, el uso de la pasiva divina para evitar pronunciarel nombre de Dios, etc.
- 4. Finalmente, Mateo más que nadie, recoge las palabras del Señor en las que se explican las relaciones de la Antigua con la Nueva Ley. Unas frases las resumen: «No penséis que he venido a abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolirlos sino a darles su plenitud. Enverdad os digo que mientras no pasen el cielo y la tierra, de la Ley no pasará ni la máspequeña letra o trazo hasta que todo se cumpla» (Mt 5,17-18).
- Todo esto, y muchos más ejemplos que podrían aducirse, ha hecho pensar que los destinatariosprimeros del Evangelio son cristianos procedentes del judaísmo, para quienes las enseñanzas dela Ley siguen vigentes, aunque entendidas a la luz de la Nueva Ley de Cristo.
-
1.3. LUGAR DE COMPOSICION
Aunque todos los Evangelios tienen un horizonte universal, la crítica siempre ha pensado que ellugar de composición del primer Evangelio fue Antioquía de Siria, aquella ciudad tan nombradaen los Hechos de los Apóstoles, famosa por su vigor evangelizador. Apoyaría esta hipótesis elhecho de que tanto la Didaché como las cartas de San Ignacio de Antioquía c documentos definales del siglo I provenientes de Antioquíac citan las palabras del Señor con las mismasfórmulas que se recogen en Mateo.
-
1.4. FECHA DE COMPOSICION. OTRAS CIRCUNSTANCIAS
Cuanto se ha dicho hasta el momento es patrimonio común de la mayor parte de los estudiosos.Sin embargo, un examen más detenido del texto del Evangelio y de las circunstancias históricasen las que nació nos invitan a matizarlo de alguna manera.
Sobre los destinatarios. Los Hechos de los Apóstoles muestran que la iglesia de Antioquía nosólo estaba compuesta por judíos que habían abrazado la nueva fe, sino por gentiles convertidosal cristianismo. El primer Evangelio, por su parte, no supone sólo una misión a los judíos, sinoun destino universal: por ejemplo, cuando dice que los cristianos son «la sal de la tierra o la luzdel mundo» (cfr Mt 5,13-14), o cuando recoge el mandato final de hacer discípulos a «todos lospueblos» (Mt 28,19). Por eso, es más lógico suponer que la comunidad a la que se dirige Mateoes mixta, formada por cristianos judíos y gentiles. A unos y a otros se les enseña el valor de laLey en relación con Cristo: a los que provienen de la gentilidad para que la respeten, y a los queprovienen de judaísmo para que la cumplan en relación con la vida nueva en Jesucristo.
Sobre la fecha de composición. Se ha dicho antes que Mateo usa expresiones de cuñopalestinense, que alude a costumbres de los judíos de la época del Señor, y que Papías dijo queMateo escribió su Evangelio en la lengua de los hebreos. Sin embargo, el griego del Evangeliode Mateo es bueno, evita vulgarismos y busca una buena expresión: nada hace pensar, por tanto,que estemos ante una traducción más o menos servil de un texto hebreo. Es más, a la vista deltexto evangélico, la entera afirmación de Papías –«Mateo dispuso los discursos [acerca] delSeñor en la lengua de los hebreos, y cada uno los interpretó como pudo»– se puede discutir,porque Mateo, como enseguida se verá, es casi un prodigio de claridad a la hora de proponer ladoctrina, y esta característica no se hace muy compatible con la afirmación «cada uno losinterpretó como pudo». Además, parece como si San Mateo conociera el Evangelio de Marcos,y allí donde un pasaje del segundo evangelista pudiera interpretarse mal, él lo explicara con más precisión.
Por esto, los estudiosos suponen que el texto al que se refiere Papías fue un texto en arameoescrito muy pronto, hacia los años 50 ó 60, del que luego se sirvieron San Lucas y el escritor delEvangelio canónico de San Mateo, que lo reprodujo sustancialmente, pero escribiendodirectamente en griego. Este Evangelio de San Mateo en griego, inspirado y canónico, se debióde escribir entre los años 80 y 90. Se propone esta fecha también, porque, aunque no lohayamos mostrado hasta aquí, el texto parece escrito en polémica con la interpretación de la Leyque hacían los judíos que no habían abrazado el cristianismo, una vez que el Templo había sidodestruido por los romanos el año 70.
-
2. CARACTERISTICAS LITERARIAS Y TEOLÌGICAS
- Todos los Evangelios están dirigidos a creyentes. Todos quieren enseñar quién es Jesús y cuáles el alcance de su doctrina. Cada uno lo hace a su manera. Señalarla, puede ayudar a leer cadaEvangelio con mayor provecho. Quizás el rasgo más significativo de Mateo sea el catequético:el Evangelio en muchos aspectos es como un catecismo. Es un texto muy didáctico queresponde a las preguntas que los cristianos pueden hacerse.
- Una frase de Juan Pablo II nos ayudará a emprender este apartado:
«Los Evangelios que, antes de ser escritos, fueron la expresión de una enseñanza oral transmitida a las comunidades cristianas, tienen más o menos una estructura catequética. ¿No ha sido llamado el relato de San Mateo Evangelio del catequista, y el de San Marcos, Evangelio del catecúmeno?» (Juan Pablo II, Catechesi tradendae, n. 11).
Se llama a San Marcos el Evangelio del catecúmeno porque su lectura mueve a abrazar la fecristiana. Se llama San Mateo el Evangelio del catequista porque es capaz de explicar esa fe entodos sus extremos. Se ha dicho más de una vez que el autor del Evangelio es un hombre que seha aplicado a sí mismo el consejo del Señor recogido en Mt 13,52: «todo escriba instruido en elReino de los Cielos es como un hombre, amo de una casa, que saca de su almacén cosas nuevasy cosas antiguas». Es decir, el evangelista parece alguien que teniendo presentes las palabras deCristo y las palabras de las Escrituras sabe proponerlas como camino de vida. Veámoslo con lostextos. Al final del Evangelio, dice el Señor:
- «Se me ha dado toda potestad en el cielo y en la tierra. Id, pues, y haced discípulos a todos los pueblos, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; y enseñándoles a guardar todo cuanto os he mandado. Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,19-20).
- La frase subrayada señala que los Apóstoles deben enseñar a guardar las normas mandadas porel Señor. Y eso es lo que hace Mateo con su escrito: exponer ordenadamente esas normas. Porejemplo, cuando el Señor enseña el Padrenuestro en el Sermón de la Montaña, Mateo lo recogeasí:
- (1) «Cuando oréis, no seáis como los hipócritas, que son amigos de orar puestos de pieen las sinagogas y en las esquinas de las plazas, para exhibirse delante de loshombres; en verdad os digo que ya recibieron su recompensa. Tú, por el contrario,cuando te pongas a orar, entra en tu aposento y, con la puerta cerrada, ora a tuPadre, que está en lo oculto; y tu Padre, que ve en lo oculto, te recompensará.
- (2) »Y al orar no empleéis muchas palabras como los gentiles, que piensan que por sulocuacidad van a ser escuchados. Así pues, no seáis como ellos, porque bien sabevuestro Padre de qué tenéis necesidad antes de que se lo pidáis.
- (3) »Vosotros, en cambio, orad así: Padre nuestro, que estás en los cielos, santificadosea tu Nombre; venga tu Reino; hágase tu voluntad, como en el cielo, también en latierra; danos hoy nuestro pan cotidiano; y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores; y no nos pongas en tentación,sino líbranos del mal.
- (4) » Porque si les perdonáis a los hombres sus ofensas, también os perdonará vuestroPadre Celestial. Pero si no perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre osperdonará vuestros pecados» (Mt 6,5-15).
-
¿Cómo es la oración del cristiano?
- No es ostentosa como la de los fariseos (1), ni está llena deverborrea como la de los gentiles (2). Es filial sencilla y sincera como el Padrenuestro, que es laoración del Señor (3). Y, además, debe ir acompañada de obras que manifiesten su autenticidad(4).
- Obviamente, cada aspecto de esta enseñanza se puede enriquecer con otros pasajes delEvangelio. Por ejemplo, la enseñanza final del perdón de las ofensas se ilustra con la paráboladel mayordomo que debía diez mil talentos a su señor y, tras ser perdonado, es incapaz deperdonarle una deuda mínima a un compañero suyo (Mt 18,22-29), etc. Pero parece claro que siMateo no ha recogido aquí todo lo necesario para saber cómo rezar, sin duda ha recogidomucho. Cualquiera que quiera repasar cómo rezar o que quiera enseñar cómo hacerlo tiene enestas palabras del primer Evangelio un esquema perfecto.
-
Lo que intento expresar aquí es que tener esto presente –que el Evangelio muchas veces escomo un catecismo– nos ayuda a entender mejor a San Mateo cuando lo leemos. A estepropósito, basta con ir al capítulo 18, lo que se denomina «discurso eclesiástico», dondeencontramos un elenco de normas que rigen la vida de la Iglesia. Por ejemplo:
- (1) ¿Cómo comportarse en la Iglesia ante los más débiles, los menos instruidos? Ycontesta con las sentencias sobre el escándalo (Mt 18,1-11).
- (2) ¿Cómo comportarse con el hermano que flojea y se puede perder? Y contesta con laparábola de la oveja perdida (Mt 18,12-14).
- (3) ¿Cómo comportarse con el que falla de manera reincidente? Y contesta con laenseñanza de la corrección fraterna (Mt 18,15-17).
- (4) Y ¿hasta cuándo hay que perdonar? Y contesta que siempre porque tenemos queconsiderar cuánto nos ha perdonado Dios a nosotros (Mt 18,21-35).
-
De este capítulo he dejado voluntariamente de lado una sentencia del Señor que hace referenciaa la potestad de los ministros en la Iglesia:
«Os aseguro que todo lo que atéis en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desatéis en la tierra quedará desatado en el cielo» (Mt 18,18).
-
Las palabras son muy semejantes a las que Jesús le dirige a Pedro tras la confesión en Cesareade Filipo:
«Todo lo que ates sobre la tierra quedará atado en los cielos, y todo lo que desates sobre la tierra quedará desatado en los cielos» (Mt 16,19).
-
Parece pues claro que la frase explica el poder que el Señor le ha dado a sus ministros en laIglesia. Ahora bien, cuando el evangelista narra que Jesús perdona los pecados y cura alparalítico de Cafarnaún, añade, como se ha visto en un capítulo anterior, un comentario al final:
- «Al ver esto, la gente se atemorizó y glorificó a Dios por haber dado tal potestad a los hombres» (Mt 9,18).
- A tenor de lo examinado hasta ahora, este comentario de Mateo sirve también como explicaciónde lo expuesto antes. Es posible que Dios dé a los hombres la potestad de perdonar los pecados.La tenía Jesús y Jesús se la ha dado a sus ministros en la Iglesia.
- Se podrían aducir otros muchos ejemplos. He señalado algunos, pero el lector, para aprender,puede hacer la experiencia y leer el Evangelio de Mateo descubriendo en la forma de narrar lospasajes una manera de rezar, de enseñar, de ejercer el ministerio, etc.
- San Mateo tiene otras formas de enseñar. Por ejemplo, los estudiosos han hecho notar que en lasfrases de las Bienaventuranzas, o en el Padrenuestro, etc., las expresiones de San Lucas son másfáciles de retrotraducir al arameo. En cambio, las de San Mateo, tienen más sonoridad en laspalabras, mayor ritmo poético. Es claro que de este modo las frases del Señor son tal vez másfáciles de retener en la memoria y acuden con más espontaneidad a los labios.
- Por último, quería detenerme en dos detalles puntuales de este tono catequético del primerEvangelio. Se refieren a la presencia de grandes discursos y al modo de narrar los milagros.
-
2.1. LOS DISCURSOS
A veces se ha llamado a Mateo El Evangelio de los discursos del Señor. Reúne extensosdiscursos de Jesucristo. Algunos recogen invectivas y controversias con los fariseos y losescribas (Mt 23,13-36; 12,25-45), pero cinco de ellos se cierran con una expresión semejante aésta: «y sucedió que cuando Jesús acabó de dar estas instrucciones...» (Mt 7,28; 11,1; 13,53;19,1; 26,1). Si nos fijamos bien, estos discursos tratan de:
Mt 5,1-7,29: El Sermón de la montaña. Es, como decía San Agustín «perfecte vitae christianaemodus», el modo perfecto de vida cristiana. Describe con precisión cómo debe comportarse elcristiano para que su justicia, su modo de imitar a Dios, sea mayor que la de escribas y fariseos.
Mt 10,1-42: El Discurso de la misión dirigido a los doce Apóstoles. Si nos fijamos en elcontenido del discurso no sólo se refiere a aquella misión de los doce a Israel (habla por ejemplode que los discípulos serán llevados ante gobernadores y reyes, etc.), sino que se refiere a lamisión apostólica de la Iglesia. Es como un bosquejo de cómo realizar la proclamación delmensaje de Cristo.
Mt 13,1-52. El Discurso de las parábolas. Trata de las parábolas que versan sobre el Reino deDios. Pero indica también cómo responder a las diversas situaciones que se van a dar en la vidade la Iglesia. Debe tenerse en cuenta que, como señala la parábola del sembrador, no todos losque acogen el mensaje del reino perseveran hasta el final, pero, cuando se acoge la palabra y sepersevera en ella, el fruto es desproporcionado. Invita también a no desalentarse porque el reino,la Iglesia, crezca despacio, como la semilla de mostaza; a no preocuparse porque, en elcrecimiento del reino, el bien del mensaje crezca con el mal que el diablo ha sembrado en formade cizaña. Y no hay que preocuparse porque al final Dios juzgará, etc.
Mt 18, 1-35. El llamado Discurso eclesiástico, que se ha comentado antes y que contieneenseñanzas sobre el comportamiento de los fieles dentro de la Iglesia.
Mt 24,1-25,46. El Discurso escatológico. Recoge las dificultades con las que nos vamos aencontrar en el desarrollo de la Iglesia a través de los siglos: dificultades externas por laspersecuciones, dificultades internas por el enfriamiento del amor, etc. Pero el cristiano estáfundado en la esperanza. Porque Cristo no abandona a los suyos: ni ahora, ni al final de lostiempos, cuando juzgue al universo entero. Es un discurso consolador.
Después de resumir sus contenidos, casi está de más recordar que en estos cinco discursos elcristiano tiene normas a las que acudir cuando se plantee un modo de hacer o de enseñar.Paso ahora a la manera con que la catequesis se materializa en la redacción de los milagros del Señor.
-
2.2. LOS MILAGROS
- En los relatos de milagros, frente a la viveza que encontramos en San Marcos, la narración deSan Mateo es mucho más estilizada, solemne, evitando detalles pintorescos. Pero esta mesura dela narración tiene otra finalidad: sirve para subrayar la misión de Jesús (aspecto cristológico), lafe de quien acude a Jesús –se pone en relación estrecha lo que se solicita con lo que seconcede–, y el lugar de los discípulos, que representan a la Iglesia. También bajo este aspectoel Evangelio es un ejemplo de catequesis cristiana. Aunque se tratará de los milagros másadelante, unos textos pueden ejemplificarlo con más claridad:
- Mt 15,21-28
- Mc 7,24-30 ***pagina 85***
- De una comparación elemental entre los dos textos se deduce enseguida que San Marcosprivilegia el punto de vista del discípulo, es decir, de la mujer que sale en busca de Jesús, leruega con insistencia y audacia, y vuelve a casa con su propósito logrado. En cambio, SanMateo tiene como propios, cuando menos, los dos trazos señalados en cursiva: en el primero, laspalabras de Jesús ofrecen una explicación de su misión como Mesías, y dan razón al lector de laresistencia de Jesús –que a primera vista, sin conocer la pedagogía de Mateo, nos podríaparecer sorprendente– para realizar la curación. Las palabras finales del Señor tienen tambiénsu justificación, pues palabras semejantes (Mt 8,13, al centurión: «Vete y que se haga conformehas creído»; Mt 8,29, a los ciegos: «Que se haga en vosotros conforme a vuestra fe») aparecenmás veces a lo largo del Evangelio. Resaltan la calidad de la fe: lo que se pide se concede segúnla fe del que pide.
- Veamos otro ejemplo: la curación de la suegra de Pedro.
- Mt 8,14-15
- Mc 1,29-31 ****pagina 85***
- En San Marcos, el relato presenta las características típicas de la viveza de su narración, altiempo que llama la atención sobre los discípulos que acompañan a Jesús, le hablan de lapersona necesitada y después están con Jesús siendo servidos. En San Mateo todo parecedirigido a la catequesis. Desaparecen los detalles anecdóticos y los discípulos: sólo se presenta aSimón, a quien, por cierto, se le denomina con su nombre en la Iglesia, Pedro. La iniciativa de lacuración parte de Jesús, que cura a la mujer sin que medie petición. Y la mujer, como también eldiscípulo en la Iglesia, una vez sanada, sirve a Jesús.
-
3. ESTRUCTURA DEL EVANGELIO
- Al abordar la estructura del Evangelio, se busca, sobre todo, poder entender cada pasaje en su contexto: en el contexto más próximo, en el contexto del Evangelio entero, o en el contexto del ministerio de Jesús. Normalmente, el evangelista ha dejado algunas señales de su proyecto que se pueden descubrir en una lectura atenta. En el caso de San Mateo hay dos rasgos significativos de los que debe partir la reflexión.
- 1. Muchas veces, hasta noventa, introduce las acciones narradas con el adverbio «entonces...», pero sólo tres veces –al comienzo del ministerio público de Jesús, después de la confesión de Pedro, y en la traición de Judas–, utiliza la expresión «desde entonces...».
- Mt 4,17: «Desde entonces comenzó Jesús a predicar y a decir: Convertíos, porque está al llegar el Reino de los Cielos».
- Mt 16,21: «Desde entonces comenzó Jesús a manifestar a sus discípulos que él debía ir a Jerusalén y padecer mucho por causa de los ancianos, de los príncipes de los sacerdotes y de los escribas, y ser llevado a la muerte y resucitar al tercer día».
- Mt 26,17: «Ellos le ofrecieron treinta monedas de plata. Desde entonces [Judas] buscaba la ocasión propicia para entregárselo».
- Los tres pasajes señalan con claridad tres tiempos en la actividad de Jesús: el que se desarrolla sobre todo en Galilea donde proclama ante todo el pueblo el reino con hechos y palabras; el que sigue a la Confesión de Pedro en Cesarea de Filipo, donde ocupa un lugar muy importante la enseñanza de Jesús a sus discípulos acerca de su misión salvadora, y el que desarrolla el drama de su muerte y su gloriosa resurrección.
- 2. Ésta sería una posible estructura. Por otra parte, como ya se ha dicho, la lectura del primer Evangelio transmite la sensación de que estamos ante un escrito atentamente pensado en el que la misma construcción quiere trasmitir una enseñanza. Ya se ha hecho notar que en el conjunto del libro llama la atención la presencia de cinco discursos del Señor escalonando el relato, que se siguen con cinco secciones narrativas en las que se relatan signos mesiánicos de Jesús.
- Algunos autores ven en este esquema una evocación de los cinco libros de la Ley, el Pentateuco, pues también esos cinco libros narran las acciones singulares de Dios con su pueblo y contienen los mandamientos que les da. Quizás la imagen sea un poco forzada en algún punto, pero parece claro que esta evocación nos enseña a ver que las sucesivas acciones de Jesús no hay que entenderlas sólo como cumplimiento de las promesas de Dios; también deben verse como el inicio del nuevo pueblo que es la Iglesia y que nace de Jesús.
-
4. CONTENIDOS PRINCIPALES
Es claro que la enseñanza primera de todos los Evangelios versa sobre Jesucristo y sobre su obra. Las acciones y las palabras de Jesús, y de las diversas personas que se acercan a Él, acaban por revelar quién es verdaderamente Jesucristo y el alcance de sus acciones para la salvación de los hombres. Si hubiera que condensar en breves trazos la enseñanza del primer Evangelio, pienso que podría hacerse en torno a dos nociones: la persona de Jesucristo y la Iglesia fundada por Él. Las dos nociones están en cierta manera relacionadas.
-
4.1. JESUCRISTO
Jesús, tal como aparece narrado por San Mateo, se caracteriza sobre todo por su majestad, la que intuitivamente percibimos en un mosaico bizantino o en un Pantocrátor de nuestras iglesias medievales: hombre verdadero, y, al mismo tiempo, verdadero Dios y Señor de todo lo creado. Pero ésta es una imagen visual. En el texto de San Mateo, estas características se expresan mejor con los títulos que se aplican a Jesús.
-
4.1.1. Verdadero Dios
- Jesús es, antes que nada, Hijo de Dios. Desde la concepción de Jesús por obra del Espíritu Santo hasta la fórmula trinitaria del Bautismo al final, San Mateo afirma e insiste en que Jesús es el Hijo de Dios (Mt 1,20; 28,19): lo declara la voz del cielo en el Bautismo y en la Transfiguración, y el mismo Jesús de manera directa:
- «Yo te alabo, Padre, Señor del cielo y de la tierra, porque has ocultado estas cosas a los sabios y prudentes y las has revelado a los pequeños. Sí, Padre, porque así te ha parecido bien. Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo sino el Padre, ni nadie conoce al Padre sino el Hijo y aquel a quien el Hijo quiera revelarlo» (Mt 11,25-27).
- Ahora bien, es interesante señalar cómo San Mateo llena de significado la condición de Hijo de Dios que tiene Jesús. A este respecto, varios puntos son interesantes:
- 1. Cuando narra la vuelta a Nazaret de José, dice:
- «Allí permaneció hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que dijo el Señor por medio del Profeta: De Egipto llamé a mi hijo» (Mt 2,15).
- El hijo al que se refiere el profeta Oseas es Israel. Pero Israel, como hijo de Dios, no cumplió lamisión que le dio Dios de justificar a todas las gentes. Es Jesús, el Hijo de Dios, quien cumple lamisión que Israel no supo llevar a cabo. Pero es importante notar la dirección del razonamientode San Mateo. Jesús no es Hijo de Dios porque de Él se prediquen la suma de alusiones delAntiguo Testamento, sino que, como Hijo de Dios que es, realiza las promesas de Diosencomendadas a sus elegidos, también de Israel, desde el Antiguo Testamento.
- 2. Otra manera de afirmar la divinidad de Jesús es con la denominación Emmanuel, «Dios connosotros». Es el título que tiene el Niño desde su concepción (Mt 1,23); pero una paráfrasis deese nombre es la que utiliza Jesús para afirmar su presencia en medio de su Iglesia:
- «Pues donde hay dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos» (Mt 18,20).
- Esta expresión se ilumina si tenemos en cuenta que había un dicho en los tiempos del Señor que decía:
- «Si dos se sientan juntos y las palabras entre ellos no son las de la Torá, entonces es una sesión de burladores..., pero si dos se sientan juntos y las palabras entre ellos son las de la Torá, entonces la Shejiná [la presencia divina] está en medio de ellos» (Rabí Hananiah ben Teradyon, en la Mishnah, Abot 3,2).
- Parece claro que Jesús alude con sus palabras a su dimensión consustancial al Padre. Y lomismo puede decirse a propósito del tercer texto, al final del Evangelio, cuando, en el envío desus discípulos, el Señor utiliza una glosa del nombre Emmanuel para afirmar su presencia en medio de la Iglesia hasta el fin de los tiempos:
- «Y sabed que yo estoy con vosotros todos los días hasta el fin del mundo» (Mt 28,20).
- Como Dios estaba con Israel en el desierto y con los guías de su pueblo (Moisés, Josué, etc.),así estará Jesús con la Iglesia hasta el fin del mundo. No se puede decir de manera más elocuente que Jesús es Dios, y que la Iglesia es el Pueblo de Dios.
-
4.1.2. Verdadero hombre
A la luz de esta verdad esencial, que Jesús es Hijo de Dios, todos los demás títulos mesiánicos,con los que el Antiguo Testamento preanunció al Salvador, adquieren su más profundo sentido:Hijo de David, Rey, Hijo del Hombre, Mesías.
Jesús es el Hijo del hombre. Jesús se llama así a lo largo de su Evangelio. Esta denominaciónpara sí mismo no carece de ambigüedad. Hijo del Hombre es, por una parte, un sinónimo de lapalabra hombre. Por otra, en la tradición de Israel, inaugurada en la imagen de Daniel 7,13-14,designa al personaje trascendente al que Dios le da «imperio honor y reino, y todos los pueblosnaciones y lenguas» le sirven, siendo su imperio un «imperio eterno que nunca pasará». Asípues, de esta manera se designa a un hombre verdadero, al mismo tiempo que trascendente. SanMateo, desde la genealogía, señala cómo es posible esto, que Jesús sea verdadero hombre, dellinaje de David, y al mismo tiempo de origen divino.
Pero la tarea de Jesús, también hombre verdadero, se señala sobre todo en el cumplimiento de sumisión como el Siervo del Señor humilde, profetizado por Isaías, que con sus palabras y susmilagros cumple el designio salvador de Dios sobre los hombres. El motivo por el que Jesúshace milagros, en la composición de San Mateo, no es, en primer lugar, su compasión por lamuchedumbre, ni la desaparición del dolor, etc. El motivo más radical es su cumplimiento deldesignio de Dios trazado en la segunda parte del profeta Isaías. Sirvan de ejemplo estos dos textos:
- «Al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; expulsó a los espíritus con su palabra y curó a todos los enfermos, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías: Él tomó nuestras dolencias y cargó con nuestras enfermedades» (Mt 8,16-17).
- «Jesús, sabiéndolo, se alejó de allí, y le siguieron muchos y los curó a todos, y les ordenó que no le descubriesen, para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías: Aquí está mi Siervo, a quien elegí, mi amado, en quien se complace mi alma. Pondré mi Espíritu sobre él y anunciará la justicia a las naciones. No disputará ni gritará, nadie oirá su voz en las plazas. No quebrará la caña cascada, ni apagará la mecha humeante, hasta que haga triunfar la justicia; y en su nombre pondrán su esperanza las naciones» (Mt 12,15-21).
Pero hablar del Siervo del Señor no es hablar sólo del elegido de Dios, es hablar también delrechazo que sufre por parte de sus congéneres. San Mateo contiene enseñanzas y hechos queiluminan, en su profundidad y dramatismo, el misterio de la reprobación de Jesús, el Mesíasprometido, por parte de los dirigentes judíos, que arrastraron tras de sí a buena parte del pueblo.El evangelista va respondiendo de diversas maneras a ese misterio: unas veces, al relatar losepisodios de la repulsa de escribas, fariseos y príncipes de los sacerdotes hacia Jesús; otras, alnarrar los sufrimientos de su Pasión, hace ver cómo esos acontecimientos de la vida de Cristo noson una frustración del plan divino, sino que estaban previstos y anunciados por los Profetas, yson su cumplimiento (Mt 12,17; 13,35; 26,54.56; 27,9; etc.). Por eso advierte el Señor que lapromesa de Dios se dará a otro pueblo que dé sus frutos (Mt 21,43). Ese nuevo Pueblo es la Iglesia.
-
4.2. LA IGLESIA
- A San Mateo se le ha llamado el Evangelio «eclesiástico». La razón estriba en variasobservaciones: una es que ya el mismo nombre de Iglesia aparece tres veces (Mt 16,18; 18,17:dos veces ); otra es que la Iglesia, sin ser nombrada expresamente así, se percibe en el trasfondo de la narración. A lo largo de estas páginas hemos subrayado sobre todo este aspecto. Se havisto cómo el cristiano que lee el Evangelio puede encontrar respuestas a las preguntas que se leplantean en su vida cotidiana en la Iglesia: cómo debe rezar, cómo ayunar, cómo comportarsecon sus hermanos, cómo realizar la misión apostólica, cómo le vinculan los mandamientos de laLey, etc. También encuentra respuestas a los porqués: por qué se pueden perdonar los pecadosen la tierra, por qué muchos judíos, a los que se dirigía primeramente el mensaje de Cristo, norespondieron a la invitación de Dios en Jesucristo, por qué ocupa Pedro un lugar principal en la Iglesia, etc.
- A este propósito se podrían invocar otros muchos ejemplos, porque San Mateo los propone. Tanes así que un conocido investigador titulaba su comentario de Mateo así: «El verdadero Israel».Y esto se percibe desde la primera línea del texto hasta la última. La primera: si el pueblo deIsrael era la descendencia, la genealogía, de Jacob, que era el primer Israel, la Iglesia no es sinola descendencia de Jesús, fundada desde su obra. La última: el mandamiento misional, incluye,como era praxis en Israel, hacer discípulos. Con el mandato de Jesús de hacer discípulos a todoslos pueblos se cumple el destino de Dios para Israel: ser instrumento de salvación para todo elmundo. Pero quien cumple ese destino es la Iglesia, «el verdadero Israel».
-
7. EVANGELIO SEGUN SAN MARCOS
**********
-
1. AUTOR, LUGAR Y FECHA DE COMPOSICION
En la investigación, los tres conceptos van unidos, al menos en el caso de Marcos. San Marcos,que no es del grupo de los Apóstoles, sino discípulo de los Apóstoles, escribe el Evangelio apetición de la Iglesia, en el momento de la muerte de Pedro, para preservar la predicación del Apóstol.
-
1.1. AUTOR
La Tradición es unánime al afirmar que el autor del segundo Evangelio es Marcos, «discípulo eintérprete» de Pedro («discípulo» de Pedro se le llama en Eusebio de Cesarea, HistoriaEclesiástica, 2,15,1; «intérprete», en ibídem, 3,39,14-15; «discípulo e intérprete», en ibídem5,8,3). Algunos documentos antiguos, como el canon de Muratori, apuntan que Marcos noconoció o no siguió a Jesús en su vida terrena, pero todos insisten en afirmar que reproduce confidelidad la predicación de Pedro. El testimonio más antiguo que tenemos, el de Papías deHierápolis (años 60-130), dice así:
«Marcos, que fue intérprete de Pedro, puso cuidadosamente por escrito, aunque sin orden, lo que recordaba de lo que el Señor había dicho y hecho. Porque él no había oído al Señor ni lo había seguido, sino, como dije, a Pedro más tarde, el cual impartía sus enseñanzas según las necesidades y no como quien hace una composición de las sentencias del Señor, pero de suerte que Marcos en nada se equivocó al escribir algunas cosas tal como las recordaba» (Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica, 3,39,14-15).
Afirmaciones semejantes pueden encontrarse en San Ireneo («Marcos, el discípulo e intérpretede Pedro, nos transmitió también por escrito lo que había sido predicado por Pedro» S. IRENEO,Adversus haereses, 3,1,1), o Clemente de Alejandría:
«El Evangelio según Marcos se empezó a escribir de la siguiente manera: en tiempos en los que Pedro publicaba la palabra en Roma y exponía el Evangelio bajo la acción del Espíritu, aquellos que en gran número estaban presentes en aquella ocasión le pidieron a Marcos que, puesto que llevaba mucho tiempo acompañando a Pedro y se acordaba de las cosas que él había dicho, pusiera por escrito sus palabras; así lo hizo y les dio el Evangelio a los que se lo habían pedido; cuando se enteró de ello Pedro, no dijo nada ni para impedirlo ni para promoverlo» (Eusebio de Cesarea, Historia Eclesiástica, 6,14,5-7).
¿Quién es este Marcos? En la Tradición se le identifica con alguien conocido en la primeracomunidad, a quien 1 P 5,13 denomina «mi hijo». También en tres cartas paulinas aparece unMarcos (Flm 24; 2 Tm 4,11; Col 4,10). En el texto de Colosenses se dice que es «primo deBernabé» y, por tanto, se le identifica con aquel Marcos, a quien Bernabé lleva consigo en lamisión apostólica, con Pablo (Hch 12,25) o sin él (Hch 15,36-39). En este último lugar, Lucasdice que se llamaba Juan Marcos, y en otro momento (Hch 12,12) se dice que Juan Marcos erahijo de María, aquella que recibió en su casa a Pedro cuando fue liberado de la cárcel por un ángel.
De todas estas notas se puede concluir que el Marcos al que se refiere Papías es el mismo queviene tantas veces mencionado en el Nuevo Testamento. Algunos autores modernos han queridover imprecisiones en la descripción que hace Marcos de la geografía y de las costumbrespalestinas y, desde ahí, concluir que no se debe identificar a los dos, al discípulo de Pedro y alMarcos que viene mencionado en Hechos de los Apóstoles. Sin embargo, el parecer de lamayoría de los investigadores es que los fundamentos que aporta esta hipótesis no son tanconsistentes como las pruebas, internas y externas al Evangelio, que concurren en la hipótesis tradicional.
-
1.2. LUGAR Y FECHA DE COMPOSICION
Respecto del lugar de composición y los destinatarios inmediatos del escrito, la Tradición, como se ha visto, indica siempre Roma como lugar de composición del Evangelio.
Esta hipótesis se confirma en cierta manera con indicios presentes en el mismo texto. Por unaparte, el narrador explica costumbres judías, es decir, se dirige a personas que desconocen estosextremos del judaísmo. La más extensa de estas explicaciones es Mc 7,3-4 («Pues los fariseos ytodos los judíos nunca comen si no se lavan las manos muchas veces, observando la tradición delos mayores; y cuando llegan de la plaza no comen, si no se purifican; y hay otras muchas cosasque guardan por tradición: purificaciones de las copas y de las jarras, de las vasijas de cobre yde los lechos»). Pero hay también breves interrupciones explicativas (Mc 14,12: «El primer díade los Êcimos, cuando sacrificaban el cordero pascual»; Mc 15,42: «la Parasceve, que es el día anterior al sábado»).
En cambio, da por supuestos términos técnicos romanos: «Lo condujeron dentro del patio, quees el Pretorio» (Mc 15,16), «echó dos leptas, que es un cuadrante», una moneda romana (Mc12,42), y traduce las expresiones arameas utilizadas por Jesús. Por ejemplo: «Boanerges, esdecir, hijos del trueno» (Mc 3,17), «Talitha qum que significa: niña, a ti te digo, levántate» (Mc5,41). Otros ejemplos en Mc 7,11; 14,36; 15,22; 15,34.
Estas dos características nos hacen suponer que los destinatarios del segundo Evangelio noconocen la lengua y las costumbres palestinas, pero sí conocen modos romanos. Apoyaría lahipótesis la presencia en el relato de muchos latinismos, y de diversos giros que se entiendenmejor si sus destinatarios son romanos. Aunque es posible que las palabras latinas de Marcos –speculator, denario, centurión, etc.– fueran de uso común en todo el imperio, hay otras notasdel Evangelio que apuntan modos romanos: por ejemplo, Marcos sigue la manera romana dedividir las horas de la noche (Mc 6,48; 13,35); dice también que Simón Cireneo (Mc 15,21) erael padre de Alejandro y de Rufo, personajes conocidos de los cristianos de Roma (cfr Rm16,13); etc.
Parece, pues, bastante claro que Marcos escribió su Evangelio para los cristianos de Roma. Estaapreciación no ha cambiado mucho en la investigación moderna. Las novedades que se sugierenvan más bien por el estudio interno del Evangelio. Algunos autores (W. Marxen y H.C. Kee),fundados sobre todo en el capítulo 13, el discurso escatológico junto al Templo, y en el uso dela palabra Galilea, piensan que el segundo Evangelio se compuso en el norte de Palestina o alsur de Siria. En su hipótesis, proponen que el Evangelio está dirigido a una comunidad que viveen un ambiente pagano, que sufre persecución y que ha sufrido el desfallecimiento en la fe porparte de algunos de sus miembros. A la vez, aquellos cristianos esperan la abominación de ladesolación, el fin inminente. Y todo esto se podría situar hacia el año 67 en el norte de Palestinadonde las tropas romanas habían comenzado ya la conquista que el 70 culminó con ladestrucción de Jerusalén. Los latinismos de Marcos se explicarían porque, como atestigua Flavio Josefo, también existían cuarteles romanos por la zona.
El general, en la literatura crítica se suele afirmar que las razones que aducen estos autores noson suficientes para cambiar la hipótesis de la Tradición por una mejor. Entre otras cosas,porque estas características, presentes sin duda en el segundo Evangelio, tienen también unabuena explicación si el texto se compuso en Roma, poco antes del año 70.
En lo que sí están de acuerdo la mayor parte de los investigadores es en la relación entre elsegundo Evangelio y Pedro. Algún autor, más bien muy pocos, ha aventurado esta relación enun sentido contrario al tradicional, al suponer que la actitud de Marcos con Pedro y con el grupode los doce es más bien crítica, pues el evangelista recuerda muchas veces la incomprensión y la debilidad de los discípulos. Esta apreciación era notada por la crítica usual, pero la interpretabacomo signo de humildad. Y, en el conjunto de la primera comunidad, bajo el influjo del grupo apostólico, así es como parece que debe interpretarse.
Probablemente el vínculo con Pedro es la razón por la que el Evangelio de Marcos c cuyocontenido está casi todo recogido en los otros dos sinópticos, del que se nos conservan muchosmenos manuscritos antiguos que de los otros, que apenas es comentado en la catequesis, etc.cestá presente en todas las listas canónicas.
-
2. CARACTERÈSTICAS LITERARIAS Y TEOLOGICAS
La crítica suele resumir el estilo de San Marcos diciendo que es un escritor de estilo imperfecto,pero un hábil narrador. Pero esta caracterización literaria general no dice mucho si no se une alo que se denominan las características teológicas de Marcos. Un examen somero lo puede mostrar.
-
2.1. CARACTERISTICAS LITERARIAS
Estilo literario. Una simple lectura de su obra delata enseguida que el griego no es su lenguamaterna. Tampoco es un escritor consumado y a veces se embrolla. Su vocabulario no esexcesivamente amplio, y la sintaxis es sencilla: predomina la simple coordinación de las frases–parataxis– unidas por la conjunción «y», por la preposición «pues», o por el adverbio«enseguida». A veces hay un salto, inesperado para nuestro gusto, de unos tiempos verbales a otros, dentro del mismo relato.
Estilo narrativo. Sin embargo, en su sencillez, su escritura tiene una gran vivacidad. Marcostiene el don de dar vida a lo que cuenta. Con mucha frecuencia el evangelista acude al discursodirecto en medio de su relato. Salta enseguida a la vista el uso constante del presente histórico–«viene», «dice», «salen»..., empleado más de 150 veces–, y la descripción pormenorizada dedetalles y circunstancias que Mateo y Lucas narran más sobriamente . Además, para referirse aJesús y a los discípulos, utiliza muy a menudo la tercera persona del plural –«entoncesllegaron, vinieron, fueron, etc.» – donde los otros Evangelios utilizan la primera, para referirse 8únicamente a Jesús: «entonces llegó con sus discípulos...». La narración se hace entonces tanviva que parece oírse la voz de un testigo ocular que cuenta una y otra vez: «llegamos, vimos,...».
Seguramente todos esos pormenores no hacen sino reflejar el modo vivo de los relatos de SanPedro. Pero, en el conjunto del texto, estas características literarias están en relación con elmensaje del Evangelio. Con su relato vivo y apasionado, Marcos nos ayuda a trasladarnos a laspequeñas ciudades de la ribera del lago de Genesaret, a sentir el bullicio de las gentes quesiguen a Jesús, a contemplar los gestos de Cristo; en una palabra, asistir a la historia evangélicacomo si participáramos en los episodios. El Evangelio se hace presente en el lector, que esinvitado así a comprometerse, a tomar partido ante las acciones de Jesús, como lo hicieron losdiscípulos. El relato de Marcos es como el Evangelio en acción, tal vez por eso es el que tienemayor densidad de milagros en el texto. En cambio, a diferencia de los otros Evangelios, faltan en San Marcos largos discursos. San Marcos repite muchas veces, más que los otros Evangelios,que Jesús «enseñaba»; pero nos ha dejado pocos testimonios de la enseñanza de Jesús, al menos en discursos largos. Propiamente hablando, sólo recoge dos grandes discursos de Jesús: el de las parábolas (Mc 4,1-34) y el escatológico (Mc 13,1-37).
Todos estos rasgos tienen su correspondencia con algunas características del mensajeevangélico que están más presentes en el relato de Marcos que en cualquiera de los otros dossinópticos. A mi juicio estos rasgos distintivos son: a) el Evangelio, b) el descubrimiento de laidentidad de Jesús (a veces se denomina también el misterio de Jesús, o el secreto mesiánico), y, c) la universalidad de la misión.
- **otra informacion***
- la curación del paralítico, Mc 2,1-12, en comparación con Mt 9,18 y Lc 5,17-26; la del poseso de Gerasa, Mc 5,1-20, en comparación con Mt 8,28-34 y Lc 8,26-39; etc. Además, algunos pequeños datos sólo nos los refiere San Marcos: es el único en decir que, durante la tempestad en el lago, Jesús estaba durmiendo sobre un «cabezal» en la popa de la barca (Mc 4,38); o que a los hijos de Zebedeo el Señor les llamó «hijos del trueno» (Mc 3,17); o que el ciego de Jericó se llamaba Bartimeo (Mc 10,46); etc.
-
2.2. CARACTERISTICAS TEOLOGICAS
****pagina 94***
-
2.2.1. El Evangelio
Marcos es el evangelista que más a menudo –hasta ocho veces– utiliza la palabra «evangelio»en sentido absoluto. Además, con la primera frase de su relato c «Comienzo del Evangelio deJesucristo, Hijo de Dios»c parece indicar que ése es el tema que va a tratar. ¿Qué significaesto? Para entenderlo, hay que recordar algunos datos.
Donde los otros evangelistas se sirven de expresiones como «Evangelio del reino», San Marcosdice simplemente «Evangelio». En esto coincide con San Pablo que también usa muchas veces,más de 50, esta palabra en sentido absoluto. En los dos casos, en San Pablo y en San Marcos, elsentido parece claro: La palabra Evangelio resume la persona y la obra de Jesucristo.
Es sabido que Evangelio, etimológicamente, significa buena nueva, buena noticia. Para entenderpor qué Jesús utiliza esa expresión, y por qué San Marcos se sirve de ella para denominar así elcontenido de su escrito, es bueno recordar los usos que tenía en la literatura anterior. En Homeroy en Plutarco la palabra, en plural, designa la recompensa que se daba al portador de buenasaugurios o al sacrificio de acción de gracias que por ellos se ofrecía a los dioses. En el AntiguoTestamento, Evangelio se utiliza en el sentido banal, cotidiano, referido por ejemplo a la noticiade una victoria sobre los enemigos. Pero se usa también el verbo evangelizar en dos lugares delprofeta Isaías para expresar la buena nueva de los tiempos mesiánicos en los que Dios salvará asu pueblo: «Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, delmensajero de la buena nueva que anuncia la salvación, del que anuncia a Sión: ¡Reina tu Dios!»(Is 52,1-7); «El Espíritu de Dios está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviadopara llevar la buena nueva a los pobres» (Is 61,1-2). Junto a estos usos, hay uno profano queinteresa recordar. Se ha encontrado una inscripción en Priene (Asia Menor), dedicada a Augustoy datada el 9 a.C., que dice: «El día del nacimiento del dios ha señalado el comienzo de lasbuenas nuevas para el mundo».
Con estos datos se puede justificar muy bien el uso de la palabra por parte de Jesús y laaplicación de San Marcos. Ciertamente, el significado de la palabra en el Nuevo Testamento nose puede derivar del uso profano anterior. Jesús, al proclamar el Evangelio, anuncia de esamanera que con sus acciones se cumplen las promesas de salvación anunciadas por Dios. Peropara San Marcos, hay que pensar ya en una radicalización del significado: el Evangelio, labuena nueva que ha llegado a los hombres, no es el nacimiento de Augusto, sino Jesús que consu obra nos ha conseguido la salvación.
-
¿En qué consiste el Evangelio?, ¿cuál es, con más precisión, su contenido y su destino? Lo mejor es examinar los textos en los que aparece la palabra:
- 1)«Comienzo del Evangelio de Jesucristo, Hijo de Dios» (Mc 1,1).
- 2)«Después de haber sido apresado Juan, vino Jesús a Galilea predicando el Evangelio de Dios, y diciendo: El tiempo se ha cumplido y el Reino de Dios está al llegar; convertíos y creed en el Evangelio» (Mc 1,14-15).
- 3) «El que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mí y por el Evangelio la salvará» (Mc 8,35).
- 4) «No hay nadie que haya dejado casa, hermanos o hermanas, madre o padre, o hijos o campos por mí y por el Evangelio, que no reciba…» (Mc 10,29).
- 5) «Pero es necesario que antes sea predicado el Evangelio a todos los pueblos» (Mc 13,10).
- 6) «En verdad os digo: dondequiera que se predique el Evangelio, en todo el mundo, también lo que ella ha hecho se contará en memoria suya» (Mc 14,9).
- 7)«Id al mundo entero y predicad el Evangelio a toda criatura» (Mc 16,15).
Como indica el segundo texto citado (Mc 1,14-15), el Evangelio es, en primer lugar, la obra deCristo, lo que predica y lo que hace Jesucristo. Por eso, la causa del Evangelio, como indican eltercer y el cuarto texto (Mc 8,35; 10,29), es la misma causa de Jesús: dar la vida por elEvangelio es lo mismo que darla por Jesús. Y este Evangelio, que es la obra de Jesús, debe serpredicado en el mundo entero como indican el texto quinto y el séptimo (Mc 13,10; 16,15). Enlas palabras de Jesús al ser ungido por la mujer de Betania recogidas en el sexto texto (Mc14,9) se condensan todas estas ideas. Forma parte también del Evangelio reparar en quién esverdaderamente Jesús, reaccionar frente a Jesús.
Ahora se puede percibir mejor qué hace San Marcos. El evangelista con su escrito no hace sinocumplir el mandato de Jesucristo: predicar el Evangelio. Y lo hace con un relato vivo,apasionado, de modo que, al percibirse de manera tan despierta las acciones de Cristo y lasreacciones de los demás, el lector se encuentre implicado en el relato y reaccione.
Así se entienden en su dimensión cabal la mayor parte de los rasgos estilísticos que se hanapuntado antes: el presente histórico, la rapidez del relato c casi todo ocurre «enseguida»c lavaloración afectiva de los personajes, etc. Leemos a San Marcos, «como si hubiéramos estadoallí», porque el evangelista quiere ponernos delante el Evangelio, Jesús que obra en el mundo, yante Él tenemos que tomar postura.
Este rasgo está muy emparentado con otro que abordamos ahora, y que versa sobre eldescubrimiento del misterio de Jesús por parte de los hombres.
-
2.1.2. El misterio de Jesús y su descubrimiento por parte de los hombres
Hay una serie de lugares en el Evangelio de San Marcos que resultan sorprendentes a primeravista y quizás difíciles de interpretar. Sustancialmente son:
- 1. La continua prohibición de Jesús de revelar su identidad, o de hacer público un milagro. Selo prohibe a los demonios, a los hombres, a los discípulos, etc.
- 2. La idea de que las parábolas, y otros dichos del Señor, son un lenguaje oscuro, que necesitainterpretación. Por eso, muchas veces el Evangelio recoge una enseñanza privilegiada del Señor a sus discípulos, a solas.
- 3. Pero, a pesar de esta instrucción particular, los discípulos parece que no entienden a Jesús.Si la idea de divulgar la identidad de Jesús parece un estribillo del Evangelio, la ininteligencia de los discípulos parece el segundo dístico del estribillo.
Estos rasgos fueron interpretados por W. Wrede, un exegeta alemán de principios del siglo XX,como formando parte de lo que denominó «el secreto mesiánico». Según la teoría de Wrede,San Marcos no fue un mero cronista ingenuo de la vida de Cristo, como creían muchos hastaentonces, sino un escritor consumado. En realidad, según Wrede, Jesús no realizó nunca las obras mesiánicas que se le atribuyen en el Evangelio. Cuando murió, sus discípulos, y Marcoses un maestro en este arte de la intriga, enseñaron que Jesús realizó esas obras, pero, al mismotiempo que las realizó, prohibió su divulgación. De esta manera los Apóstoles justificaban supredicación de Jesús como Mesías al tiempo que daban una explicación de por qué las obras de Cristo no fueron conocidas en su tiempo.
-
La hipótesis es hoy en día rechazada con muchas razones, sustancialmente porque sí es posiblemostrar que Jesús se proclamó Mesías c y murió por elloc , que realizó milagros, etc. Sinembargo, aún así, permanecen los hechos desconcertantes que se han apuntado más arriba,especialmente, el mandato de silencio. Para examinarlos, hay que atender a dos aspectosdistintos: a la actitud de Jesús y a la manera con que se relata en el Evangelio de Marcos.
- a. La actitud de Jesús
- b. El uso de Marcos
-
La actitud de Jesús
El mandato de silencio por parte de Jesús c que muchas veces no esseguido por aquellos a quienes se les ordenac es común a todos los Evangelios, aunque en Juanestá expresado de otra forma. Los investigadores están de acuerdo en afirmar que con elmandato de silencio a los hombres Jesús quiso «redefinir» el concepto de mesianismo del queparticipaban las gentes de su tiempo, y expresarlo en los términos más parecidos a los del Siervodel Señor descrito en el libro de Isaías. Obviamente, esta conclusión, como otras muchas delEvangelio, se deriva de otros elementos presentes en los textos evangélicos c el uso de «Hijodel hombre», etc.c , pero el mandato de silencio se corresponde con ella.
-
El uso de Marcos
Hay que distinguir en San Marcos varios mandatos de silencio: a los demonios y a los hombres, y a los discípulos:
- 1. A los demonios, que le reconocen (Mc 1,24-25.34; 3,12), Jesús les pide silencio,probablemente, porque no quiere su testimonio.
- 2. A los hombres. Tras algunos milagros les pide silencio a los que se han beneficiado de él:un leproso (Mc 1,44), un muerto resucitado (Mc 5,43), un sordo (Mc 7,36) y un ciego (Mc8,26). Dos componentes hay que notar aquí. Primero, que después de este último pasaje SanPedro confiesa a Jesús como Mesías. Segundo, que estos cuatro milagros coincidenprácticamente con los signos mesiánicos con los que Jesús muestra a los discípulos delBautista que Él es el Mesías: «Id y anunciadle a Juan lo que estáis viendo y oyendo: losciegos ven y los cojos andan, los leprosos quedan limpios y los sordos oyen, los muertosresucitan y a los pobres se les anuncia el Evangelio» (Mt 11,2-5; cfr Lc 7,18-23). Es fácilconcluir que Pedro realiza el mismo razonamiento que el Bautista y tras esos signos confiesa a Jesús como Mesías.
- 3. Ahora bien, Jesús reconoce el título de Mesías que le da Pedro, pero enseguida ordena a susdiscípulos que no lo divulguen (Mc 8,30). Poco después, tras la Transfiguración, repite unaprohibición similar c referida a su filiación divina (Mc 9,9)c a los que fueron testigos del milagro. En definitiva, Jesús es el Cristo y el Hijo de Dios, y Pedro lo sabe.
Por todo ello la conclusión es relativamente fácil. En su exposición de la obra de Jesús, SanMarcos señala cómo son las acciones y las palabras de Cristo las que conducen a quienes lo vena confesar que Él es el Mesías. Pero Jesús no quiere que los hombres saquen conclusionesprecipitadas. Su misión como Mesías no debe entenderse de manera independiente al misteriode la cruz. A la luz de la cruz se entiende también la confesión completa: Jesús, como afirma elcenturión que le ve morir, no sólo es el Cristo, sino que es también el Hijo de Dios. Éste es el misterio de Jesús que conocemos los hombres.
Lo más significativo del Evangelio de San Marcos es que narra las cosas desde el punto de vistade los discípulos, con muchas apreciaciones personales. De esta manera señala cómo los hombres guiados por Jesús recorren ese camino: ven las obras de Jesús y le confiesan como loque es. Lo recorrieron los discípulos y lo puede recorrer quien lea ahora el Evangelio.
-
Ser Mesías e Hijo de Dios, pero sufriente, es sólo una dimensión del misterio de Jesús. Por eso,el examen del mandato de silencio se debe completar con el estudio de los otros fenómenosapuntados antes, especialmente con la ininteligencia de las doctrinas o las obras del Señor. Lasfaltas de inteligencia de los discípulos, o sus incomprensiones, se fundamentan en el mismomotivo: el misterio del ser de Jesús hay que entenderlo entero, no se pueden sacar conclusiones apresuradas.
En este contexto hay que situar las frases de Mc 4,10-12, que muchas veces han sido un lugar de interpretación difícil:
«Y cuando se quedó solo, los que le acompañaban junto con los doce le preguntaron por el significado de las parábolas. Y les decía: A vosotros se os ha concedido el misterio del Reino de Dios; en cambio, a los que están fuera todo se les anuncia con parábolas, de modo que los que miran miren y no vean, y los que oyen oigan pero no entiendan, no sea que se conviertan y se les perdone»
Estas palabras de Isaías (6,9-10) que pronuncia aquí el Señor, aparecen en seis lugares delNuevo Testamento y, en el contexto de la primera evangelización, explican por qué muchosjudíos contemporáneos de Cristo no le reconocieron como el Mesías que tenía que venir. En elcontexto del Evangelio de San Marcos, ejemplifican el misterio del reino de Dios que Cristo daa conocer. El misterio de Cristo se entiende desde dentro, desde fuera puede parecer unaenseñanza enigmática. Esto no quiere decir que la enseñanza de Cristo sea esotérica, pues ladoctrina de Cristo tiene que expandirse por el mundo entero. Puesto que el destino de laenseñanza de Cristo es universal, está llamada a ser comprendida. Y para ello, les explica estaenseñanza a sus discípulos. Pero, en el fondo, para entender a Cristo hay que hacerlo, «desde dentro», queriendo comprenderle.
Este destino universal del Evangelio es también un tema importante del segundo Evangelio enel que están mezclados los rasgos literarios con la enseñanza contenida en él.
-
2.1.3. La universalidad de la misión del Señor
Todos los Evangelios tratan de explicar de una u otra manera que aunque la misión terrena deJesucristo se desarrolló entre judíos su horizonte era ya universal. El Evangelio de San Juan (Jn12,20-36) lo muestra en el episodio en el que unos «griegos» quieren conocer a Jesús y el Señorenseña entonces que antes es necesaria la glorificación del Hijo del Hombre. Cada uno de losotros Evangelios lo subraya de una manera propia.
San Marcos, además de los tres textos anotados más arriba en los que Jesús declara que elEvangelio debe ser predicado en todo el mundo, a todas las gentes, señala esta universalidad dela misión a través de los gestos de Jesús y las sugerencias que el evangelista extrae de ellos.
Rasgo muy significativo de San Marcos es el uso continuo de la palabra Galilea en la narración.Galilea es la región que cruza continuamente Jesús, el lago de Genesaret es denominado muchasveces el mar de Galilea, de Galilea va el Señor a las regiones vecinas, etc. Galilea es antes quenada el lugar donde Jesús comenzó y realizó la mayor parte de su ministerio público, y tambiénes el lugar para el que se anuncia el nuevo comienzo tras la resurrección (Mc 14,28; 16,7). Pero,desde el punto de vista social, Galilea es sobre todo una encrucijada de gentes y culturas; podríadecirse que es la Roma de Palestina. Con su misión en esa región, Jesús señala, y San Marcos losubraya, que aunque realizó su ministerio terreno sólo en Israel, tiene como destinatarios a todos los hombres.
-
Pero a Jesús, que obra en Galilea, se le acerca gente de todas las regiones vecinas. Apenas comenzado el tercer capítulo, se dice:
«Jesús se alejó con sus discípulos hacia el mar. Y le siguió una gran muchedumbre de Galilea y de Judea; también de Jerusalén, de Idumea, de más allá del Jordán y de los alrededores de Tiro y de Sidón» (Mc 3,7-8).
Parece como si se hubieran abolido las fronteras para encontrar a Jesús. Pero no sólo eso,también Jesús vive su misión cruzando la tierra de Palestina, de un lugar a otro. Precisamente,porque Galilea está en la encrucijada con las tierras de paganos, Jesús actúa también en esastierras. El episodio del endemoniado de Gerasa (Mc 5,1-20) es muy significativo. Que es tierrade paganos lo demuestra la piara de cerdos allí presente. Pero al hombre que ha sido curadoJesús no le deja que le siga, sino que le envía con los suyos, para que les anuncie (se emplea elmismo verbo que al final del Evangelio en la misión apostólica de Jesús a los discípulos) que la misericordia de Dios les alcanza también a ellos. Y el curado lo proclama en toda la Decápolis.
-
Sin embargo, el lugar más significativo se encuentra en la agrupación de pasajes situados entrelas dos multiplicaciones de los panes, y que, por eso, se suele denominar «la sección de lospanes» (Mc 6,30-8,10). Toda la sección merecería un análisis detallado para mostrar con losgestos de Jesús la universalidad de su misión. Nos limitaremos a los contenidos principales. Enla primera multiplicación de los panes, Jesús se muestra como el Mesías rey que en el desiertoconvoca al pueblo, le alimenta con la palabra de su enseñanza y le ofrece el banquete mesiánico.Es claramente una figura de la Iglesia, nuevo pueblo de Dios, a quien su Señor le ofrece elalimento corporal y el espiritual de la enseñanza. En la segunda multiplicación de los panes, encambio, se dice que la gente venía de «lejos» c nota frecuente en el Nuevo Testamento paradesignar a los gentiles (Hch 2,39; 22,21; Ef 2,13.17)c , que Jesús se sirvió de «siete» panes ysobraron «siete» espuertas frente a los «doce» cestos de la multiplicación anterior (cfr 6,43), etc.Pero entre las dos multiplicaciones está el viaje de Jesús a las tierras paganas de Tiro y Sidón, yen ellas el diálogo del Señor con la mujer sirofenicia. Vale la pena recordar el pasaje:
«Se fue de allí y se marchó hacia la región de Tiro y de Sidón. Y habiendo entrado en una casa deseaba que nadie lo supiera, pero no pudo permanecer inadvertido. Es más, en cuanto oyó hablar de él una mujer cuya hija tenía un espíritu impuro, entró y se postró a sus pies. La mujer era griega, sirofenicia de origen . Y le rogaba que expulsara de su hija al demonio. Y le dijo: Deja que primero se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echárselo a los perrillos. Ella respondió diciendo: Es verdad, Señor, pero también los perrillos comen debajo de la mesa las migajas de los hijos. Y le dijo: Por esto que has dicho, vete, el demonio ha salido de tu hija» (7,24-30).
De manera simbólica el episodio muestra que la misión de Jesús se dirige primero a Israel, a loshijos, y después a todos los hombres. Éste es el sentido de los pasajes enmarcados entre las dosmultiplicaciones de los panes: la salvación, dirigida en primer lugar a Israel, tiene como destinatarios a todos los pueblos.
Se podrían adjuntar más explicaciones, tanto de esta sección como del resto del relato, pero meparece que en estos temas c la presentación de Jesús como Evangelio, su descubrimiento porparte de los hombres y su destino universalc están condensados los rasgos de estilo más importantes de Marcos.
-
3. ESTRUCTURA
Cuando se aborda la estructura de un Evangelio, su diseño, se esbozan unos rasgos que permitansituar cada pasaje, en este caso cada episodio, en el conjunto de la obra. Para describirla no nosservimos de la división en capítulos y versículos, que representan unidades demasiadoelementales, sino que se buscan algunos trazos que el autor ha dejado en el texto para guiar allector. La estructura de San Marcos podría ser más o menos ésta:
- PRIMERA PARTE: MINISTERIO DE JESUS EN GALILEA (Mc 1,14-8,30
- SEGUNDA PARTE: MINISTERIO CAMINO DE JERUSALÉN Y EN JERUSALÉN (Mc 8,31-16,20
-
PRIMERA PARTE: MINISTERIO DE JESUS EN GALILEA (Mc 1,14-8,30).
Jesús se dirige a todo elpueblo, y manifiesta con obras y palabras su condición. Las gentes se preguntan sobre la condición de Jesús («¿Quién es éste?»: cfr Mc 1,27; 2,7.12; 3,32; 4,41; 6,2.14-16.40; 8,27-28),sin descubrirlo, hasta que Pedro le confiesa como Mesías (Mc 8,29).
-
SEGUNDA PARTE: MINISTERIO CAMINO DE JERUSALÉN Y EN JERUSALÉN (Mc 8,31-16,20).
Jesússe dirige principalmente a sus discípulos con enseñanzas sobre su condición de Siervo del Señorque da la vida por los hombres. Tras el cumplimento de esas enseñanzas, el relato concluye conla confesión del centurión como Hijo de Dios (Mc 15,39) y con la resurrección de Jesús.
También se puede esbozar una estructura semejantes desde el punto de vista de la tramanarrativa. Sería más o menos así: El primer versículo condensa el Evangelio. Allí Marcos afirmaquién es Jesús: es el Mesías y el Hijo de Dios. Pero esta realidad tiene dos dimensiones: lamanifestación de Jesús como tal y el descubrimiento de esa realidad por parte de los hombres.Desde esta perspectiva, el Evangelio tiene dos partes claramente diferenciadas por la confesiónde Pedro en Cesarea de Filipo (Mc 8,29). Hasta entonces, Jesús con sus palabras c dirigidas alpueblo, muchas veces a las muchedumbresc , y con sus obras, manifiesta su condición, pero nilos discípulos ni las gentes aciertan a descubrir su identidad (cfr Mc 1,27; 2,7.12; 3,32; 4,41;6,2.14-16, etc.). En Cesarea de Filipo, Pedro le confiesa como Mesías, e, inmediatamentedespués, Jesús comienza a impartir una enseñanza particular c dirigida sobre todo a losdiscípuloscen la que les instruye en qué sentido deben entenderle como Mesías: no comoliberador político, sino como Hijo del hombre que debe sufrir las afrentas del Siervo del Señor,hasta morir, y después resucitar. Casi al final del Evangelio, al pie de la cruz, un gentil, elcenturión romano, proclama que Jesús es Hijo de Dios. Se cumple así el reconocimiento porparte de los hombres de los dos títulos que el evangelista había anunciado al comienzo de su escrito.
Hay otros aspectos en el relato que subrayan la relación entre la verdad sobre Jesús y lo quedescubren las personas. Por ejemplo, en el curso de la narración se deja notar que, después deuna confesión de los hombres, hay una manifestación desde el cielo que la confirma y laperfecciona: así a la declaración de Juan Bautista le sigue la voz que viene desde el cielo en elBautismo de Jesús, a la confesión de Pedro le sigue la voz de la Transfiguración, y a laspalabras del centurión al pie de la cruz le siguen las del joven que anuncia la resurrección (cfrMc 1,7 con Mc 1,11; Mc 8,29 con Mc 9,7; Mc 15,39 con Mc 16,5-6).
En resumen, también en la estructura del Evangelio puede descubrirse la actitud descrita hastaahora. Las obras de Jesús están ahí, expuestas en un orden que invita a preguntarse quién es Él,y a responder con una fe completa: es el Cristo, el Hijo de Dios.
-
4. CONTENIDOS PRINCIPALES
Leídos con atención, en cada uno de los Evangelios puede verse reflejado explícita oimplícitamente todo el mensaje cristiano. Es evidente que en San Marcos encontramos base parala doctrina sobre los sacramentos, sobre la gracia, sobre la piedad, las normas de conducta, etc.Al hablar de los contenidos principales, nos referimos sobre todo a aquellos rasgos que destacanpor su reiteración a lo largo del relato o porque han quedado reflejados con más matices que enotros Evangelios. Pienso que en San Marcos estos rasgos se configuran en torno a dos motivos:
-
4.1. JESUCRISTO
Jesucristo se describe en el Evangelio en su condición divina y humana. Jesús, ya se ha dicho,es el Hijo de Dios como varias veces se afirma en el relato: sobre todo, lo afirma la voz delPadre (Mc 1,11; 9,7), pero también lo afirma Jesús mismo ante Caifás (Mc 14,62) y eso le valela condena a muerte. Es también el Mesías, pero, es un Mesías Hijo de Dios que manifiesta su condición a través de su misión de Siervo del Señor que entrega su vida en la cruz comocumplimiento de las Escrituras. Como tal, como Mesías e Hijo de Dios, Jesús tiene poder,potestad (exousía). Esta palabra, junto con la palabra Evangelio, es la segunda parte delestribillo del relato de San Marcos. Jesús tiene poder y lo manifiesta: tiene poder sobre losdemonios, tiene poder sobre el sábado, tiene poder para perdonar los pecados, tiene poder para resucitar a los muertos, etc.
Pero quizás es más característico de San Marcos señalar la verdadera humanidad de Jesús.Contra cualquier forma de docetismo, San Marcos muestra que el Señor es verdadero hombre.Jesús que se duerme en el cabezal de la barca (Mc 4,36), que se entristece con la falta de fe desus paisanos de Nazaret (Mc 6,6), que se estremece (Mc 7,38; 8,12), que se compadece (Mc1,41) que se enfada con sus discípulos (Mc 10,3), que en la oración en el huerto se aflige y siente angustia (Mc 14,36), etc.
En este aspecto, es instructivo fijarse, por ejemplo, en cómo Marcos registra un verdadero elenco de las miradas del Señor.
- «Entonces, mirando con ira a los que estaban a su alrededor, entristecido por la ceguera de suscorazones, le dice al hombre» (Mc 3,5).
- «Y mirando a los que estaban sentados a su alrededor» (Mc 3,34).
- «Y miraba a su alrededor para ver a la que había hecho esto»(Mc 5,32).
- «Pero él se volvió y, mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro y le dijo»(Mc 8,33).
- «Jesús fijó en él su mirada y quedó prendado de él» (Mc 10,21).
- «Mirando a su alrededor, les dijo a sus discípulos» (Mc 10,23).
- «Con la mirada fija en ellos, les dijo: Para los hombres es imposible, pero para Dios no» (Mc10,27).
- «Sentado Jesús frente al gazofilacio, miraba cómo la gente echaba en él monedas de cobre, ybastantes ricos echaban mucho» (Mc 13,41).
San Marcos ha recogido la mirada dura y triste al mismo tiempo con la que percibe la estrechezde corazón de los escribas, la mirada que se pasea por los circundantes, la mirada afectuosahacia el joven rico, la mirada fija y pausada hacia el gazofilacio del Templo, etc. Algo de estohan percibido las almas delicadas cuando se han imaginado más de una vez cómo sería la mirada del Señor.
- Para acabar este apartado, no me resisto a convocar el episodio de Jesús con los niños recogidoen el capítulo 10:
- «Le presentaban unos niños para que los tomara en sus brazos; pero los discípulos les reñían.Al verlo Jesús se enfadó y les dijo: Dejad que los niños vengan conmigo, y no se lo impidáis,porque de los que son como ellos es el Reino de Dios. En verdad os digo: quien no reciba elReino de Dios como un niño no entrará en él. Y abrazándolos, los bendecía imponiéndoles las manos» (Mc 10,13-16).
- Como los otros evangelistas, Marcos recuerda la doctrina de Jesús sobre la infancia espiritualpara acoger el Reino de Dios. Pero aquí el episodio tiene la espontaneidad y viveza de Marcoscuando refleja la verdadera humanidad del Señor. Al evangelista parece que le faltan palabraspara describir el aprecio del Señor a esos niños. De ahí que recoja también el enfado de Jesús hacia los discípulos que no le han comprendido.
- Y con esto se introduce otro tema muy recurrente en el segundo Evangelio: quiénes son losdiscípulos de Jesús y qué comporta ser discípulo.
-
4.2. LOS DISCIPULOS
Forma parte del Evangelio registrar las actitudes ante Jesús: de las gentes, de las autoridades, delas mujeres, de los discípulos, etc. Hay un pasaje de San Marcos que es casi como el compendiode su Evangelio. Es el de la condena a Jesús y las negaciones de Pedro. Como es largo, copiosólo algunos párrafos:
«Condujeron a Jesús al Sumo Sacerdote; y se reunieron todos los príncipes de los sacerdotes,los ancianos y los escribas. Pedro le siguió desde lejos hasta el interior del palacio del SumoSacerdote y se sentó con los sirvientes para calentarse junto a la lumbre.
»Los príncipes de los sacerdotes y todo el Sanedrín buscaban contra Jesús un testimonio paradarle muerte, y no lo encontraban. (...) Pero él permanecía en silencio y nada respondió. Denuevo el Sumo Sacerdote le preguntaba y le decía: ¿Eres tú el Mesías, el Hijo del Bendito? Yosoy –respondió Jesús–, y veréis al Hijo del Hombre sentado a la diestra del Poder y venirsobre las nubes del cielo. El Sumo Sacerdote, rasgándose las vestiduras, dijo: ¿Qué necesidadtenemos ya de testigos? Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué os parece? Todos ellos sentenciaron que era reo de muerte.
»Cuando Pedro se encontraba abajo en el atrio, llegó una de las criadas del Sumo Sacerdote y,al ver a Pedro que se estaba calentando, le miró y le dijo: Tú también estabas con Jesús, eseNazareno. Pero él lo negó: Ni lo conozco, ni sé de qué me hablas. (...) Y al momento cantó ungallo por segunda vez. Entonces Pedro se acordó de las palabras que le había dicho Jesús:—Antes de que cante el gallo dos veces, me habrás negado tres“. Y rompió a llorar» (Mc 14, 53-72).
El evangelista en los dos primeros versículos presenta a Jesús y a Pedro. A la imaginación dellector se le ofrece como un escenario con dos aciones distintas para que las examine encontraste: Jesús es acusado con falsedades, confiesa la verdad y por ello es condenado a muertepor el Sumo Sacerdote y escarnecido por los criados; a Pedro se le imputa un hecho verdadero,pero niega a Jesús con una mentira y sale indemne del juicio de la criada. Sin embargo, al final,llora. Se hace pues evidente que la grandeza de Pedro no le viene de su fortaleza sino de su contrición.
-
El pasaje muestra perfectamente la actitud de saña de las autoridades frente a Jesús, pero ilustratambién las relaciones del Señor con sus discípulos. Para no hacer el tema excesivamentepremioso, bastará con recordar las características principales:
- 1. En Marcos, Jesús está siempre con sus discípulos.
- 2. Pero, al mismo tiempo, los discípulos participan de la falta de comprensión de Jesús que se refleja en muchos personajes del Evangelio.
-
En Marcos, Jesús está siempre con sus discípulos
El primer acto de la vida pública del Señor,es llamar a sus discípulos para que le sigan. Después, llama a Mateo y, enseguida, en el capítulotercero, está ya constituido el grupo de los doce. De ellos, dice Marcos:
«Llamó a los que él quiso, y fueron donde él estaba. Y constituyó a doce, para que estuvierancon él y para enviarlos a predicar con potestad de expulsar demonios» (Mc 3,13-15).
Lo que en estos versículos se afirma de manera declarativa, en el Evangelio se desarrolla pasopor paso. Aquí se dice de los doce, pero a lo largo del segundo Evangelio se usa esta expresióncasi de manera sinónima a la de «discípulos». Desde que son llamados por el Señor, siempre están con Él, de hecho nunca se ve al Señor en su ministerio solo. Los discípulos sondenominados mathêtês, es decir, alumnos, porque aprenden de Él, y se dice tambiéncontinuamente que siguen (akolouthousin) a Jesús. Y seguir se entiende en el doble sentido:físico, porque le siguen a todas partes, y espiritual, porque siguen su régimen de vida. Pero elSeñor los ha elegido para ser enviados, es decir, para ser Apóstoles. Por eso les comunica supotestad. En definitiva, lo que subraya aquí el Evangelio es la continuidad de la misión de losApóstoles en relación con la misión de Jesús. Así se explica que sean receptores privilegiadosde la enseñanza de Jesús (Mc 4,10-34; 7,1-23; 8,27-10,45; 13,1-37), testigos únicos de sus actosde poder (Mc 4,35-41; 5,37-43), de la Transfiguración (Mc 9,2-13), que le acompañen en laultima cena, que le ayuden en las multiplicaciones de los panes, etc.
-
Pero, al mismo tiempo, los discípulos participan de la falta de comprensión de Jesús que serefleja en muchos personajes del Evangelio.
La incomprensión afecta a la enseñanza y tambiéna algunas acciones de Jesús. Evocar todos los episodios sería larguísimo. Prácticamente no hayuna página del Evangelio en la que no aparezca. Pero no es sólo la incomprensión, sino quetambién le abandonan, le niegan, y, a Judas, el que le entregó, se le denomina más de una vez«uno de los doce» (Mc 14,10.20.43).
Algunos autores señalan que esta doble dimensión de los discípulos está subrayada en Marcos,porque su Evangelio, escrito en Roma tras la persecución de Nerón, quiere alentar a loscristianos débiles que han caído c y que no han comprendido que seguir a Cristo es tropezarsecon la cruzc a recomenzar una vez más y a no callar ante las dificultades, como callaron lasmujeres, asustadas, tras el anuncio del ángel de Jesús resucitado. En todo caso, lo que señalapara todos es que, incluso en las debilidades, el Señor resucitado nos ha llamado a nosotros, sus discípulos, a continuar su misión.
Quizás se podrían haber tratado otros motivos, o se podrían haber desarrollado más los que sehan tratado. Pienso que los elegidos son muy importantes en Marcos. Y no dejan de hacerpresente el consejo de San Josemaría, Fundador y primer Gran Canciller de la Universidad deNavarra, de leer el Evangelio estando presentes en las escenas «como un personaje más».
-
8. EVANGELIO SEGUN SAN LUCAS
*************
-
1. AUTOR, LUGAR Y FECHA DE COMPOSICION
**************
-
1.1. AUTOR
El tercer Evangelio, como los otros, no recoge en el texto el nombre de su autor. Sin embargo,la Tradición desde el inicio lo atribuyó a Lucas, compañero de San Pablo. Un testimonio textualmuy antiguo, como es el papiro Bodmer XIV (P ), datado entre los años 175-225, trae comotítulo Euangelion kata Loukan, indicando con esto al autor literario. En el siglo II son muyabundantes los testimonios patrísticos al respecto: San Ireneo en su Adversus haereses 3,1, elPrólogo griego antimarcionita, Tertuliano, Orígenes, etc. Valga como ejemplo éste delfragmento de Muratori, un documento cristiano datado entre los años 170-180, que dice:
«El tercer libro del Evangelio es según Lucas. Este Lucas era médico. Pablo lo tomó como segundo a causa de sus conocimientos de derecho, y escribió con su asentimiento lo que juzgó bueno. Sin embargo, no vio al Señor en carne mortal. En consecuencia, según lo que se había podido informar, comenzó a hablar desde el nacimiento de Juan».
San Jerónimo, en torno al año 400, recoge estas opiniones y las expresa así en De viris illustribus:
«Lucas, médico antioqueno, conocedor de la lengua griega, como demuestran sus escritos, seguidor del Apóstol Pablo y compañero de sus viajes, escribió un Evangelio».
Pero, ¿quién es este Lucas, discípulo de Pablo? Si acudimos al Nuevo Testamento, veremos queeste nombre aparece en tres ocasiones: Col 4,14; Flm 24; 2 Tm 4,11. En estos casos, Lucas esuno de los colaboradores de San Pablo. El texto de Colosenses nos dice además que era médicoy que se contaba entre los discípulos que no venían de la circuncisión, es decir, que era de origen gentil.
Con todos estos datos aportados por la Tradición coinciden muchos indicios que podemos sacardel mismo Evangelio y del libro de los Hechos: el autor no fue testigo ocular del ministerio deJesús (Lc 1,2), no es de origen palestino, es una persona culta, como se ve sobre todo por textoscomo el prólogo del Evangelio (aunque respetuosa con la sencillez de las fuentes más antiguas alas que recurre), su lenguaje y su doctrina son afines a los del corpus paulinum, conoce bien la comunidad cristiana de Antioquía.
De estas características, quizás la más visible para el lector sea su desconocimiento de Palestina.Así, no es preciso en lo referente a la geografía de Palestina, a la que confunde muchas vecescon Judea, no conoce que los muertos en Palestina no se enterraban con ataúd (como se muestraen el pasaje de la resurrección de la viuda de Naim: Lc 7,14), no sabe que es únicamente en lahiguera, y no en los demás árboles, donde se lee el comienzo de la primavera (Lc 21,29), etc.
En resumen, el autor del tercer Evangelio sería un cristiano de la segunda generación, de origenpagano, probablemente de Antioquía de Siria, culto, que tiene un interés muy especial por la historia, y que fue discípulo y compañero de San Pablo.
-
1.2. LUGAR
Según la Tradición cristiana el Evangelio de Lucas fue escrito después de los de Mateo yMarcos, hecho que en cierta manera se ve corroborado por las palabras del prólogo («Ya que muchos han intentado poner el orden la narración de las cosas que se han cumplido entrenosotros»), seguramente en Corinto (Acaya, Grecia), uno de los primeros centros de expansión cristiana.
El Evangelio está dirigido a un cristiano, de nombre Teófilo. No sabemos si éste es un nombregenérico –etimológicamente significaría «el amado por Dios» –, o se refiere a un personajeconcreto. Que Lucas le llame «distinguido Teófilo», el mismo título que usa San Pablo paradirigirse a Festo (Hch 26,25), lleva a pensar en un personaje ilustre. Además, dice Séneca (Detranquilitate animae 9,4) que, en aquel tiempo, los hombres distinguidos se señalaban por tener en sus casas baños y bibliotecas privadas.
En todo caso, fuera de estos detalles que pueden ser más o menos anecdóticos, parece claro queLucas, como los demás evangelistas, piensa en un destinatario más general: los cristianos quequieren conocer con certeza el fundamento de las cosas que se les han enseñado. Y es claro queestos destinatarios son cristianos de ambiente helenista que no conocen Palestina. Esto se denotaen algunos detalles significativos de su relato, sobre todo si lo comparamos con los otros sinópticos. Por ejemplo:
San Lucas traspone del ambiente cultural palestino al helenístico algunas expresiones. Porejemplo, a propósito del paralítico descolgado en Cafarnaún. En Marcos, para hacerlo, loshombres «levantaron la techumbre» (Mc 2,4) de paja y barro, sin más. Lucas, en cambio, tienepresente una casa griega y dice que el paralítico fue descolgado desde el terrado, «por entre lastejas» (Lc 5,17). Cosas semejantes se podrían decir a propósito de otros lugares (cfr Lc 6,46-49).
-
1.3. FECHA DE COMPOSICION
Para determinar la fecha de redacción del escrito, hay que acudir al libro de los Hechos, escritopor el mismo autor (cfr Hch 1,1-2). Este libro finaliza su relato en el momento en que San Pabloestá preso en Roma, en su primera cautividad, a principios de los años 60. Ya que San Pablo fueliberado posteriormente y Lucas no nos dice nada de esta liberación, el libro debió de escribirsemientras estaba San Pablo preso, es decir, hacia el año 63 como muy tarde. Sin embargo, no esnecesario unir el final de Hechos de los Apóstoles a la fecha de su composición. Que Hechos delos Apóstoles acabe donde acaba tiene su sentido desde un punto de vista teológico, ya que enese momento se han cumplido las palabras del Señor que abren el libro: «seréis mis testigoshasta los confines de la tierra» . Si se acepta esta hipótesis, la fecha sería acorde con el propósitodel libro: a alguien (Teófilo) que no tiene acceso a lo que enseñaron quienes fueron «testigosoculares y ministros de la palabra», es decir, los Apóstoles y los varones apostólicos, Lucas, quesí los ha conocido, se lo escribe con orden y exactitud. Eso nos situaría en la segunda generación cristiana, hacia los años 70-80.
-
2. CARACTERISTICAS LITERARIAS Y TEOLOGICAS
************
-
2.1. ESTILO LITERARIO
Cuando se comienza a leer el tercer Evangelio, el lector no puede menos que quedar deslumbrado por el prólogo:
«Ya que muchos han intentado poner en orden la narración de las cosas que se han cumplido entre nosotros, conforme nos las transmitieron quienes desde el principio fueron testigos oculares y ministros de la palabra, me pareció también a mí, después de haberme informado con exactitud de todo desde los comienzos, escribírtelo de forma ordenada, distinguido Teófilo, para que conozcas la indudable certeza de las enseñanzas que has recibido» (Lc 1,1-4).
La traducción castellana refleja bastante bien el original griego. Periodo sintáctico largo,vocabulario culto, uso preciso de las palabras, etc. Es claro que su autor tiene el griego comolengua materna, y que ha sido un buen lector. Como dice San Jerónimo (Epístola 19), Lucas es«graeci sermonis eruditissimus».
Sin embargo, aunque el estilo de estas frases nos muestra quién es Lucas, lo más importante esel propósito que desvela en esas líneas: siguen el modelo griego de un prólogo, indicando,brevemente, argumento, fuentes, método y fin del escrito. El argumento son las «cosas que sehan cumplido entre nosotros», o sea, todo lo referente a Jesús y al origen y la expansión de laprimera Iglesia (hay que tener en cuenta que Lucas se completa con Hechos); las fuentes sontestigos oculares y ministros de la palabra, es decir, una Tradición bien fundada, y otros librosya escritos (presumiblemente Mateo y Marcos); su método es histórico y literario, ya que seinforma detalladamente de los hechos, pero los expone a su manera; su fin es hacer conocer laindudable certeza de los hechos y enseñanzas que fundamentan la fe de los cristianos.
En el prólogo quedan también de relieve muchos datos implícitos que ayudan a comprendermejor la composición del Evangelio. Lucas hace una «narración», palabra que incluye su escritodentro del género histórico. El autor del tercer Evangelio es, en efecto, un historiador, y esto seve corroborado también por sus referencias a la historia profana y a los datos cronológicos (Lc1,5; 2,1; 3,1-2.23). Lucas escribe con orden (Lc 1,3) ya que juzga que antes otros lo han hechosin él. Además, habla de cosas que se han cumplido, que han sucedido realmente, de las que hahabido unos «testigos», y que se han transmitido. Por tanto, Lucas refleja la fe de la Tradiciónanterior, que está basada en unos hechos reales. En Lucas hay una sensibilidad muy grande porla fidelidad a las fuentes. Del mismo modo, Lucas ha viajado y conocido personalmente personas y lugares, de manera que ha podido dar más exactitud a su escrito.
En San Lucas se da una relación muy estrecha entre el orden del relato y la perspectiva quequiere dar al mensaje. Lucas es historiador y teólogo: cuando narra, selecciona datos y loscompone según un mensaje que quiere transmitir. Por eso, también en los detalles de estilo sepueden percibir algunas características de su mensaje. Nos fijaremos en dos que tienen que vercon la fidelidad a las fuentes y con el discípulo de Cristo.
-
2.1.1. Fidelidad a las fuentes
El Evangelio de Lucas se distingue por un griego especialmente cuidado respecto al de losdemás Evangelios: tiene mayor perfección gramatical, procura traducir los términos hebreos,arameos y latinos al griego, transcribe con mayor corrección los modismos vulgares. Sinembargo, cuando se transcriben palabras de Jesús, conserva también semitismos, incluso en lasintaxis, lo que en el fondo indica fidelidad a las fuentes. De esa manera, el lector encuentra ensu texto una fuente segura de su fe.
-
2.1.2. El discípulo de Cristo
Por otra parte, en el texto de San Lucas se ve muchas veces el hombre griego culto, preocupadopor la doxa, la buena opinión, o por el decoro de lo que narra. Así por ejemplo, si locomparamos con los otros sinópticos, no nos dice nada del vestido y la comida de Juan Bautista:«Juan llevaba un vestido de pelo de camello con un ceñidor de cuero a la cintura y comíalangostas y miel silvestre» (Mt 3,4; Mc 1,6). También, la descripción del endemoniado de Gerasa que en Marcos viene relatada así: «Apenas salir de la barca, vino a su encuentro desdelos sepulcros un hombre poseído por un espíritu impuro, que vivía en los sepulcros y nadiepodía tenerlo sujeto ni siquiera con cadenas; porque había estado muchas veces atado congrilletes y cadenas, y había roto las cadenas y deshecho los grilletes, y nadie podía dominarlo. Yse pasaba las noches enteras y los días por los sepulcros y por los montes, gritando e hiriéndosecon piedras» (Mc 5,2-5), en Lucas queda reducida a: «desde hacía mucho tiempo no llevabaropa, ni habitaba en casas sino en los sepulcros (...) y aunque le sujetaban con cadenas y leponían grillos para custodiarle, rotas las ataduras, era impulsado por el demonio al desierto» (Lc8,26.29). Se ve con claridad que San Lucas silencia detalles demasiado crudos o que pueden ser molestos para algunas personas, etc.
Este decoro para escribir se corresponde con un aprecio a la opinión. San Lucas recuerdaparábolas como la de aquel invitado a un banquete que eligió el mejor puesto y que avergonzadotuvo que pasar al último lugar (Lc 14,7-11); en cambio, el que eligió el peor lugar y después fueascendido quedó «muy honrado ante todos» (Lc 14,10). De manera semejante, recuerda laspalabras de Jesús afirmando la necesidad de dejarlo todo para seguirle, no vaya a ser que leocurra lo que a aquel que empezó a construir una torre y no terminó. Hay que estar atentos aperseverar, no sea caso que al «no poder acabar, todos los que lo vean empiecen a burlarse deél» (Lc 14,29).
Sin embargo, paradójicamente, recoge esta frase en la última Bienaventuranza: «Ay cuando loshombres hablen bien de vosotros» (Lc 6,26). Además, San Lucas es de entre los evangelistas elque más afrentas cuenta que le hicieron a Cristo: es el único que narra el ir y venir de Cristoatado entre Pilato y Herodes, o el que describe a lo vivo las afrentas al Señor. El tercer anunciode la Pasión dice así: «será entregado a los gentiles y se burlarán de él, será insultado yescupido, y, después de azotarlo, lo matarán» (Lc 18,32-33), donde sólo Lucas habla de los insultos.
Ante estos matices, la conclusión es casi una paradoja elocuente. Lucas es amante del orden, delespíritu abierto, de la claridad, pero sabe también que su modelo es Cristo. Recuerda queJesucristo sufrió los insultos, los salivazos y todo tipo de afrentas, y, por tanto, ése será el camino del cristiano que quiera seguir a su Maestro.
Esta enseñanza de Lucas se encuentra también en otros detalles, que se tratarán más adelante.Vamos ahora a fijarnos en otros aspectos, formales y conceptuales a la vez.
-
2.2. CARACTERISTICAS TEOLOGICAS
**************
-
2.2.1. La Historia y la Historia de la Salvación
La historia que escribe Lucas tiene un fin muy particular: enseñar la Historia de la Salvación,contemplada desde la Encarnación de Cristo hasta la difusión del Evangelio entre los gentiles.Tanto en Lucas como en los Hechos de los Apóstoles se nos narra la realización de la acciónsalvífica de Dios en la historia. Que el tema de la salvación es fundamental en Lucas se ve por lacantidad de veces que utiliza la palabra (cfr Lc 1,47.69.71.77; Lc 2,11.30; 3,6; 19,9). Estasalvación, en la perspectiva lucana, no se encuentra sólo en la muerte y resurrección de Cristo,sino también en los acontecimientos posteriores: en la Ascensión de Cristo a los cielos y en laevangelización (cfr Hch 13,47; 28,28). En efecto, en Hechos se ve como esa salvación secompleta con la venida del Espíritu Santo, cuyo impulso hace que se difunda el Evangelio por el mundo.
-
2.2.2. El lugar de la Ciudad Santa
En Lucas el lugar de Jerusalén adquiere un papel central: la infancia de Jesús empieza y acabaen el Templo de Jerusalén; las tentaciones en el desierto acaban en Jerusalén; Jesús, ya desde elinicio de su vida pública, empieza a caminar hacia Jerusalén, donde culminarán losacontecimientos salvadores (Lc 9,51-53: «Cuando se cumplió el tiempo en que él había de serrecibido arriba, afirmó su rostro para ir a Jerusalén. Y envió mensajeros delante de él, los cualesfueron y entraron en una aldea de los samaritanos para hacerle preparativos. Pero no lorecibieron, porque su intención era ir a Jerusalén»); las apariciones de Jesús resucitado que sedescriben no son las de Galilea, sino las de Jerusalén; el Evangelio se cierra con una escenasituada en el Templo de Jerusalén (Lc 24,53: «Y estaban continuamente en el Templo bendiciendo a Dios»).
Jerusalén es el lugar donde se culmina la salvación no sólo porque es allí donde murió el Señor,sino sobre todo porque es el lugar de su Ascensión, que es el estado final hacia el que caminaJesús. La Ascensión es el final de su vida terrestre (Lc 24,51-53), el paso del Resucitado a la gloria (Hch 1,6-11), desde donde envía al Espíritu Santo.
-
2.2.3. Conclusión
Esta conjunción de tiempos y lugares es la que, al final, traduce los motivos que guían la obrade San Lucas y que se podrían resumir en la frase de Jesús que está precisamente en el centrodel Evangelio: «La Ley y los Profetas llegan hasta Juan; desde entonces se evangeliza el Reinode Dios y cada uno se esfuerza por él» (Lc 16,16). Dicho de otra forma, si Dios preparó unpueblo fue para enviar a su Hijo y con su obra hacer que la salvación llegara a todos los hombres.
-
3. ESTRUCTURA DEL EVANGELIO
Como ya hemos visto al hablar del prólogo, el orden del Evangelio según San Lucas está muyorientado a su mensaje: desde este punto de vista tiene un plan más preciso y articulado que Marcos.
Lucas cuenta el ministerio de Jesús en tres partes (Galilea, subida a Jerusalén, Jerusalén), más omenos iguales en extensión, que coinciden con las de los demás Sinópticos (con laparticularidad de que la segunda parte, la del viaje a Jerusalén, es mucho más larga que enMateo y Marcos). El ministerio de Jesús viene precedido por un prólogo y unos capítulos c quetienen una función muy singular en el tercer Evangelioc en los que se habla de los orígenes deJesús, de su infancia y de su preparación para la vida pública. En la subida a Jerusalén (10capítulos en Lucas, por sólo 2-3 en Mateo y Marcos) se subraya de un modo especial que Jesús dirige su llamada salvífica a todos los hombres.
-
PRESENTACION (Lc 1,1- 4,13).
El Evangelio se abre con el prólogo (Lc 1,1-4), que presenta laintención de la obra y que tiene las características que ya hemos mencionado. El primer granepisodio del tercer Evangelio lo constituye Lc 1,5-2,52, donde se habla de la infancia de Jesús.Su función es diferente a la de los capítulos paralelos en Mateo. En Mateo, los episodios de lainfancia son un resumen conceptual del Evangelio: dicen quién es Jesús prácticamente desdetodos los puntos de vista. En Lucas estos ciento once versículos son como un último capítulo delAntiguo Testamento que, a su vez, es un primer capítulo del Nuevo. Aquí se describe quién esJesús: el Salvador prometido, el Mesías, el Salvador. Con Jesús niño está su Madre, que tienetambién un papel central en el plan salvador. Además de la infancia de Jesús, Lucas narra lapreparación del ministerio público de Jesús (Lc 3,1-4,13). Aquí se pone de relieve el alcance de la salvación obrada por Cristo, y esto se hace en torno a tres motivos: la figura del Bautista, las tentaciones de Jesús y su genealogía.
- PRIMERA PARTE: MINISTERIO DE JESUS EN GALILEA (Lc 4,14-9,50).
- SEGUNDA PARTE: MINISTERIO EN LA SUBIDA A JERUSALÉN (Lc 9,51-19, 27).
- TERCERA PARTE: MINISTERIO EN JERUSALÉN (Lc 19,28-24,53).
-
MINISTERIO DE JESUS EN GALILEA (Lc 4,14-9,50).
En esta parte se condensael programa de la misión de Jesús (Lc 4,16-30) y se describen los inicios de su ministerio: lapredicación y la elección, formación y envío de los discípulos y los Apóstoles a la misión.Lucas habla de los comienzos del ministerio de Jesús (Lc 4,14-6,11). Después pasa a relatar losmilagros y la actividad de Jesús en Galilea (Lc 6,12-8,56). Por último, se centra en el viaje deJesús con sus Apóstoles (Lc 9,1-50). En el centro de su predicación se sitúan el Sermón delllano (Lc 6,17-49) y las parábolas del Reino (Lc 8,4-18). En estos capítulos se pone también de relieve la eficacia y la singularidad de las palabras de Jesús.
-
MINISTERIO EN LA SUBIDA A JERUSALÉN (Lc 9,51-19, 27).
Esta parte contienela narración de la larga subida de Jesús a Jerusalén, en la que se recopilan muchas de lasenseñanzas de Jesús que son propias a Lucas y que no aparecen ni en Mateo ni en Marcos. Entreellas están las parábolas del buen samaritano (Lc 10,25-37), de la misericordia (Lc 15,1-32), delfariseo y el publicano (Lc 18,9-14), etc. No hay un claro criterio unificador, pero en estoscapítulos aparecen los rasgos característicos de Lucas: la oración, la misericordia, la universalidad de la salvación, la riqueza y la pobreza, etc.
-
MINISTERIO EN JERUSALÉN (Lc 19,28-24,53).
Esta parte, muy semejante a laparalela de Mateo y de Marcos, comprende la entrada en Jerusalén y la purificación del Templo(Lc 19,28-48), las controversias de Jesús con las autoridades judías (Lc 20,1-47), el discursoescatológico (Lc 21,5-36), la pasión (Lc 22, 1-23,56) y la resurrección (Lc 24,1-53). Duranteestos hechos, Jesús es presentado como modelo de conducta para el cristiano, por sumisericordia, su grandeza de ánimo, su recurso a la oración. La narración termina con losmismos acontecimientos con los que empieza el libro de los Hechos: el mandato del Señor a losApóstoles de que permanezcan en Jerusalén hasta la venida del Espíritu Santo y la Ascensión.
-
4. CONTENIDOS PRINCIPALES DEL EVANGELIO
************
-
4.1. JESUS, PROFETA, SALVADOR Y SEÑOR, MODELO DEL DISCIPULO
Como en los demás Evangelios, lo más importante es la doctrina sobre Jesucristo. Lucas lopresenta de un modo particular: como Profeta, Salvador y Señor. Estos aspectos de Jesús noson, sin embargo, los únicos que enfatiza. Para el evangelista, Jesús es el «hombre nuevo», elinicio de una nueva generación, la de los discípulos. Por eso, es cabeza y modelo para los cristianos. Veamos estos dos aspectos y sus implicaciones por separado.
-
4.1.1 Profeta, Salvador y Señor
A Jesucristo se le llama Profeta en varios lugares (Lc 7,16; 9,19; 13,33; 24,19). Por ser Dios yHombre verdadero, es el Profeta por excelencia: nadie como Él puede hablar en nombre de Dios(Lc 4,18.43; 9,45; 19,21). Si ya en el Antiguo Testamento los Profetas eran movidos por elEspíritu de Dios, San Lucas subraya la unión profunda y misteriosa del Espíritu Santo con elministerio profético de Nuestro Señor: así, en el Bautismo de Jesús, que marca el comienzo desu ministerio público, el Espíritu Santo desciende visiblemente sobre Él; después, el Espíritu leconduce al desierto donde es tentado, le impulsa a Galilea, etc. (Lc 3,22; 4.11.14). El mismoJesús se apropia esa vocación profética cuando en la sinagoga de Nazaret lee el texto de Isaías–«El Espíritu del Señor está sobre mí, por lo cual me ha ungido; me ha enviado para evangelizar a los pobres...»– afirmando que se cumple en Él (cfr Lc 4,16-30).
A lo largo del Evangelio de San Lucas está presente la enseñanza de que Jesucristo es elSalvador de los hombres. En el Evangelio de la infancia sobresale el cumplimiento en Cristo delas antiguas promesas de Salvación, hechas por Dios a los Patriarcas y Profetas del puebloelegido: el Niño que ha nacido es el Salvador por tantos siglos esperado. Así la SantísimaVirgen María exulta de gozo en Dios su Salvador (Lc 1,47); los ángeles, en el Nacimiento,anuncian que «hoy os ha nacido, en la ciudad de David, el Salvador, que es el Cristo, el Señor»(Lc 2,11); Dios ha suscitado ese poder salvador (Lc 1,69) «para salvarnos de nuestrosenemigos» (Lc 1,71); la salvación es anunciada por el Bautista para que el pueblo conozca queconsiste en el perdón de los pecados (Lc 1,77); la ven los ojos de Simeón cuando conoce alNiño Jesús (Lc 2,30); la verán todos los hombres, según había profetizado Isaías (Lc 3,6); lellega a la mujer pecadora (Lc 7,50), al leproso samaritano que vuelve a dar gracias a Jesús (Lc17,17) y la alcanza Zaqueo con la visita del Maestro (Lc 19,9), etc. Pero la salvación semanifiesta también en la curación de las enfermedades, en el perdón de los pecados y en lareconciliación. De hecho, en muchas ocasiones San Lucas utiliza el verbo «salvar», parasignificar la curación: en la curación de la hemorroísa (Lc 8,43-48); en la del ciego de Jericó (Lc18,35-42); en la resurrección de la hija de Jairo (Lc 8,50); en la liberación de la posesión diabólica del geraseno (Lc 8,26-39); etc.
Jesús es también el Señor. «Señor» es la denominación que se daba a Dios para evitarpronunciar su nombre propio, el tetragrama. También era un tratamiento de respeto hacia unapersona. San Lucas es, con mucho, el evangelista que hace más uso de este título en susescritos: 103 veces en el Evangelio, 107 en Hechos de los Apóstoles. Jesús es el Señor en susentido más profundo desde su nacimiento, y se manifiesta como tal en la resurrección. Por esoa Él le está reservada la gloria que manifestará especialmente en su segunda venida. En este sentido, Jesús es también el Señor de la historia.
-
4.1.2. Jesús, el «hombre nuevo», modelo del discípulo
Más arriba se ha dicho que Lucas presenta su obra como una historia de la salvación queencuentra su culmen en Jesucristo. También se ha visto que en esta historia de la salvación elEvangelio de la infancia es como el último capítulo del Antiguo Testamento y el primero delNuevo: del Israel fiel a Dios, del pueblo elegido, surge la salvación para todas las naciones. PeroSan Lucas proyecta el plan divino todavía más allá, y en la genealogía de Jesús, se remontahasta Adán que, dice Lucas, «viene de Dios» (Lc 3,38). El paralelismo, que se apunta tambiénen otros lugares del Evangelio, es fácil de establecer: Dios creó a Adán del barro de la tierrainsuflado por el Espíritu, y crea al hombre nuevo, Jesucristo, con el descenso del Espíritu sobre Santa María, modelo de los hombres que son fieles a Dios.
A esta nota conceptual, San Lucas le añade otra: el comportamiento de Jesús es modelo para elde los cristianos. Esto se hace notar en las exhortaciones de Jesucristo contenidas en elEvangelio pero también en los Hechos de los Apóstoles, donde se percibe cómo los primeros cristianos imitaron el comportamiento de su Maestro.
-
Aquí es donde se unen las dos notas que se han presentado en el título de este apartado: Jesús,hombre nuevo, modelo del discípulo. Por eso, en el resumen de este apartado se harán notardiversas características que están presentes en Jesús y que deben ser imitadas por sus discípulos.
- 1. El discípulo de Jesús, como Él, debe estar desprendido de todo, dispuesto a estar allá dondele conduzca la misión (Lc 9,52-66). Pero los textos puntuales son muchos:«Bienaventurados los pobres, porque vuestro es el Reino de Dios» (Lc 6,20); «oyendo estoJesús, le dijo: —Aún te falta una cosa. Todo cuanto tienes véndelo y repártelo entre los pobres, y tendrás un tesoro en los cielos; luego, ven y sígueme“» (Lc 18,22); «llevaron atierra las barcas y, dejándolo todo, le siguieron» (Lc 5,11), etc.
- 2. Este desprendimiento es la raíz de la libertad interior en la alegría. El vocabulario de laalegría está compuesto de muchos verbos en Lucas: alegría, regocijo, alabanza, etc. «Serápara ti gozo y alegría, y muchos se gozarán en su nacimiento» (Lc 1,14); «y entrando, ledijo: Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo» (Lc 1,28); «alegraos ese día y saltadde gozo, que vuestra recompensa será grande en el cielo» (Lc 6,23); «os digo que, de igualmodo, habrá más alegría en el cielo por un solo pecador que se convierta que por noventa y nueva justos que no tengan necesidad de conversión» (Lc 15,7).
- 3. El hombre nuevo es un hombre en continua oración, sobre todo ante la prueba: del mismomodo que Jesús reza en el Bautismo, y antes de la elección de los Apóstoles, y en la Transfiguración, y en Getsemaní, y en la cruz.
- 4. El discípulo entra a formar parte de una comunidad nueva, a la que Jesús guía y transmite supoder salvífico, como se ve sobre todo en Hechos. Asistido por este poder, y si se es dócil alEspíritu Santo, dará frutos, incluso cuando humanamente no son esperados.
- 5. Característica del discípulo es también la misericordia, que ocupa un puesto central en lavida cristiana. La misericordia se predica de Dios, porque tiene entrañas de misericordia (Lc2,72). Esta cualidad de Dios Padre se manifiesta en su capacidad de acogida y perdón (cfrLc 15). Es, además, la misma que manifiesta Cristo cuando se conmueve ante lasnecesidades de los demás (Lc 11,13; 15,2) y la que pide a todos los hombres (Lc 10,39). Poreso no es extraño que la frase central del Sermón de la Montaña en Mateo («Sed perfectoscomo vuestro Padre celestial es perfecto»), en Lucas sea: «Sed misericordiosos, comovuestro Padre es misericordioso» (Lc 6,36). El cristiano debe imitar a Dios y el modelo es Jesucristo.
- 6. Pero también puede examinarse este modelo de vida desde el punto de vista del discípulo.¿Quién puede ser discípulo de Cristo? Quien se convierte, quien vuelve a Dios, quien esverdaderamente hombre y sigue a Cristo. Veámoslo con un ejemplo. En la parábola delsembrador, se habla de las distintas maneras de recibir la palabra. Hay quienes no resisten ala tentación, otros que la ahogan con las «preocupaciones, riquezas y placeres de la vida», y,finalmente, están aquellos que «oyen la palabra con un corazón bueno y generoso, laconservan y dan fruto mediante la perseverancia» (Lc 8,15). Las palabras griegas que hemostraducido por «bueno y generoso» son kakê kai agathê. Un conocedor de la cultura griegasabe que designan el ideal del hombre griego, el caballero, el hombre de virtudes, el que escomo debe ser (Platón, Teeteto). El hombre virtuoso, recibirá con gusto la semilla delEvangelio y dará fruto. Curiosamente, justo después de este pasaje, San Lucas recoge elepisodio en el que Jesús dice: «Mi madre y mis hermanos son los que oyen la palabra deDios y la cumplen» (Lc 8,21). Con esto –no hay que olvidar que los otros dos Evangeliossinópticos dicen «el que hace la voluntad de Dios», sin referirse a la palabra– San Lucasindica con bastante claridad que el modelo primero de seguimiento de Cristo es su Madre.Pero sobre esto volveremos más tarde.
- En este contexto se puede hablar de «seguimiento» de Cristo y, por tanto, de la exhortación a lavida cristiana, cuyas características más importantes se han evocado antes: la misericordia, eldesprendimiento, la oración, etc. Pero en el Evangelio de San Lucas se señala que esas virtudesy actitudes hay que vivirlas hoy, ahora. La vida del cristiano es un camino como el que recorreJesús en la larga subida a Jerusalén y que culmina en la cruz y en la glorificación de Jesús. Poreso, cargar con la cruz cada día es lo primero que debe hacer el que quiera imitar al Maestro:
- «Decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame» (Lc 9, 23).
-
4.2. LA UNIVERSALIDAD DE LA SALVACION
A lo largo de los dos libros de San Lucas se muestra que los bienes anunciados por los profetastienen su cumplimiento en Cristo y en su Iglesia, donde Él pervive, y alcanzan no sólo a los judíos sino a todos los pueblos del mundo.
La universalidad de la salvación realizada por Jesucristo está ampliamente contemplada por SanLucas en los Hechos de los Apóstoles. Pero ya en el Evangelio la encontramos incoada, yexpresa, en muchos lugares. Así, en el Cántico de Simeón, se proclama que la salvación se hapreparado «ante la faz de todos los pueblos» y que Jesús es «luz que ilumina a los gentiles» (Lc2,29-32); también San Lucas, como los otros sinópticos, aplica a la misión de Juan el Bautista eltexto de Isaías 40, pero Lucas prolonga la cita con un versículo más, precisamente el que dice«y todo hombre verá la salvación de Dios» (Is 40,5; Lc 3,6). Por parte de Jesús, en la sinagogade Nazaret anuncia la futura predicación a los no judíos; y más tarde explica a sus discípulosque estaba profetizado que Él debía padecer y resucitar, y que se iba a predicar en su nombre laconversión y el perdón de los pecados a todas las gentes (Lc 24,47). Entre todos los textos,sobresale quizás el trato de acogida y de ausencia de rechazo que da Jesús a los samaritanos, unpueblo enemistado con los judíos en la época del Señor. Así, San Lucas no recoge el texto deMt 10,5 acerca de los samaritanos: «No vayáis a tierra de gentiles ni entréis en ciudad desamaritanos», que parecía limitar la misión de los discípulos a tierra de judíos. Además, increpaa sus discípulos que piden un castigo para los samaritanos (Lc 9,55); pone como ejemplo deverdadero prójimo al buen samaritano (Lc 10,25-37); y de los diez leprosos que ha curado Jesús,el que vuelve a darle gracias es precisamente un samaritano (Lc 17,16).
-
4.3. SANTA MARIA VIRGEN
El tercer Evangelio nos presenta a la Madre de Cristo con una luz peculiar, desvelando conexquisita delicadeza rasgos de la grandeza y hermosura del alma de Santa María. Ningúnpersonaje de la historia evangélica –fuera naturalmente de Jesús– es descrito con tanto amor yadmiración como Santa María. Probablemente por estas circunstancias se consideró a San Lucascomo pintor de la Virgen. Al margen, la adscripción de esta cualidad es tardía: en el siglo VI,Teodoro el lector (cfr Eusebio de Cesarea, Historia eclesiástica 2,43) dijo que Lucas era pintor,y, más tarde, en el siglo X, Simeón el Metafrasto hizo de él el retratista de la Virgen.
Si leemos el Evangelio de seguido vemos que ninguna criatura humana ha recibido gracias tanaltas y singulares como María: es la «llena de gracia»; el Señor está con ella; ha hallado graciaante Dios; concibió por obra y gracia del Espíritu Santo, y fue Madre de Jesús, sin dejar de serVirgen; íntimamente unida al misterio redentor de la Cruz, será bendecida por todas lasgeneraciones, pues el Todopoderoso hizo en Ella grandes cosas. Con razón una mujer delpueblo alabó entusiasmada y de forma muy expresiva a la Madre de Jesús (Lc 11,27).
A tan altos dones divinos Nuestra Señora correspondió con la más generosa fidelidad: SantaIsabel la llama bienaventurada porque ha creído; la Virgen recibe con humildad el anuncio delArcángel acerca de su dignidad de Madre de Dios; pregunta con sencillez cómo comportarsepara agradar en todo a Dios; se entrega rendidamente a los planes divinos; sabe agradecergozosamente los dones recibidos; observa con fidelidad las leyes de Dios y las costumbrespiadosas de su pueblo; se apena por la pérdida del Niño y se queja a Él, pero acepta serenamentelo que en aquel momento no alcanza a entender. Santa María supo tener esa admiracióncontemplativa ante los misterios divinos, que conservó y meditó en su corazón.
-
Estas consideraciones son meramente descriptivas de lo que se lee en el tercer Evangelio. Si seexaminan de manera reflexiva, a la luz de las consideraciones que se han ido haciendo en laspáginas anteriores, veremos enseguida que el autor inspirado ha dejado muchas señales en suescrito por las que quiere que entendamos que la perfecta correspondencia humana por parte delos hombres al plan de Dios se personaliza en Santa María. Dos notas pueden resumir su figura:su fidelidad a Dios siendo hija de Israel, y su fidelidad a Jesús siendo modelo del discípulo de Cristo.
- a. Ya se ha hablado de la historia de la salvación, de lo importante que es que la genealogía deJesús llegue hasta Adán, de entender que el Evangelio de la Infancia de San Lucas es elúltimo capítulo del Antiguo Testamento y el primero del Nuevo, etc. Ahora bien, laspersonas del Evangelio de la infancia, pero sobre todo Santa María –basta con recordar suoración a Dios, el Magnificat– vienen descritos como los hombres fieles a Dios, los pobresdel Señor. Según esto, si el primer hombre fue hecho del polvo de la tierra, con el soplo delEspíritu de Dios, la renovación de la humanidad en Cristo se forma de la humanidad fiel aDios, cuyo prototipo es Santa María, sobre la que desciende el Espíritu Santo (Lc 1,35). Eneste sentido Santa María es como el resumen de los hombres justos del Antiguo Testamento que con fidelidad esperaron la salvación de Dios.
- b. También se ha dicho que el discípulo es aquel que, con corazón bueno y generoso, escuchala palabra del Señor y la guarda, y que, como para coronar ese pasaje de las parábolas, SanLucas recoge el episodio en el que proclama a María como la que escucha la palabra deDios y la guarda. Del mismo tenor son los dos sumarios en los que se dice que «Maríaguardaba todas estas cosas ponderándolas en su corazón» (Lc 2,19, cfr 2,51). María apareceasí como el modelo perfecto del discípulo de Cristo. Pero, además, a esta nota del discípulose le podrían añadir otras, como la de la imitación del camino de Cristo señalada, por ejemplo, en la profecía de Simeón.
Añado una para acabar, referida a las Bienaventuranzas. Las Bienaventuranzas, en la redacciónde San Mateo, parece que van dirigidas a todos los hombres: Bienaventurado será aquel que sehaga pobre, manso, etc. En cambio, en San Lucas parece que van dirigidas a los cristianos:Bienaventurados vosotros que ahora sois pobres, que sufrís, etc. Lo curioso es que la mayorparte de las otras veces en las que se utiliza esta fórmula de bendición en San Lucas o serefieren a Santa María explícitamente (Lc 1,45.48; 11,27.28) o pueden también referirse a ella.Parece pues claro que San Lucas se esfuerza para que comprendamos que María es ejemplo delos discípulos de Cristo; por eso, cuando el Espíritu Santo desciende sobre el grupo apostólicopara iniciar la andadura de la Iglesia, los discípulos están reunidos en torno a la Madre de Jesús(Hch 1,14).
-
IV. QUIÉN ES JESUS
- Los evangelios comienzan todos con una introducción –el título, un prólogo, etc.– que seprolonga con unos capítulos que relatan la Infancia de Jesús o la preparación para su ministeriopúblico: el ministerio de Juan Bautista, el Bautismo de Jesús y las tentaciones.
- Estos capítulos tienen una cosa en común diferente del resto del relato evangélico: nos dicenquien es Jesús, pero no tanto con las palabras de Jesús y los hechos de Jesús, como con laspalabras de los evangelistas, o de los personajes que se encuentran con Jesús. En su formaliteraria, también son distintos pues están llenos de referencias al Antiguo Testamento. Pero estaforma literaria está al servicio de un contenido: estos capítulos presentan de modo condensadoel «misterio» de Jesús, de su ser y de su obra; en más de un aspecto, son como un resumen del Evangelio entero.
- Así lo expone el Catecismo de la Iglesia Católica –«Toda la vida de Cristo es Revelación delPadre: sus palabras y sus obras, sus silencios y sus sufrimientos, su manera de ser y de hablar»(n. 519)–, y así lo reconoce el lector de los evangelios cunado lee con atención estas páginas del Evangelio.
-
9. LOS EVANGELIOS DE LA INFANCIA DE JESUS
************
-
1. FORMA LITERARIA DE LOS DOS PRIMEROS CAPITULOS DE LOS EVANGELIOS DE MATEO Y LUCAS
Los evangelios de San Mateo y San Lucas no anteponen a la narración de la vida pública unadeclaración de principios doctrinales –como Marcos, en el título– ni una exposición delobjetivo de su evangelio con términos especulativos –como San Juan, en el prólogo–, sinoque anteponen al ministerio público los misterios de la infancia de Jesús. Los capítulos 1-2 deMateo y de Lucas se llaman evangelios de la infancia porque exponen prácticamente elcontenido del evangelio entero. No lo hacen de modo teórico, sino mediante relatos históricos.Por eso, tan importante es su historicidad como su mensaje: ambos elementos son inseparables.
Podemos decir, por tanto, que son una exposición narrativa. Con la narración de unas accionesmuestran quién es el Niño que nace en Belén. Si atendemos a la narración veremos que en ellosno habla Jesús (sólo en el episodio de la pérdida en el Templo, Lc 2,49), sino que son otrospersonajes quienes hablan de Jesús. Además, los textos que se citan, y las mismas acciones delos personajes, evocan continuamente textos y situaciones del Antiguo Testamento. Quizásnosotros tenemos que hacer un esfuerzo de comprensión, porque no estamos acostumbrados alestilo literario de estos capítulos, que los comentaristas han denominado derásico: busca en lostextos del Antiguo Testamento el significado de los acontecimientos que relata.
Vamos a recorrer estas narraciones procurando descubrir, a través de las característicasliterarias, cuál es la historicidad de las mismas y qué mensaje doctrinal aportan.
-
2. PRINCIPALES EPISODIOS DEL NACIMIENTO E INFANCIA DE JESUS: HISTORIA Y TEOLOGIA
- Al leer con atención los dos relatos de la infancia de Jesús, no dejan de llamar la atención una serie de notas comunes y otras que son propias de cada evangelista.
- Son comunes los personajes principales: Jesús, María y José. Es común, también, la formaliteraria. También en ambos hay dos partes diferenciadas: en los dos, el primer versículo del capítulo segundo es como un nuevo comienzo.
- Sobre este fondo común, hay notables diferencias: el relato de Mateo consta de 48 versículos yel de Lucas tiene 132 –a los que habría que añadir los 16 de la genealogía, que coloca en otrolugar–; Mateo cita el Antiguo Testamento de manera explícita y Lucas de modo implícito; eltono de Mateo es dramático, mientras que en Lucas domina la alegría. Pero, sobre todo, sediferencian en los contenidos narrados en relación con los personajes: San Mateo va relatandolas acciones desde el punto de vista de San José y San Lucas desde el de Santa María. Se ve conclaridad en las las anunciaciones pero también afecta a los otros episodios. Además parece quelos dos relatos se ignoraran: los episodios de Mateo –los Magos, los santos inocentes, la huidaa Egipto, etc.– no aparecen en San Lucas; y, viceversa, los episodios de Lucas –la adoraciónde los pastores, los episodios del Templo, etc.– no están en Mateo. Por otra parte Mateo nomenciona el anuncio y el nacimiento de Juan Bautista, acontecimientos a los que Lucas dedicacasi un capítulo. Con todo, Lo cierto es que no es difícil hacer concordar los dos relatos, comolo ha hecho la tradición cristiana en muchos lugares, por ejemplo, en la iconografía.
En estas condiciones, algunos críticos ha mostrado sus dudas acerca de la historicidad de estosacontecimientos. Contra la historicidad de los relatos argumentan con la ausencia de otrasfuentes –San Juan, San Pablo, Flavio Josefo, que no menciona la matanza de los inocentes–,con la densidad significativa de las narraciones que parecen dirigidas por intereses apologéticoso dogmáticos, con las discordancias entre los dos evangelios apuntadas arriba, y, finalmente,con los paralelos en otras literaturas. Por eso se preguntas: ¿no es posible pensar que estosrelatos son una profesión de fe cristológica, sin más, con forma narrativa? Sin embargo, tambiénhay elementos que apuntan a la historicidad de las narraciones: en primer lugar, el géneroliterario; los evangelios de la infancia son ciertamente distintos al resto de la narraciónevangélica, pero se diferencias más todavía de los evangelios apócrifos. La sobriedad del relatocontrasta enormemente con el Protoevangelio de Santiago que narra los mismos hechos.Además, el contenido revelado en ellos no es tan difícil de aceptar si se admite la intervenciónde Dios en la Historia. Finalmente, hay una concordancia en lo esencial que va más allá de los puntos que se han señalado arriba.
-
Examinados con más atención, se descubre en los textos una serie de datos en los que coincidenlos dos evangelios y que tienen que proceden de una tradición anterior con todos los elementosa su favor para tenerla como histórica:
- 1. Los padres de Jesús son María y José. Estos estaban desposados, pero no vivían juntos nihabían tenido relaciones sexuales cuando Jesús fue concebido (Mt 1,18; Lc 1,27.37). Elnacimiento del niño, en cambio, tiene lugar cuando ya los padres viven juntos (Mt 1,24-25;Lc 2,5-6)
- 2. María concibe sin concurso de varón (Mt 1,20.23.25; Lc 1,34). La concepción es por obra del Espíritu Santo (Mt 1,18.20; Lc 1,35)
- 3. José es descendiente de David (Mt 1,16.20; Lc 1,27.32)
- 4. La concepción del niño se conoce mediante una anunciación angélica (Mt 1,20-23; Lc 1,30-35). El ángel dice que el niño debe llamarse Jesús (Mt 1,21; Lc 1,31)
- 5. En ángel afirma que Jesús es el Salvador (Mt 1,21; Lc 2,11)
- 6. El nacimiento de Jesús tuvo lugar en Belén (Mt 2,1;Lc 2,4-6), pero el niño se cría en Nazaret(Mt 2,23; Lc 2,39).
- 7. El nacimiento tiene lugar en los días de Herodes el Grande (Mt 2,1; Lc 1,5)
- 8. Jesús recibe la adoración de unos extraños: unos magos y unos pastores
Algunos autores prolongan estos rasgos hasta sumar 18, pero los apuntados son los mássignificativos. Con ellos se puede verificar una tradición histórica común para la que tenemosfuentes distintas. En el estudio de los dos evangelios se volverá a este aspecto, así como a lo que quiere significar cada uno de ellos.
-
3. SIGNIFICADO DEL RELATO DE MATEO
Los dos primeros capítulos de Mateo contienen cinco narraciones, precedidas de la genealogía.Una primera aproximación nos ofrece dos características del relato de Mateo. En primer lugar,cada uno de los episodios incluye una frase que indica que el acontecimiento en cuestión escumplimiento de algo anunciado en el Antiguo Testamento (Mt 1,22; 2,6.15.17.23); en segundolugar, parece claro que Mt 1 indica el origen de Jesús y Mt 2 su destino, su misión. Con todo,estás nociones están entrelazadas, porque el origen determina el destino. Por eso, podemos decirque el texto responde a las siguientes preguntas:
¿Quién es Jesús? Tal como se presenta en el primer versículo el texto responde que es Hijo de lapromesa a David, rey de Israel (2 S 7,14, a través de José) que es hijo de Abrahán (en quienserán bendecidas todas las naciones de la tierra, Gn 12,2-3: el episodio de los Magos señala estauniversalidad de la salvación) e Hijo de Dios (Enmanuel, Dios con nosotros, tal como le dice el ángel a José en la anunciación).
¿Cómo es posible eso? El texto responde también: es hijo de Dios porque fue concebido porobra del Espíritu Santo, sin concurso de varón; pero es Hijo de David porque José es de la familia de David. Dios le da a José la paternidad que este acepta al recibir a María.
¿De dónde es? El nacimiento en Belén recuerda su identidad como Hijo de David. Los Magosacudiendo al rey de los judíos explican el sentido universal de su misión como hijo de Abrahán.Pero no es sólo eso, al igual que Israel nació de persecución en Egipto y del éxodo, Jesús viene de Egipto para formar el nuevo Pueblo que es la Iglesia.
Hay autores que reducen estas tres nociones a dos (quién y dónde), otros las amplían a cuatro(quién, cómo, dónde y de dónde). La determinación es simplemente pedagógica; como se puedever en el breve resumen, la pregunta verdaderamente importante es la primera: ¿Quién es Jesús?De esa hay que derivar las demás.
Junto a estas notas, habría que mencionar otros puntos como las referencias indirectas apersonajes bíblicos como Jacob o Moisés. De esa manera Mateo señala cómo Jesús recapitulaen sí la historia de la salvación: es un nuevo Moisés, pero más que Moisés; es como Jacob-Israel, pero más que él.
-
3.1. LA GENEALOGIA (MT 1,1-17) Y LA CONCEPCION DE JESS (MT 1,18-25)
Entre los israelitas, como en otros pueblos semitas que tenían a gala su ascendencia nómada, elárbol genealógico tenía una importancia capital, porque la identidad de una persona estaba ligada a la familia y a la tribu mucho más que a su lugar de nacimiento.
Con la genealogía (biblos geneseos, dice literalmente Mt 1.1, libro de la génesis, del origen)Mateo muestra que Jesús viene de Abraham y de David, es decir, el origen humano. San Mateoelabora esta genealogía con un significado preciso, pues, sacrificando algunos eslabonesgenealógicos, muestra tres grupos de catorce antepasados. Esa artificiosidad puede chocarnoshoy, pero era habitual entre los escritores judíos contemporáneos, como está atestiguado en losMidrasim (comentarios bíblicos) y los Targumim (traducciones arameas amplificadas del A.T.).Técnicamente se denomina gematría y consiste en expresarse por medio del valor numérico delas letras hebreas. En el texto de Mateo se menciona expresamente a David como ascendiente deJesús (Mt 1,6), pero además, como el valor numérico de las consonantes D+V+D es de 4+6+4 =14 y el número de ascendientes se agrupa en tres bloques de catorce, se está remarcando por tresveces el origen davídico de Jesús. De esta forma los lectores habituados a tales técnicascomprenden con claridad que el auténtico hijo de David, en quien habían de cumplirse laprofecías es Jesús. Otros autores piensan que, además, la genealogía se puede interpretar comoseis grupos de 7 eslabones (pues San Mateo se vale del número siete para señalar la plenitud:grupos de 7 parábolas, 7 «¡ayes!», etc.): Jesús inaugura una nueva etapa, la séptima, que es la dela plenitud (esta hipótesis está en consonancia con la expresión «libro del origen» que recorre ellibro del Génesis: origen del cielo y la tierra, de Noé, de Abraham, de Jacob: Jesús es el origen del nuevo pueblo, la Iglesia).
Pero la genealogía también señala el origen divino. En el último eslabón genealógico dice SanMateo: —Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual fue engendrado Jesús, llamadoCristo“ (Mt 1,16). El texto original griego utiliza en este versículo el mismo verbo repetido a lolargo de la genealogía (engendró), pero en pasiva, —de la cual fue engendrado Jesús“. El cambioes significativo; según la genealogía, José no engendró a Jesús de María su esposa, sino que —deMaría fue engendrado Jesús“; se rompe de modo sorprendente la cadena de verbos en voz activay se introduce la pasiva. Ahora bien, ¿quién es el sujeto del verbo? ¿quién engendró? Ya en laBiblia, y más en la literatura apócrifa judía, se utiliza la pasiva divina para evitar, por respeto, elnombre de Dios. Por tanto, los primeros lectores entendían el final de la genealogía del modosiguiente: —Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual Dios engendró a Jesús,llamado Cristo“.
El siguiente relato se centra en el anuncio del ángel a José sobre la concepción virginal de Jesús.Empieza otra vez con la palabra génesis (cfr Mt 1 18: «La génesis de Jesucristo fue así…»),pero ahora se subrayará más el origen divino. Como en la genealogía el texto habla de la virginidad de María, la paternidad de José y la divinidad de Jesús.
-
3.1.1. Virginidad de María
El episodio de la concepción de Jesús (Mt 1,18-25) enseña la virginidad de María, pues diceexpresamente que —María, antes de que convivieran, se encontró que había concebido en su senopor obra del Espíritu Santo“ (Mt 1,18). Como explicación del significado de este hecho, Mateodice que es cumple una profecía —He aquí que la virgen concebirá y dará a luz un hijo a quienpondrán por nombre Emmanuel, que significa Dios con nosotros“ (Mt 1,23). Al citar según laversión griega de los Setenta el evangelista entiende la palabra virgen (parthenos en griego) ensentido de mujer que conserva su integridad virginal al no haber tenido contacto con varón. Perolo más importante, es notar que no es el texto bíblico quien fundamenta virginidad, sino elhecho de que Jesús haya nacido de una virgen señala que se cumple la profecía porque Dios nofalta a sus promesas. El convencimiento de la virginidad de María es tan firme que elevangelista parece poner más empeño en mostrar que San José, aun sin haber intervenidobiológicamente en la concepción de Jesús, goza de la prerrogativa de la paternidad.
-
3.1.2. Paternidad de José
El evangelista hace hincapié en la paternidad del Santo Patriarca, primero subrayando Maríaestaba desposada con él. Según la costumbre judía, antes del matrimonio propiamente dichotenían lugar los esponsales, en virtud de los cuales la prometida pasaba a ser «posesión» deldesposado (ella y el hijo concebido, si lo hubiera), hasta el punto de que debería ser castigada encaso de adulterio, habría que darle el libelo de repudio en caso de abandono, y pasaría altestamento de viuda en caso de muerte del desposado. Sin embargo la desposada continuabaviviendo en casa de sus padres y sólo después de celebrarse el matrimonio comenzaban a vivir juntos.
En segundo lugar, el evangelista recuerda que el anuncio del ángel a José tuvo lugar —antes deque convivieran“ y lógicamente antes de iniciar su vida marital que, por otra parte, no tendríannunca, como nos ha transmitido la Tradición de la Iglesia. En esas circunstancias el ángel letransmitió la propuesta de aceptar consciente y reflexivamente como esposa a María ya encinta,y consecuentemente a Jesús como hijo. En efecto, el Santo Patriarca, que era justo, pensórepudiar en secreto a María: las dudas se han interpretado a veces como sospecha de adulterio,pero San José nunca puso en tela de juicio la honorabilidad de Santa María, sino queconociendo que aquello era un acontecimiento sobrenatural consideró más digno para elladejarla libre de lazos esponsales; de esta forma la intervención divina en la concepción y en elnacimiento del Niño sería más patente, pues a los ojos humanos quedaría descartada toda intervención de varón.
Muchos comentaristas dan una interpretación nada desdeñable: José pensó repudiarla en secreto,no por desconocimiento del prodigio, sino que precisamente porque sabía que Dios habíaintervenido; pensó en retirarse, pues no quería inmiscuirse en los planes de Dios que no leafectaban a él; de hecho en las palabras del ángel hay una partícula (gar) que no es causal, sinoexplicativa, resultado la traducción siguiente: —No temas recibir a María tu esposa, por el hecho de que lo engendrado en ella sea por obra del Espíritu Santo“.
En ambas interpretaciones lo que el relato subraya es que Dios mismo toma la iniciativa paraproponer a José que reciba como esposa a María con el hijo que hay en su seno; es decir, lo constituye padre de Jesús.
Todavía hay más: aunque al citar la profecía de Isaías, el evangelista modifica el texto y señalaque —le pondrán (en plural) por nombre Emmanuel“ (Mt 1,23), en las palabras del ángel se ledice a José que María —dará a luz un hijo y le pondrás (tú) por nombre Jesús“, atribuyéndole ya los derechos y la función de padre.
Los Santos Padres, al reflexionar sobre la importancia de la paternidad de San José encuentranmuy conveniente que así fuera y aducen varias razones; por ejemplo, San Jerónimo señala lassiguientes: primero, para que en la genealogía quedara claro que Jesús era descendiente deDavid; luego, para que María, al dar a luz, no sufriera menoscabo en su honra por parte de losjudíos ni pudiera imputársele pena alguna legal; tercero, para que en la huida a Egipto tuviera laayuda y protección de José; y finalmente para que el nacimiento de Jesús pasara inadvertido al diablo, que no sabría de la concepción virginal del Señor.
-
3.1.3. Divinidad de Jesús
El primer evangelio es el que con mayor insistencia enseña que Jesús es verdadero Dios, perosin confesarlo de modo explícito. Hemos señalado las modificaciones de la cita de Isaías: —Lepondrán por nombre Enmanuel que significa Dios-con-nosotros“ (Mt 1,23). En el libro delprofeta el nombre del niño es simbólico, pues significa que Dios estará con su pueblo, lo protegerá mediante el monarca reinante. El evangelista, en cambio, aporta la traducción griegade Enmanuel, aunque todos la conocían, para subrayar que el nombre no es un símbolo, sino laexpresión de la naturaleza del Niño: Jesús es Dios-con-nosotros; no sólo se afirma la ayuda yprotección divina, sino su presencia real. Sólo porque Jesús es Dios, puede aplicársele enplenitud de sentido la profecía de Isaías.
-
3.2. LOS MAGOS RECONOCEN LA DIVINIDAD DE JESUS (MT 2,1-12) Y LA ESTANCIA EN EGIPTO (MT 2,13-23)
El episodio de los Magos es el relato más derásico de los evangelios de la infancia; por tanto, unafán desmedido por aislar los elementos que tuvieron realidad constatable impediría captar lariqueza de la narración. En efecto, sobre una base histórica, el evangelista elabora una magníficapieza catequética acerca de la realeza de Jesús, como se refleja ya en la pregunta inicial:—¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido?“ (Mt 2,2). El episodio está redactado según lanorma hermenéutica que los maestros judíos de la época denominaban remez, es decir, alusiónde diversos textos bíblicos; en concreto, las citas aquí aludidas giran en torno al rey ideal ymesiánico. El texto base parece ser la visita de la reina de Sabá a Salomón (1R 10,1-13); ellaofreció presentes al rey de Israel y, al finalizar la visita, —la reina volvió con sus siervos a supaís“ (1R 10,13); los Magos, según Mt 2,12 también —volvieron por otro camino a su país“. Estaalusión a la reina de Sabá se completa con otras citas que hablan de los que —vendrán de Sabácon oro, incienso...“ (Is 60,6), y de —los reyes de Tarsis y de las islas les traerán dones“ (Sal72,20).
En esta línea de citas bíblicas se encuadra la explícita de Mi 5,1 sobre Belén, modificada condos detalles significativos: con la regla rabínica al-tiqrey se dice —Y tú, Belén, ni mucho menosla más pequeña de las ciudades de Judá“, aunque en el libro de Miqueas se lee —la más pequeñade las ciudades de Judá“. Y la última frase —de ti saldrá un príncipe que dominará en Israel“ sematiza con la alusión al texto griego de 2S 5,2 dando como resultado —de ti saldrá un príncipeque será pastor sobre mi pueblo Israel“. Mateo no pretende insistir en que Belén era cuna deJesús, sino en que el Niño nacido es el rey-Mesías anunciado en el oráculo de Miqueas.
La mención de la estrella es particularmente significativa por ser una alusión al oráculo deBalaam que dice —una estrella avanza desde Jacob y un cetro sale de Israel“ (Nm 24,17). Entrelos contemporáneos del N.T. se tenía el convencimiento de que aparecería la estrella desde elnacimiento (desde el oriente, anatolé, en griego) del Mesías. La estrella era considerada la señalque Dios daría a los no judíos para que conocieran que había nacido el rey supremo. Ese rey nosólo merece pleitesía de todos los hombres (universalidad del reinado mesiánico) (Sal 72,11),sino adoración como Dios; así termina el episodio de los Magos: —(los Magos) entraron, vieron al Niño con su madre y postrándose le adoraron“ (Mt 2,11)
Los tres últimos episodios, matanza de los inocentes, huida a Egipto y vuelta a Nazaret estánredactados con el mismo método derásico, subrayando el protagonismo y el carácter mesiánicodel Niño. Cada uno de los relatos se apoya en otros tantos textos bíblicos que orientan susignificado: La huida y vuelta de Egipto en Os 11,1: —De Egipto llamé a mi hijo“. El martirio delos inocentes en Jr 31,15 que recuerda el llanto de Raquel, cuyo sepulcro se veneraba cerca deBelén. La estancia en Nazaret en el axioma menos bíblico —será llamado nazireo o nazareno“,quizás porque en el siglo I d.C. este término se consideraba un título mesiánico.
-
4. EL RELATO DEL EVANGELIO DE LUCAS Y SU SIGNIFICADO
El tercer evangelio relata la infancia de Jesús con el mismo género literario que Mateo, eldenominado derásico, en cuanto que parte de textos veterotestamentarios; pero con unaorientación bien distinta. Más que basarse en comentarios o alusiones a libros bíblicos, elaboralos relatos a imitación de otros anteriores y compone himnos como una antología de otros yaconocidos; esta imitación o mímesis era frecuente en los medios literarios greco-romanos, perotambién era común en la literatura judía que utilizaba patrones narrativos del A.T. y componíahimnos, como los de Qumrán, imitando antológicamente los Salmos. En el estilo lucano seentrelazan las normas propiamente derásicas y las técnicas helenísticas en un mosaico perfecto.
Los dos primeros capítulos comprenden seis (o siete) episodios distribuidos en dos dípticos paralelos, más una conclusión:
A. Anunciaciones
- Juan Bautista (1,5-25)
- Jesús (1,26-38; Visitación, Magnificat: 1,39-56)
B. Nacimientos
- Juan Bautista (Benedictus: 1,57-80)
- Jesús (2,1-21)
C. Relatos conclusivos sobre Jesús
- Presentación en el Templo (Nunc dimittis: 2,22-40)
- Hallazgo en el Templo (2,41-52)
-
4.1. ANUNCIACIONES
En los anuncios de nacimiento de personajes del Antiguo Testamento como Isaac, Sansón,Gedeón, Samuel, etc, suele aparecer la secuencia de los cinco momentos que se dan también enel anuncio a Zacarías y a María: iniciativa divina mediante el ángel, turbación del receptor de lavisita, anuncio del nuevo nacimiento, dificultades objetivas, y finalmente anuncio de una señal.San Lucas relata los anuncios de manera paralela para que de esta manera el lector perciba quiénes Jesús y quién es Juan Bautista. De esa manera se resalta la figura de Jesús. Veamos con más detalle algunos de esos lugares.
-
4.1.1. Iniciativa divina
De Zacarías dice el evangelio que estaba ejerciendo su función sacerdotal en el Templo cuandose le apareció un ángel del Señor; de María, en cambio, no señala su ocupación, sino que conbreves pinceladas describe su personalidad: «una virgen desposada con un varón de nombreJosé, de la casa de David» (Lc 1,27). En el anuncio de Juan es el padre quien recibe la visita delángel; en el de Jesús, es la madre. Zacarías es sacerdote; María es virgen desposada; él es de latribu de Leví, ella está desposada con un varón de la familia de David.
-
4.1.2. La turbación
En Zacarías viene originada por la presencia del ángel, antes de intercambiar palabra. María, encambio, se turba ante el saludo del ángel, a pesar de que siendo mujer era más lógico que seasustara ante la presencia de Gabriel. Más aún, su turbación no le impide considerar el alcance de tan excepcional saludo.
-
4.1.3. El mensaje
Es el centro del relato; las diferencias son más marcadas como podemos comprobar en el cuadro siguiente:
Zacarías (Lc 1,12-17)
- No temas Zacarías
- porque ha sido escuchada
- tu plegaria,
- tu mujer Isabel te dará
- a luz un hijo
- al que pondrás por nombre
- Juan
- Tendrás alegría y gozo y muchos se alegrarán por su nacimiento
- pues será grande ante el Señor
- estará lleno del Espíritu Santo
- Convertirá a muchos de los hijos de Israel...
- irá delante de él con el poder de Elías
María (Lc 1,30-33)
- No temas, María
- porque hallaste gracia
- ante Dios.
- Concebirás en tu seno y darás
- a luz un hijo
- al que pondrás por nombre
- Jesús
- *******
- El será grande
- Se llamará Hijo del Altísimo
- El Señor Dios le dará el trono de David, su padre.
- Reinará sobre la casa de Jacob y su Reino no tendrá fin
En ambos casos se anuncia el nacimiento y, a continuación, se señala el futuro prometedor delniño. La primera parte tiene un paralelismo más exacto, pero con diferencias significativas:Zacarías había suplicado tener un hijo, en María la iniciativa es exclusiva de Dios; Zacaríastendrá un hijo de modo ordinario, fruto del matrimonio, María lo tendrá sin intervención devarón: ella engendra, ella da a luz, ella impone el nombre. El evangelista hace mucho hincapiéen la concepción virginal y pone cuidado en no mencionar para nada a San José, ni siquiera enla imposición del nombre. (Nótese la finalidad bien distinta de Mateo, más preocupado por subrayar la paternidad de José).
En la segunda parte del anuncio las diferencias dejan claro que el Bautista era una personaprivilegiada, pero Jesús es mucho más: se deja traslucir su divinidad. Juan «será grande ante elSeñor», Jesús «será grande» sin más; y no porque su vida sea austera, sino por sí mismo, queserá (=se llamará) Hijo del Altísimo. El Bautista será lleno del Espíritu Santo para poder llevar acabo su misión, de Jesús se menciona sencillamente su misión («reinará sobre la casa deJacob...»). San Juan cumple una profecía de Malaquías relativa al precursor bajo la imagen deElías, Jesús cumple varias profecías relativas al Mesías, la de Natán, la de Isaías, la de Daniel.
-
4.1.4. La dificultad
Zacarías pide una señal para estar seguro de que va a tener un hijo, María no duda de laspalabras del ángel, pero pide una explicación sobre el modo de la concepción La objeción deMaría no es acerca de su maternidad, sino de su maternidad virginal; más que una objeción esuna pregunta retórica que provoca la respuesta explicativa del ángel acerca del misterio que seva a producir.
-
4.1.5. La señal
Al dirigirse a Zacarías el ángel se muestra severo, le recrimina su falta de fe y le imponesilencio durante la gestación. María no recibe ningún reproche; al contrario, la explicacióndetallada de la gestación está cargada de referencias bíblicas y viene a mostrar que laEncarnación de Jesús es una obra tan exclusiva de Dios como la creación misma. En efecto, la respuesta del ángel contiene tres elementos:
- a. «El Espíritu Santo descenderá sobre ti», no tanto porque venga a suplir la intervención devarón, sino porque su acción producirá una novedad inesperada; en la creación tuvieronorigen todas las criaturas, en María tendrá origen el que es Señor de la creación.
- b. «La fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra». Se expresa así la presencia peculiar deDios: cuando el pueblo elegido caminaba por el desierto la gloria de Dios llenaba elTabernáculo y una nube cubría el Arca; también cuando Dios entregó a Moisés las tablas dela ley, una nube cubría el monte Sinaí; y en la creación el Espíritu de Dios «se cernía sobrelas aguas», dando vida a todas las cosas. Esa misma dinamicidad divina desciende ahora sobre María dando vida al fruto de su vientre.
- c. «Por eso, el niño que nacerá será llamado Santo, Hijo de Dios». María, y con ella todos loshombres, recibe la revelación de quién es Jesús: el Mesías, descendiente de David, pero también el hijo de Dios; el «Santo» que alaban los serafines en la visión de Isaías.
-
4.1.6. Otros elementos
La lectura del texto subraya otros elementos que hay que tener presentes a la hora de valorar elpasaje. Si tenemos en cuenta que, como hemos visto, el anuncio a Zacarías parece que estáconcebido para entender en su profundidad el de Jesús –o quién es Jesús– podemos ver lariqueza de contrastes en otros puntos:
El anuncio a Zacarías tiene lugar en el Templo, el centro religioso de Israel; el anuncio a Maríatiene lugar en una aldea perdida que no es mencionada siquiera en todo el Antiguo Testamento.Dios elige el camino de lo pequeño de lo desconocido. Es la renovación total.
Pero eso nos lleva también a otra consideración. En el esquema inicial situábamos la Visitaciónde María y el Magnificat en el mismo cuadro que la anunciación de Jesús. Y esto lo hacíamosporque estas escenas constituyen una presentación de quien es María. No es sólo una virgen deNazaret desposada con José. Es la que canta el Magnificat (un himno de fidelidad a Dios de los—pobres del Señor“) y la que es cantada por su fe. En definitiva si Zacarías es el sacerdotepresentado en los turnos, María es la representante de la humanidad fiel a Dios.
-
4.2. NACIMIENTOS
En el segundo díptico son fácilmente detectables las diferencias en los cuatro elementos de que constan estos relatos:
- a) El nacimiento de Juan es narrado con sobriedad; en cambio el de Jesús está más desarrollado:el censo de César Augusto, el viaje hasta Belén, la dificultad del alojamiento, etc., ponen derelieve el designio divino sobre Belén, porque el niño que va a nacer es de la estirpe de David,como estaba anunciado.
- b) La reacción entre los vecinos es normal en el caso de Juan: alegría y parabienes a los padres.El nacimiento de Jesús conmociona al pueblo; el relato de los pastores (Lc 2,8-20) aludeprobablemente a una tradición mesiánica recogida en el targum a los profetas, en concreto a Mi4,8 y en el Seudo-Jonatan a Gen 35,21, denominada Migdal Eder (torre del rebaño). De estaforma el evangelista señala que Jesús es reconocido por los suyos como el Mesías anunciado por los profetas.
- c) La circuncisión de Juan es relatada con amplitud, incluyendo el himno del Benedictus, himnoantológico paralelo al Magníficat que María había pronunciado antes de ser madre. Lacircuncisión de Jesús es casi irrelevante, destacando sólo el nombre de Jesús, como había sido llamado por el ángel.
- d) El resumen de la vida oculta destaca la soledad de Juan en el desierto (Lc 1,80) y la vida de familia de Jesús en Nazaret (Lc 2,39-40.51-51).
-
4.3. RELATOS CONCLUSIVOS EN EL TEMPLO
Las dos escenas, presentación en el Templo y hallazgo de Jesús en el Templo, están relatadascon el estilo de redacción antológica, es decir, con un entramado de citas bíblicas, explícitas eimplícitas. De este modo se pone de relieve que en Jesús se cumplen la Ley y los Profetas.
-
Un detalle significativo es que ambos episodios se desarrollan en Jerusalén y en el Templo.Jerusalén es en el Evangelio de Lucas el centro religioso y la cumbre a donde subirá Jesús parala Pasión y Resurrección y desde donde se extenderá la Iglesia después de Pentecostés. Que lainfancia termine en el mismo lugar evoca la misión redentora y sacrificial de Jesús. El Temploademás es el lugar a donde había de entrar el Mesías según el oráculo de Mal 3,1-2.
- a) En el relato de la presentación en el Templo se menciona por tres veces la Ley de Moisés yla Ley del Señor; además se citan explícitamente textos del Éxodo y del Levítico. Jesús es laplenitud de la Ley. Por otra parte, los personajes de Simeón y Ana tienen función profética: portres veces se menciona al Espíritu Santo en relación con Simón antes de recitar el Nunc dimittis.Y Ana es profetisa, ligada al Templo. Jesús, por tanto, es el cumplimiento de todas las profecías.
- b) El relato de Jesús entre los doctores ha planteado dificultades. Muchos críticos han supuestoque es un adición tardía de contenido cristológico, aduciendo las siguientes razones: el sumariosobre la vida en Nazaret (Lc 2,30-40) ha de repetirse después del relato que comentamos (Lc2,51-52); la mención expresa de José, como padre de Jesús, ausente en todo el evangelio; elvocabulario diferente del lucano. A favor de que perteneciera al evangelio primitivo cabe aducirque no falta en ninguno de los códices importantes y que mantiene el mismo estilo derásico de estos capítulos.
En efecto, el relato tiene como paradigma algunas leyendas judías sobre la juventud de Moisés ySamuel recogidas por Flavio Josefo: de Moisés se dice que gozaba de una inteligencia muysuperior a su estatura (Ant. II, 9,6; Filón, De Vita Moysi, I, 21ss,); de Samuel se recuerda quecomenzó su función profética a los doce años (Ant. V, 10,4).
Aparte de estas cuestiones críticas, el relato gira en torno a la filiación divina de Jesús: lamención de sus padres al principio y al final (Lc 2,41.48) contrasta con la relación de Jesús con«las cosas de su Padre». Los detalles de la peregrinación, de la fiesta, de los doctores y delTemplo dan solemnidad y fuerza a la palabras de Jesús, las primeras que reseña el evangelista ylas únicas pronunciadas en esta primera etapa de su vida: «¿No sabéis que debo estar en lascosas de mi Padre?» (Lc 2,49). Literalmente dice «en lo de mi Padre», poniendo el acento en larelación paterno-filial más que en el objeto de la ocupación, sean casa, personas o cosas.
-
5. RESUMEN FINAL
La lectura de los llamados evangelios de la infancia pone de manifiesto que el relato es unmodelo de expresión de acontecimientos y de doctrina y que, por tanto, está fuera del lugarplantear una dialéctica sobre si un relato es histórico o más bien catequético. Es las dos cosas ala vez; por tanto un lector cristiano debe seguir profundizando con los métodos apropiados en la verdad histórica y teológica de estos relatos.
Concluimos repitiendo que en los evangelios de Mateo y de Lucas, con técnicas diferentes,aunque siempre dentro del modo de relatar propio de la literatura judía de su época, se narranlos hechos acaecidos durante los primeros meses (y años) de la vida del Señor, conintencionalidad catequética, para enseñar que Jesús es el verdadero Mesías anunciado en elAntiguo Testamento, más aún, que es el Hijo de Dios; junto a estas verdades se enseñan también abiertamente la virginidad de María y la misión paternal de José, aunque no interviniera en la generación.
-
10. EL BAUTISMO DE JESUS Y LAS TENTACIONES
p.125
|
|